Escuela Fisiocratica

ESCUELA FISIOCRATICA

La fisiocracia fue una reacción al mercantilismo y a las características feudales del antiguo régimen en Francia. La minuciosa reglamentación de la producción por el poder público aprisionó la producción e impedía la experimentación, la mejora de los métodos de producción o el cambio en los gustos del consumidor.

Los poderes locales provocaron un retraso en el desarrollo de la industria francesa imponiendo portazgos, impuestos y aranceles que impedían la circulación de mercancías, de esta forma se perdieron los incentivos a la acumulación de la riqueza y al aumento de las inversiones.

Las ideas fundamentales de la escuela fisiocrática:

• Desarrollaron la idea del orden natural: Las sociedades humanas están sujetas a leyes naturales semejantes a las que gobiernan el mundo físico.

• Se opusieron a casi todas las restricciones feudales, mercantilistas y gubernamentales: libertad de actividad mercantil en el interior y comercio exterior libre.

• Pensaban que la industria, el comercio y las profesiones liberales eran útiles, pero estériles, pues se limitaban a reproducir el valor consumido en forma de materias primas y productos destinados a la manutención de los trabajadores.

• Consideraron que la agricultura producía un excedente y este iba a parar al terrateniente, solo él debería estar sometido a impuestos.

• Se opusieron al consumo de bienes de lujo si constituían un impedimento para la acumulación de capital

• Consideraron la economía como un todo y analizaron el flujo circular de la riqueza.

Los fisiócratas trataron de aplacar a la nobleza mediante una autentica defensa de su derecho a conservar sus tierras y a percibir una renta.

Dificultaron el desarrollo económico capitalista. Fomentaron inconscientemente la revolución francesa que barrio los obstáculos al progreso. Insistiendo en la productividad más que en los intercambios como fuente de riqueza. Se mostraron más favorables a los impuestos directos y defendieron la acumulación de capital mediante la reducción del consumo por parte de los ricos.

Casi todo el mundo tuvo algo que objetar a las ideas fisiocráticas. Solo los arrendadores de contribuciones y los capitalistas constituyen la excepción en cuanto a los ataques dirigidos contra los fisiócratas. Los industriales y comerciantes censuraron que considerasen estériles sus actividades y aun más, la amenaza que suponía para ellos cualquier discusión sobre la liquidación de sus privilegios exclusivos.

Los gremios rechazaron los intentos fisiocráticos encaminados a su abolición; los terratenientes, censuraron el impuesto único sobre la renta de la tierra, el pueblo temió con razón que la teoría

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