Gerencia Basada En Valores
Isla0325 de Marzo de 2014
857 Palabras (4 Páginas)283 Visitas
MENTALIDAD ESTRATEGICA
Desarrollar la Mentalidad Estratégica significa abordar y descubrir en todo fenómeno o circunstancia la suma de los factores presentes, ver el mapa en su conjunto para buscar respuestas y soluciones también de conjunto, de las cuales derivan las tácticas y los métodos que se empleen.
Mentalidad Estratégica, en segundo lugar, significa, tener una visión proyectiva que va más allá de las tareas cotidianas o de las partes de los fenómenos, razón por la cual puede permitirnos anticiparnos a los acontecimientos, y por eso mismo dominarlos. Esto cave plasmarlo en una expresión: no son hombres a quienes los acontecimientos superen.
Se trata de esto justamente: prever el desarrollo de los acontecimientos y actuar racionalmente para dominarlos a favor de la causa que se representa. Una Mentalidad Estratégica permite discernir lo fundamental de lo secundario, la esencia de lo superficial y obvio, y descubrir los lados fuertes y débiles del adversario y percatarse de los suyos, pues se funda en el conocimiento de la situación o realidad en la que se actúa y de las tendencias previsibles en el comportamiento de las fuerzas en pugna.
La definición más exacta y profunda pertenece a Sun Zu “conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo, entonces podrás ganar cien batallas”. En otras palabras: estudiar a fondo la situación dada, sus partes y sus conexiones, conocer del adversario contendor sus lados fuertes y débiles, sus ventajas, sus relaciones de alianzas y su influencia real, y también conocer con la mayor exactitud y objetividad posible lo propio.
En tercer lugar, tener siempre el rumbo claro, pues el dominio estratégico lo permite, en lugar de marchar a tientas, arrastrados por la presión del movimiento u obligados por la iniciativa y el manejo político del o de los adversarios. La claridad de rumbo nos permite también diferenciar la derrota o victorias parciales y secundarias de las fundamentales, definir con exactitud los aliados y también las fuerzas intermedias y vacilantes que hay que neutralizar o ganar en cada situación concreta.
En cuarto lugar, acumular fuerzas de manera sostenida, en lugar de una labor anárquica, desordenada, muchas veces errática. Es un dato generalizado en los sindicatos, organizaciones gremiales, frentes, movimientos, alianzas, partidos políticos, que las tareas o las luchas se definen más por intuición y experiencia que por el estudio y la reflexión que sólo puede permitirlo contar con mentalidad estratégica.
En la guerra y en la política un error es fatal que se paga con sangre, en política sus efectos son menos dolorosos y tolerables, por lo que se descuida sacar lecciones de los errores o se rehúye una serie de reflexión sobre las determinaciones a tomar.
En quinto lugar, permite planificar el trabajo, aprovechar las ventajas disponibles y las oportunidades ordenar las fuerzas internas de manera que estemos en condiciones de obtener mejores resultados con el menor esfuerzo. Sin un plan igualmente realista, susceptible de modificación si las condiciones lo obligan, no nos encontremos en capacidad de determinar con claridad el o los objetos a alcanzar, acopiar recursos, tener metas cuantificables, desarrollar las organizaciones anticipándonos a los desafíos y aprovechar las oportunidades.
En sexto lugar, es indispensable contar con una visión clara de las tareas fundamentales del frente, movimiento, alianzas, partido a fin de asegurar el mejor desempeño de los organismos en el cumplimiento de esas tareas. La labor fragmentada, espontanea, anárquica, ajena a la mentalidad estratégica. Las actividades de los dirigentes, cuadros y militantes del frente, movimientos, alianzas, partidos, donde quiera que se desarrollen, deben apuntar en una misma dirección y considerarse parte de un mismo propósito. A nuestro entender, los frentes, movimientos, alianzas, partidos
...