Los Caminos de un emprendimiento, desde el otro lado.

Camino de mi emprendimiento, desde el otro lado.

Por Patricio Avila Peña, Gerente General Platech SpA.

El sustento de todo emprendimiento radica en la persona y el conocimiento adquirido previo a y posterior a. Hay que ser capaz de notar cuales son las aptitudes, talentos, falencias y necesidades, tanto personales como del futuro mercado que se quiera atacar.

Pero vamos paso a paso, mi inicio en este camino se originó en una cancha de futbol. Junto a amigos de carrera nos dimos la oportunidad de juntarnos a debatir sobre innovación y los conceptos necesarios para entrar en el mundo del emprendimiento. La motivación es importante en todo el camino, da pie a que la proactividad surja y cree constantemente. La primera reunión fue genial, solo volaban ideas y se creaban nuevos conocimientos, los que sin previo aviso se transformaron en aprendizaje. Pero no lo vean obvio, no fue por la cantidad de información que adquirimos, fue porque nos dimos cuenta lo basura que eran. Si, cada proyecto es un futuro bebé, pero para que se logre fecundar es necesario que la idea se encuentre con su otro gameto, la teoría. Si cada proyecto da inicio a un nuevo organismo sustentado en uno anterior, podemos decir que es necesario evolucionar, sobrevivir y desarrollarse para mantenerse en carrera constantemente. Entonces demos paso al primer gran error, confundir una idea original con una oportunidad de negocio. Si una célula, un organismo o un animal, quiere trascender tiene, inicialmente que tener un futuro donde llegar, un fin, un porqué hacerlo. Tiene que existir una real necesidad por evolucionar y crear una nueva herramienta, si no, la naturaleza no se dará el tiempo ni gastará energías.

Entonces, volvamos la historia. Fuimos capaces de quedarnos con una idea, de buscar la teoría, de analizar todas las variables que veíamos en el momento, y nada pudo tirarlo a la basura. Ese era un buen comienzo. De aquí en adelante todo fue trabajo, mucho trabajo. En este punto, sobre todo al inicio todos quieren aportar, todos quieren dar su punto de vista, y todos creen tener la razón. Hablemos entonces del equipo y de los demás. Imaginemos una célula, cada parte de ella es un aporte, cada proteína cumple el rol de obrero y mano de obra para mantener la estructura y la mecánica de funcionamiento. Sin embargo, es una emprendimiento así? La respuesta es NO y aquí abordamos el segundo gran problema, No trabajar en equipo. Es tanto el trabajo que van a tener que hacer a lo largo del tiempo, que si desde un comienzo no se aprende, cada vez costará más. Créanme que nadie es más importante que otro, todos tienen trabajo que hacer, siempre y cuando el equipo este equilibrado. Por lo tanto, para confiar en tu equipo, debes hacer uno bueno, capaz y objetivo. Sin embargo, tu equipo no será el único que de opiniones, mientras más ayuda pidas, mientras más leas, más experiencias tendrás en tu cabeza. Entremos en el 3er y 4to error, dos y muy importantes a modo personal, Fijarse y temer por los errores que otros ya han cometido y no admitir los propios. Seamos honesto, a nadie le gusta admitir los errores, pero sabemos que es muy necesario. ¿Qué pasaría si una célula vivera según lo que sus compañeras hacen? ¿Y si célula mejor amiga se tira de un quinto piso? O sea, ¿le da por enfermarse? ¿O le da por multiplicarse indiscriminadamente?, eso, eso se conoce como cáncer. Y déjenme decirle que durante el desarrollo de su proyecto verán muchos tipos de cáncer. Desde empresas que harán de todo por seguir adelante, tal cual la célula cancerosa que solo quiere sobrevivir, pero que termina matando al organismo en el que se encuentra. O los emprendedores que multiplican y multiplican sus comentarios, sus conocimientos, sus opiniones, y se llenan de elogios, sin tener sustento real de la gran propuesta con la que partió su proyecto, sin tener demostración empírica.

Bueno, sigamos. Nos enfrentamos a estos tipos de cáncer, muchas veces, vimos muchos errores, y experimentamos otros, pero siempre fuimos capaz de solucionarnos a nuestra manera, evitando tropezar con la misma piedra, sin copiar a otros, solo aprendiendo de sus experiencias.

Fueron esas las experiencias que me llevaron a validar con el mundo del emprendimiento nuestra idea, no solo con la teoría. Llevé mi proyecto aún en gestación, a concursos universitarios, en los que sufrí un montón tratando de explicar que era lo que quería hacer, porque era tan necesario cubrir esa necesidad y porque a alguien no científico le podría interesar. Donde fui capaz encontrar el 5to error, El enfoque equivocado. Una cosa es tener una buena idea, con gran sustento, con buen equipo de trabajo, cubriendo una gran necesidad, pero, si nadie entiende como lo quiero hacer o no tengo claro los canales que tengo que seguir, ¿de que me sirve lo anterior? ¿Daré vuelta en círculos hasta que una buena persona me mire con cara de espanto y me quiera ayudar? ¿o simplemente lo dejaré a la suerte y perderé tiempo? Es

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