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Escuela Crìtica


Enviado por   •  21 de Julio de 2011  •  3.832 Palabras (16 Páginas)  •  1.742 Visitas

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INTRODUCCION

Podemos decir que la institución por excelencia de la educación formal es la escuela. En ella se concretan los problemas de finalidad, autoridad, interacción y currículo que constituyen la problemática básica del docente y en los cuales se refleja la sociedad entera. La escuela constituye lo que llamamos un aparato ideológico especializado, ya que su función está relacionada con la transmisión, conservación y promoción de la cultura, lo cual favorece nuestra integración en una sociedad determinada. "Para educar es necesario un aparato cultural, a través del cual la generación anterior transmite a la generación de los jóvenes toda la experiencia del pasado les hace adquirir sus inclinaciones y hábitos, transmite enriquecido el patrimonio del pasado

Esta transmisión de contenidos, donde está explicitado lo ideológico, se realiza principalmente a través de la escuela, órgano que, hasta fechas muy recientes, no había sido cuestionado; pese a ser depositaria de una serie de mitos tales como la neutralidad, tanto de la ciencia, como de la acción educativa, de la igualdad de oportunidades, etc.

Hasta hace relativamente poco tiempo, cuando se presentaban problemas en la escuela, relativos a la calidad de la enseñanza, al aprovechamiento escolar, a la disciplina, etc., se centraba el análisis de éstos, en las conductas individuales que el profesor o el alumno asumieran, sin cuestionar la forma en que la escuela misma, con sus normas, su aislamiento respecto a la sociedad global, los requisitos que impone al cuestionamiento de contenidos y programas, contribuye a acentuar una problemática que en algunos casos supera incluso los límites de la escuela, o sea, desconociéndose en esta problemática la forma como la institución misma determina o influye en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

A continuación se describen las principales características de la escuela critica, así como de sus precursores y de cómo, cuándo y dónde surge como teoría de conocimiento que fundamenta la educación.

La Escuela Crítica de Frankfurt o Escuela de Frankfurt fue uno de los movimientos filosóficos más importantes e influyentes de la historia. Nacida en 1923 con un componente multidisciplinario, su primer portavoz fue Max Horkheimer quien expuso en 1930 la teoría crítica, que se convirtió en un referente intelectual y que influiría decisivamente en el pensamiento contemporáneo. Así, sus huellas se pueden encontrar en el posmodernismo, el liberalismo europeo, el posmarxismo, la literatura y el arte contemporáneo. La función de la teoría crítica era analizar minuciosamente el origen y discursos de procesos sociales, sin aceptarlas de inmediato como hacían los empiristas y positivistas, pues ahí residía la trampa de naturalizar hechos sociales.

La ideología no escapaba de la ciencia, pues toda construcción social llevaba en sí misma una determinación moral. De 1930 a 1933, Theodor Adorno, Walter Benjamín y Herbert Marcuse entraron a la Escuela, lo que llevó a su rápido posicionamiento y crecimiento intelectual hasta que la persecución nazi obligó a refugiarse a muchos de ellos en Estados Unidos y a otros, como Benjamín, a morir en el camino. Esta persecución se debía a dos provocaciones para el pensamiento nacional-socialista: el carácter marxista de la Escuela y la ascendencia judía de muchos de sus componentes. En Nueva York siguió funcionando la Escuela y se publicaron importantes obras tales como la "Dialéctica de las luces" o "La personalidad autoritaria". Su último referente de peso es Jürgen Habermas, el "último dinosaurio intelectual sobreviviente del siglo XX", que en el año 2005 fue cuestionado por liberales por su amistad con el Papa Benedicto XVI. En su Teoría y práctica (1963) y Conocimiento e interés (1968) apoya los puntos de vista de Adorno y Horkheimer de que las ciencias engloban presupuestos e intereses ideológicos y que la razón del progresismo ha pasado a ser un medio de opresión. En su Teoría de la acción comunicativa (1981) aboga por un ideal de comunicación que englobe a todos los seres racionales y que esté totalmente libre de la dominación y el interés.

Escuela Crítica de Frankfurt es un movimiento filosófico y sociológico fundado en 1923 y asociado al Instituto de Investigación Social de la Universidad de Frankfurt.

Su portavoz fue en un principio Max Horkheimer, quien sería nombrado director del Instituto en 1930 y que expuso la `teoría crítica' de esta escuela en su periódico Zeitschrift für Sozialforschun. La escuela era de inspiración marxista aunque también admitía otras formas de liberación como el psicoanálisis.

Sostenían que el marxismo, al igual que cualquier otra doctrina, debía someterse a la crítica. Argumentaban que la sociedad moderna está aquejada de enfermedades que sólo pueden `curarse' con una transformación radical de la teoría y la práctica, y que la tecnología constituye una de esas enfermedades y no es una solución, como había supuesto Marx. Asimismo, mantenían que la revolución proletaria que habría de liberar a la humanidad no es inevitable y que el pensamiento teórico no es del todo independiente de las fuerzas sociales y económicas.

La función de la `teoría crítica' era analizar detalladamente los orígenes de las teorías en los procesos sociales, sin aceptarlas de inmediato como hacían los empiristas y positivistas, ya que ello sería aceptar implícitamente procesos y condiciones de los que el hombre ha de emanciparse. Afirmaban que las ciencias no están libres de valores, sino que conllevan supuestos implícitos cuya condición de valor está oculta por su evidente obviedad. Estos juicios de valor, como la conveniencia de dominar la naturaleza mediante la tecnología, deben `desenmascararse' y exponerse a la crítica.

En 1930 Theodor Adorno se asoció al Instituto. Era un hombre de inteligencia excepcional y muy versátil, experto en música, así como en filosofía y sociología. Su amigo Walter Benjamin también colaboró y en 1933 se asoció Herbert Marcuse, discípulo de Martin Heidegger. Al año siguiente los nazis cerraron el Instituto por sus tendencias comunistas y la ascendencia judía de la mayoría de sus miembros, muchos de los cuales se exiliaron, entre ellos Horkheimer, Adorno y Marcuse.

El Instituto volvió a abrir sus puertas en Nueva York con el nombre de Nueva Escuela de Investigación Social. En esa época aparecieron publicadas diversas obras: Razón y revolución (1941), interpretación hegeliana de Karl Marx escrita por Marcuse, La dialéctica de las Luces (1947) de Adorno y Horkheimer,

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