El éxito del pasado no nos asegura el éxito del futuro

El éxito del pasado no nos asegura el éxito del futuro
Noé Coyotzi Pérez

No deje estancada a su empresa ni permita que otros impidan que evolucione: esto puede llevarlo a la bancarrota. Deje atrás el modo tradicionalista de pensar. Atrévase a tener una mente visionaria. El triunfo de las empresas de internet no es exclusivo y en usted puede estar la semilla del éxito.

“Había un pequeño elefante que cuando llegó al circo y se vio encadenado, intentó zafarse de esos yugos y al principio no se cansaba de intentarlo, poco a poco fue desistiendo al ver que sus intentos eran en vano, poco a poco dejó de intentarlo, aunque nunca notó que entre más crecía más oportunidad de ser libre tenía.” Esto también les pasa a las empresas y, sobre todo, a las Pymes, ya que cuando están creciendo se les hace muy difícil cumplir las necesidades del cliente, y algunos otros requisitos legales y reglamentarios. Ya que cada día los clientes son más exigentes, porque cada vez hay más competencia en el mercado y más alternativas; empresas más competentes y, sobre todo, más innovadoras.

Bill Gates, un estudiante del segundo año de Harvard, se encontraba frente a los directivos de la muy conocida y multinacional IBM, tratando de venderles el sistema operativo DOS (Disk Operating System) para millones de computadoras, cuando los directivos de las siglas azules le apostaron a la venta de los equipos, es decir, al hardware y no al software; hoy día nos damos cuenta de que buscar la otra cara del cubo, la mejora, la innovación y el aprendizaje, como ya lo habíamos comentado en un artículo anterior, son los pilares de la mejora continua. La historia ya la conocemos y nos dimos cuenta de que la innovación no es la herramienta, sino el sustantivo del negocio.

Otros grandes ejemplos son los siguientes:

• Las ganancias más grandes no están en vender celulares, sino en el prepago y en los planes telefónicos.

• El negocio no está en vender únicamente automóviles, sino en los planes de financiamiento y el servicio posventa y refacciones.

• Los grandes centros comerciales no tienen el negocio en vender la diversidad de productos, sino en la renta de locales comerciales y los centros de entretenimiento.

• Y, finalmente, otro ejemplo muy notorio es cuando vamos a comprar una impresora y su precio es risible, pero el negocio no está en la venta de la impresora, ya que hasta en algunos lugares las regalan en la compra de otro artículo de oficina, sino en los cartuchos que usamos y el alto costo de éstos.

Así como estos casos de éxito que hemos visto y que son necesarios para sobrevivir a este mundo tan cambiante y complejo, con consumidores exigentes y cada día más insatisfechos, también hay casos de fracaso y derrota como lo es el de Blockbuster, quien en 1996 se consolidaba como líder del entretenimiento y, después de haber tenido más de tres mil locales en el mundo, la empresa logró valer más de ocho mil millones de dólares, pero como nada es para siempre y menos si no te actualizas a las necesidades del mercado y de los clientes, llegaron varios asesinos a su puerta:

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