La gestión de un rápido crecimiento

La gestión de un rápido crecimiento:

La iniciativa empresarial más allá de la iniciativa.

Es la habilidad de los emprendedores, la que mediante procesos creativos e innovadores, han ayudado a crear soluciones para diferentes necesidades de la sociedad, y de esta forma crear nuevos paradigmas de organización y gestión. Timmons, nos recomienda que esto realmente podrá hacerse, si hacemos a un lado toda práctica típica de las grandes industrias, que no sean flexibles y tampoco tengan apertura hacia la creatividad. Ya que con esto, sólo desaparecen los todos criterios básicos de los componentes de la iniciativa empresarial como: creación de valor, oportunidad de crear y aprovechar la escasez de los recursos, las estrategias de usar únicamente los recursos y medios que se tienen al alcance, el verdadero trabajo en equipo, etc.

Una característica importante de las empresas emprendedoras que ayudan a su rápido crecimiento, son los niveles jerárquicos que muestran: planas y con una o dos capas y siempre flexibles, siempre integrados en torno al cliente.

Los líderes emprendedores no son administradores o gerentes.

Los lideres emprendedores no piensan y actúan como administradores o gerentes, están más centrados en reconocer y seleccionar las oportunidades que los harán crecer, asignar los recursos, motivar a los empleados y mantener el control fomentando al mismo tiempo las acciones innovadoras que hacen que la empresa siga creciendo.

El efecto de estancamiento del capitalismo, se debió a la enseñanza del viejo estilo de gestión que recibieron legiones de MBAs en las décadas de los 50, 60, 70 y principios de los 80. Ahora, mediante un plan de estudios completamente nuevo, con una enseñanza muy acorde con el modelo conceptual del proceso empresarial de creación de nuevas empresas, que descarta completamente el enfoque tradicional, pero que si tiene una aplicación inmediata y muy relevante con el proceso empresarial.

Las etapas de crecimiento.

Son muchas las fuerzas que limitan la creatividad de los fundadores y el equipo a cargo, causando confusión y animadversión por las funciones, responsabilidades y metas, que requieren de especialización y por consiguiente erosionan la colaboración, ya que requieren operar mecanismos y controles y más, y esto es aún más riesgoso cuando sabemos que los administradores de las empresas emprendedoras son relativamente inexpertos en el lanzamientos de empresas nuevas, sin embargo se enfrentan a situaciones donde el tiempo y el cambio se complican, y donde los eventos no son lineales o paramétricas. Por lo general, las estructuras, procedimientos y los patrones son inestables, y la toma de decisiones tiene que seguir patrones intuitivos y poco convencionales.

Timmons, menciona la caracterización que Ed Barrón hiciera respecto a las etapas de una empresa, con la que nos ayuda a identificar el tipo de decisiones a tener en cuenta en el crecimiento de una empresa:

Wonder: Período lleno incertidumbre sobre la supervivencia de la empresa.

Blunder: Etapa de crecimiento, en la que mayor es la probabilidad de tropezar y fracasar.

Tunder: Es reconocida cuando se produce un crecimiento sólido, y la organización tiene un equipo directivo sólido.

Plunder: Cuando se tiene un flujo de caja permanente y sólido.

Asunder: La empresa tiene que renovar para evitar su liquidación

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