Leyes De La Marca

3. Ley de la comunicación

Uno de los errores más grandes que cometen las grandes empresas, es tratar de dar a conocer su marca a través de estrategias de publicidad, que la mayoría de las veces no causan algún interés en los consumidores y mucho menos a los medios de comunicación para difundir aún más el mensaje como una forma de propaganda.

Lo que hoy en día buscan los medios de comunicación es que se creen nuevas empresas, o bien, nuevas marcas con un concepto muy diferente al que ya tiene la competencia o existe en el mercado; algo tan innovador y diferente que al mismo tiempo sea líder, la número uno en la categoría del producto o servicio que ofrezca. Es entonces cuando podemos decir que las marcas “nacen no se hacen”, dichas marcas son las que hacen la diferencia en el mercado, sin tratar de imitar a los ya existentes, lo único que necesitan no son costosos anuncios publicitarios, sino buenas estrategias de relaciones públicas, para que a través del WOM (boca en boca) la marca hable por sí sola, es entonces cuando los medios de comunicación las buscaran por el hecho de causar curiosidad a los consumidores y por tanto será noticia.

Es muy cierto el decir que las marcas se crean con relaciones públicas y se mantienen con publicidad y no al contrario como la mayoría de las empresas piensan, es por ello que despilfarran cuantiosas sumas de dinero por anuncios publicitarios que a corto plazo, simplemente son una marca más del montón.

4. Ley de la publicidad

Ahora bien, la regla principal para el lanzamiento de una marca es: primero comunicarla y mantenerla en la mente para que posteriormente se le dé énfasis a la publicidad.

Esta regla sucede de la siguiente manera: una vez que el lanzamiento de una nueva marca de cierta categoría de productos o servicios ha sido comunicada mediante el uso de las relaciones públicas y el consumidor ya tiene conocimiento de ello, el paso siguiente ahora si es la publicidad; esto es con la finalidad de recordarle constantemente a los consumidores que la marca allí está. Otro de los objetivos primordiales de la publicidad es mantener a los clientes que ya se tienen para evitar perderlos y defender el posicionamiento que ya hayan conseguido.

Efectivamente, financiar campañas publicitarias genera demasiados gastos, el grave error de los empresarios es que por tratar de ahorrar dinero omiten la tarea de publicitar la marca, y lo que literalmente creen que han ahorrado más tarde se ve reflejado en las pérdidas de mercado y por tanto, las ventas declinan.

Una campaña publicitaria no es un gasto más, sino es un seguro contra riesgos de perder parte del mercado o contra las fuertes amenazas de la competencia.

La principal fuente de éxito en la publicidad de la marca, no es que sea simplemente el mejor, porque eso lo dicen todos; sino que dé a conocer y demuestre su liderazgo y calidad con respecto a la competencia. Los consumidores no compran “el mejor producto” sino que buscan el producto que ofrezca mayor calidad.

5. Ley de la palabra

La tarea más difícil para cualquier mercadologo es asociar una palabra para una marca que realmente se quede en la mente de los consumidores potenciales y actuales.

Es fácil decir que esta ley solo pretende posicionar una simple palabra a una marca, pero en realidad es un reto muy difícil, dado a los factores de la competencia y lo difícil que es penetrar a los mercados. Ésta situación se tornaría más fácil, si las empresas primero pensaran en una palabra que será la clave para la creación de la marca, pensar cuales son los atributos que calificarían mejor o distinguirían al producto.

Un claro ejemplo de esta ley serían Telcel, Samsonite, Kleenbebé y Resistol. Los consumidores asocian a Telcel con “mayor cobertura” y su slogan lo respalda “Todo México es territorio Telcel” es por ello que a pesar de las vastas ofertas y promociones de sus competidores (Iusacell, Movistar y Nextel), Telcel sigue siendo el líder en venta de equipos celulares y planes de renta. Samsonite no solamente vende bolsas de para equipaje, sino que vende “seguridad”, “calidad” y sobretodo “prestigio”, que es la mayor causa para por la que los consumidores están dispuestos a pagar mucho más por esta marca que por otras.

Cuando vamos a la tienda a comprar pañales para bebé, lo primero que decimos es “dame un Kleenbebé”; o cuando vamos a una papelería por pegamento decimos “dame un Resistol”. Inconscientemente llamamos a estos productos por la marca conocida y no por su nombre genérico, y es entonces cuando notamos cómo éstas marcas se han

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