LATÍN Y JERGA: PROCESOS PARALELOS1
sosche9 de Agosto de 2014
6.903 Palabras (28 Páginas)227 Visitas
LATÍN Y JERGA: PROCESOS PARALELOS1
AÍDA MENDOZA CUBA JUDITH GÁLVEZ: GÁLVEZ
RESUMEN
En el presente trabajo se describen los procesos fonológicos que han permitido la aparición de vocablos utilizados ampliamente en el habla llamada "popular"y en la jerga, difundida entre la gente joven y en diversos medios de comunicación. El estudio propone establecer la vigencia, en los cambios lingüísticos actuales, de procesos que tuvieron su origen en el latín vulgar y en los albores del castellano.
Palabras clave: Lenguaje popular; jerga; procesos fonológicos; elipsis.
ABSTRACT
This anide focuses on phonological rules at work in processes for ivord formation in late Latín and early Spanish which continué to be productive in present-day popular speech.
Palabras clave: Popular Speech; Phonological Processes; Phonetic Elipsis.
1 Las fuentes para este artículo provienen de observaciones de las autoras; del material analizado por Judith Gálvez (2002); de ejemplos tomados de los medios; y de aportes generosos de nuestros estudiantes de lengua. Las autoras de este artículo lian intervenido en diversos estudios en torno de la descripción y análisis de las formas que adopta el lenguaje popular. En cuanto al latín, los datos provienen principalmente de Menéndez Pidal (1960), Resnüc (1981) y otros textos de historia de la lengua castellana.
FABtfi' A(DA MENDOZA CUBA / IUDITH GAiyiz GÁLVEZ
Uno de los rasgos esenciales del lenguaje humano es su constante transformación y renovación, casi como lo que ocurre con los organismos vivos. Puesto que su supervivencia depende de los hombres que las utilizan, las lenguas tienen un origen, evolucionan y se enriquecen mientras estos las usan como medio de comunicación. Des-afortunadamente, por razones de orden extralingüístico, también se debilitan y perecen si dejan de tener utilidad. ¿Ha sido este el caso con el latín? Si nos concentramos en algunos fenómenos que finalmente dieron forma al castellano, veremos que el nuevo rostro es una imagen que a pesar del paso del tiempo se nos presenta siempre remozada. Indagamos y descubrimos que evolucionó y cambió, pero nos sentimos tentados a decir, como lo han dicho ya muchísimos investigadores, que el castellano es una prolongación del latín, descendiente directo, modificado en sus rasgos exteriores pero con la misma sangre, los genes básicos, el inocultable parecido del antepasado.
Las diversas transformaciones que han delineado el rostro actual del castellano (actual, teóricamente, pues, por principio, su fisonomía es pasible de cambios) provienen de lentas y pequeñas modificaciones que han tomado siglos para adquirir una cierta permanencia. En este artículo nos proponemos echar una mirada a algunos cambios con el propósito de mostrar cómo algunos de los procesos y las reglas que permitieron el paso del latín al castellano continúan vigentes en el lenguaje nuestro de cada día.
Los procesos a los que nos referiremos pertenecen al plano fonológico. Aparentemente, son universales y ya se daban, por supuesto, en latín, en esa modalidad de habla oral, vivida y contestataria, que los historiadores llamaron sermo vulgaris, o discurso de la plebe. Los cambios que detectamos hoy en día nacen en la variedad popular del castellano, y en ese subconjunto de esta misma habla, llamado jerga, seguramente al interior de un sector mayoritario al que menos
130
LATIN Y JERGA: PROCESOS PAHAIBLOS
le interesa mantener las formas inamovibles de la escritura. Pero quizás no necesariamente2. También se originan en la experiencia de quienes advierten que el lenguaje popular, desenfadado y abierto, proporciona oportunidades de renovación y expansión.
Así como en el pasado se estatuyó un appendixque registraba los barbarismos que aparentemente afeaban el latín, así también modernamente hay voces que buscan legislar en materia lingüística, prohibiendo modalidades perfectamente aceptables si las observamos como manifestaciones de la vida de las lenguas. En ninguno de los casos, las academias pudieron (podrían) penar las innovaciones hasta el punto de impedir su avance.
Desde los tiempos del latín hasta nuestros días se ha tratado de establecer una cronología de los cambios. Siglos de investigación han permitido conocer, casi con absoluta certeza, los pasos del desarrollo de diversos estados de lengua, al estado de lengua, aparentemente estable, que conocemos. Para llegar a este estado casi todas las palabras sufrieron modificaciones múltiples. En el caso de la jerga, los hablantes recurren solo a algunos de estos procesos y, como lo veremos, por lo general los términos se ven afectados por la influencia de reglas mucho menos complejas que las que funcionaron en latín.
