Explotación Minera ética
kaimaby1706Ensayo20 de Octubre de 2015
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REFLEXIÓN SOBRE LA EXPLOTACIÓN MINERA EN EL CONGO Y SUDÁN: UN ANÁLISIS DESDE LA ÉTICA
Por: Alejandra Cañar y Karina Dávila
Resumen
El propósito del presente análisis es hacer un aporte al conocimiento de la situación actual de la minería en los países africanos frente a la inexistencia de un estudio desde la perspectiva ecuatoriana que posea un alcance internacional. El presente trabajo propone investigar específicamente a los países de Sudan y el Congo siendo estos los referentes al nivel mundial de desigualdad y pobreza en África por el Banco Mundial y la United Nation Development Programe. En el trabajo se describen las modalidades de extracción minera tanto industrial como artesanal desde sus orígenes hasta tiempo presente, se analiza la relación existente entre este tipo de explotación y la dimensión ética en la que se desenvuelve conjuntamente con estándares internacionales de derechos humanos. El ensayo concluye con la dimensión ética utilizada para sancionar este tipo de actividad, que en el caso de la jurisdicción internacional, no es otra que la ética deontológica la cual persigue el cumplimiento de leyes y reglamentos que se creen universales siendo la aceptación irreflexiva de los principios y normas imperantes en la sociedad, mas las empresas involucradas como Somilgl, Cabot Corporation, Barrick Goldin e implícitamente los mismos gobiernos de los países africanos hacen uso de la ética teleológica; inclusive una ética egoísta.
Introducción
En el marco ético en el cual se desarrollan los negocios internacionales nos llevan al caso particular de la explotación minera ilegal en países del continente africano, específicamente la minería que se desarrolla en países como Sudan y el Congo siendo estos los referentes al nivel mundial de desigualdad, pobreza y considerados estados fallidos que cuentan con los índices más bajos de desarrollo humano según el Banco Mundial representan el 0,472 y 0,564 respectivamente; críticos niveles en la escala de Gini por datos de la United Nation Development Programe en Sudán 35,3% y Congo 44,4%; A pesar de ser considerados países que tienen una riqueza en recursos naturales por encima de las potencias mundiales, como Estados Unidos, China o Europa, llama la atención saber que los índices de pobreza bordean el 71,3% del total de la población en el Congo y 50,6% en Sudán, como resultado estos países son las victimas de lo que David Harvey definió bajo el concepto de acumulación por desposesión siendo esta la acumulación que se expresa a partir de la apropiación de los recursos naturales del Tercer Mundo por parte de las economías más fuertes ¿En qué dimensión ética esto es lo correcto y lo justo?
Si estos países africanos se encuentran suscritos a la carta de derechos humanos y laborales ¿Cómo se aplica la justicia? ¿Quiénes son los entes reguladores de estos derechos? ¿Qué le corresponde a la jurisdicción internacional? ¿Por qué no se han condenado estos delitos?
Existen estudios como los de Andrés Claudio Mogni (2007) que exponen los índices de desarrollo humano y las desigualdades en torno a la plusvalía del petróleo y la riqueza que no llega a la población de estos países, por otro lado investigaciones realizadas por Ignacio J. García Sánchez (2012) y los de la Royal African Society (2008) muestran en sus análisis temas meramente económicos, estadísticos e históricos que definen las dificultades que tienen los países africanos, años después de independizarse, para tratar de asegurar un desarrollo y progreso en índices macro y micro económicos que guarden relación con sus ingresos por explotación de recursos naturales, hidrocarburos y mineros.
En cuanto a un estudio ecuatoriano sobre ética en las negociaciones en el tema de la minería, autores como Diana Paredez (2013) en su tesis sobre el Análisis Del Impacto Socioeconómico Y Ambiental De La Minería: Caso South America Development Company (SADCO-CIMA), y William Sacher & Alberto Acosta (2012) así como Jhodin Sánchez (2012) ambos escritos describen la minería a gran escala en Ecuador que, a pesar de ser reconocidos en los repositorios electrónicos, hacen referencia únicamente a casos aislados de la minería ecuatoriana mientras que no tienen un alcance internacional.
La investigación se fundamentará en papeles provenientes de estudios científicos e históricos así como de datos estadísticos fidedignos del Banco Mundial, Organización de Naciones Unidas (ONU), United Nations International Children’s Emergency Fund (UNICEF) y la African Commision on Human and People’s Rights.
Antecedentes de la explotación minera industrial y artesanal
Es común relacionar al petróleo y a los recursos mineros con países ricos, desarrollados y con bajos niveles de pobreza; este no es el caso del Congo y Sudán.