2 Se hace cada vez más difícil restringir la jerga a los sectores delincuenciales o juveniles, o informales, aunque allí pueda estar su origen. Es práctica coloquial en todos los niveles socioeconómicos. Un ejemplo: En la jerga política peruana se na puesto de moda el término "chorreo" equivalente a "recuperación económica" para sectores que no gozan de recursos permanentes. No es raro escuchar: "En Lima el 'chorreo' no es tan evidente porque éste se ha concentrado en la sierra", en boca de comentaristas políticos o de altos funcionarios del Ministerio de Economía. O en la columna periódica de un ex ministro de Educación, leer: "El desprestigio de la política hace que el interesado sea básicamente un mirón... Participar, embarrarse'... es la única salida. El único antídoto contra la pendejada".
131
FABLÜ/ ATDA MENDOZA CUBA / TuprrH GÁLVEZ CALVEZ
Procesos fonológicos
En teoría, los cambios fonológicos están relacionados con variaciones en la forma de los significantes. Estos cambios pueden pertenecer a dos grandes clases: a) cambios que implican la transformación de los segmentos fónicos; y b) cambios relacionados con la reestructuración de la sílaba, debido a procesos de inversión de segmentos o de adición o supresión de segmentos.
En latín existió una riqueza de cambios que afectaron la estructura interna de los segmentos. Esto significa que los segmentos fónicos, alterados sus rasgos constituyentes, se modificaban transformándose en diversos "nuevos" segmentos; es decir, se dieron variaciones en la forma y en el número de los fonemas. Consonantes y vocales del sistema fonológico latino se transformaron en vocales y consonantes del romance inicial. Las modificaciones que actuaron dependieron, cuando no existieron otros factores externos, de modificaciones al interior del sistema. El contacto entre segmentos produjo la mayor cantidad de cambios. Estos contactos, contiguos o no contiguos dentro de la palabra, permitieron diversas asimilaciones, disimilaciones y fusión de segmentos.
Cambios al interior del sistema
Los fenómenos que analizaremos en castellano popular, están referidos a las transformaciones que se expresan en una nueva estructura silábica. Pero estos cambios no implican la aparición de segmentos nuevos en el sistema ni la transformación de unos en otros. En el paso del latín al castellano sí se dieron tales casos y por eso allí hablamos de evolución. Es decir, los cambios tuvieron un efecto. Aparecieron o desaparecieron vocales y consonantes, por lo que el sistema anterior se modificó y dio paso a uno nuevo, y aun cuando algunos segmentos aparentemente eran los mismos desde el punto
132
LATÍN V JERGA: PROCESOS PARALELOS
de vista fonético, el hecho de ser parte de otro sistema los hizo diferentes. Los cambios a los que nos referiremos en el uso de la jerga sólo significan que aparece otro registro, pero no otra lengua. Según la terminología de Hockett, los cambios evolutivos podrían ser llamados centrales, mientras que los cambios fonéticos, aunque tengan una configuración fonemática, son periféricos. Queremos mostrar esta gran diferencia con lo que ocurrió en latín con unos ejemplos.
Mientras que en general, las consonantes dobles en latín se hacen simples en romance (bucea —> boca, littera —> letra, etc.), la doble / latina (en latín 11) se palataliza. Por ejemplo, caballu —> caballo, por reducción de dos [I] a un solo fonema palatal 1X1. Es cierto que la palatal IXI tiene otros orígenes, pero venga de donde venga, un nuevo segmento pasa a integrar el repertorio fonológico de la nueva lengua, que ahora tiene /I/ y 1X1 como fonemas. Se ha producido en este caso una reestructuración fonológica. Esto ocurre con la palabra pellizcar. Esta vendría aparentemente de *vellicicarey esta, a su vez, de vellicare. Luego, por influencia de pellis piel', cambió a *pellicica-re. Un caso donde I + I = [X] (un sonido palatal).
También pasó en latín que palabras que tenían kl intervocálica, al sonorizarse adquirieron d (como vita —> vida y rota —> rueda) pero el significante I Al del romance fue sólo uno con la otra lál que el romance también adquirió del latín. (Por ejemplo cauda —> coda)?
En el proceso recreativo de la jerga puede hacerse una analogía con la adopción de la Ichl de cholo cuando este sonido se intercambia con los sonidos iniciales de Hollywoody Toledo, de donde [chó-libut] y [cholédo]. Los significantes originales, por analogía con cier-
3 Ningún caso como este ocurre ahora. Un sonido puede reemplazar a otro pero aun cuando su uso sea muy extendido, no hay alteración alguna en el sistema. La misma palabra pellizcar se pronuncia con una variación de nasalidad [pefiiskar] pero esto no significa que la palabra popular sea considerada
...