A estos estados se les ha denominado malditos por su riqueza, específicamente hablando de los recursos mineros en oro y coltán, que no han estimulado al desarrollo social equilibrado sino únicamente a conflictos armados, guerras internas, desplazamientos, y en general, a la violación de los derechos humanos.
‘Coltán’ es un término que resulta de la unión de dos palabras que corresponden a los minerales columbita y la tantalita de los cuales se extraen los metales más apetecidos que el oro, estos minerales son considerados altamente estratégicos para la creación de nuevas tecnologías, estaciones espaciales, naves tripuladas y las armas más sofisticadas. Ambos metales se encuentran un 80% en la República Democrática de Congo y es entonces como es fácil entender porque en este país del África se encuentran los conflictos mas arraigados de la historia de la humanidad y el genocidio más grande desde la invasión de países europeos por la Alemania de Hitler, que sumándolo a este caso, aniquilación de miles de ciudadanos para explotar los recursos minerales. “La economía minera artesanal es una economía de supervivencia a gran escala que toca a cientos de miles de congoleños. Está presente en las provincias de Katanga, Maniema, Kivu del Sur y la provincia Oriental Itur” (Triest, 2012, p.2).
El surgimiento de la minería industrial en el Congo oriental comenzó en 1923 de pero no es hasta el 2 de agosto de 1998 que surge una guerra interna en el país la cual se mantiene hasta la actualidad por los territorios mineros. La minería industrial surgió con la empresa SOMINKI la cual fue saqueada por la Alianza de Fuerzas Democráticas para la Liberación del Congo y en 1998 con la ocupación de los Kivus por el Reagrupamiento Congoleño (Rassemblement congolais pour la démocratie - RCD) SOMINKI queda a manos de grupos armados, personas importantes locales y explotadores artesanales. Dichos conflictos guardan relación con la primera guerra en el Congo.
La interrupción de la minería industrial y el aumento de la minería artesanal en los Kivus se explica principalmente por el boom del coltán el precio del mineral alcanzó 350$ por kilogramo (1999-2000) debido a que el mercado internacional incremento una fuerte demanda en ordenadores y teléfonos móviles; se vislumbro entonces a la minería de estos metales como un escape a la pobreza. “En el 2002, la República Democrática del Congo recibió un nuevo Código Minero. (…) Los objetivos de esta nueva normativa son limitar las prácticas ilegales, aumentar la seguridad de los mineros artesanales, prevenir los conflictos relacionados con los recursos naturales y evitar las violaciones de derechos humanos” (Triest, 2012, p.2).
Cabe recalcar en este punto que según datos expuestos por la OIT el sector infantil junto con las mujeres y en general los trabajadores del sector informal están entre los grupos más vulnerables en materia de seguridad y salud laboral.
Históricamente a Sudan, en tiempos de los faraones, se la concia como el país del oro; para este país el comienzo de la lucha por la tierra y las diferencias étnicas tienen origen en los yacimientos del ‘oro negro’. El país comenzó a exportar petróleo en 1999 dándole al gobierno ingresos suficientes para adquirir material bélico. Los recursos minerales más cotizados en esta región, además del petróleo, son el hierro, cobre, mineral del cromo, zinc, tungsteno, mica de plata y oro.
Después de una larga guerra en la cual su principal detonador fue la búsqueda del control de las minas de oro, en 2011 Sudán se dividió en dos estados independientes: Sudán del Norte y Sudán del Sur.
El gobierno de Jartum perdió su mayor fuente de ingresos pues el 75% del negocio de petróleo se encuentra en el sur. Lo cual no sugirió exactamente una perdida en su economía ya que el Norte posee una reserva en oro y en los últimos años se ha multiplicado por veinte y se moviliza a Oriente Medio especialmente a Dubái y el Líbano. “Para compensar la pérdida de beneficios generados por el petróleo, Jartum ha animado a sus ciudadanos a buscar oro. (…) alrededor de un cuarto de la producción anual de oro de Sudán sale de contrabando del país, lo cual supondría unos 700 millones de dólares” (Caballero, 2015, p.1).
El oro asesino de Darfur mineral que se le atribuyen los principales actos de genocidio alrededor de Darfur occidental, Sudán, que a simple vista parece un territorio árido e inhóspito del planeta pero que encierra en su subsuelo grandes yacimientos de oro. Los conflictos originados aparentemente por las diferencias étnicas y políticas tienen mucho que ver con este mineral.
Al parecer estos conflictos no tienen un final a corto plazo. El futuro para estos estados, así como el de otros del continente africano, se espera lamentablemente una guerra derivada no solamente por los conflictos de intereses internos, sino por la presión que los países ricos que han provocado sobre estas naciones. A pesar de ser naciones que en sus inicios se dedicaron únicamente a la ganadería y a la agricultura como forma de vida sostenible, en la actualidad es impensable para estos países sostener su economía de esa manera.
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