Mitos Y Realidades De España

España (o Reino de España en tratados internacionales y como nombre protocolario) es un país soberano, miembro de la Unión Europea, constituido en Estado social y democrático de derecho y cuya forma de gobierno es la monarquía democrática parlamentaria.

Su territorio de 504,645 kilómetros cuadrados es el cuarto país más grande en Europa (después de Rusia, Ucrania y Francia) y está organizado en 8 comunidades autónomas (cada una con su capital) conformadas por 17 provincias en total:

Galicia: La Coruña, Lugo, Orense y Pontevedra. Capital: Santiago de Compostela

Principado de Asturias: Asturias. Capital: Oviedo

Cantabria: Santander. Capital: Santander

País Vasco: Álava (capital Vitoria), Guipúzcoa (capital San Sebastián) y Vizcaya (capital Bilbao). Vitoria es la sede de las Instituciones comunes de la Autonomía, pero la Capital oficial no está determinada por ley.

Comunidad Foral de Navarra: Navarra. Capital: Pamplona.

La Rioja: La Rioja. Capital: Logroño.

Aragón: Huesca, Zaragoza y Teruel. Capital: Zaragoza.

Cataluña: Barcelona, Tarragona, Lérida y Gerona. Capital: Barcelona

Y dos ciudades autónomas: Ceuta y Melilla.

Su capital es la villa de Madrid. Se considera un país transcontinental, es decir, que tiene territorio en más de un continente. En este caso, su mayor territorio (la Península Ibérica y las islas Baleares) se encuentran en Europa. Otros territorios españoles como las Islas Canarias, las islas Alhucemas, el Peñón de Vélez de la Gomera y la ciudad de Ceuta se encuentran en el continente africano. Colinda con los países de Francia y el Principado de Andorra al norte, con Portugal al oeste y con el territorio británico de Gibraltar al sur. En sus territorios parte del continente africano, colinda con Marruecos. Comparte la soberanía de las isla de los Faisanes con Francia.

Su población (al año 2013) está constituida por 47,129,783 habitantes y ocupa el lugar 27avo a nivel mundial.

Su idioma oficial predominante es el castellano o español y es hablado por el 89% de su población. Otros idiomas cooficiales en España son: el Catalán o Valenciano, el Gallego y el Vasco. Sus lenguas vernáculas (salvo el Vasco) pertenecen al sub grupo de lenguas ibero-románticas de las lenguas romances, dentro de la familia de lenguas indoeuropeas. Otras lenguas no oficiales son el Aragonés y el Asturleones como las más conocidas, entre otras.

La cultura española tiene sus raíces en las influencias que los diferentes pueblos han dejado tras su paso por la península a lo largo de los siglos. Además la historia, el relieve montañoso y los mares que la circundan han contribuido significativamente en la formación de la cultura actual.

Aunque hay un patrimonio cultural común a todos los españoles, la marcada singularidad de sus regiones ha dado lugar a diversas manifestaciones culturales a lo largo de su geografía. Esas manifestaciones han tenido reflejo en todos los campos: el arte, las tradiciones, la literatura, las lenguas y dialectos, la música, la gastronomía, etc.

Su orografía ha ayudado a configurar la cultura del país. En el norte, sus montañas han facilitado la conservación de su lengua y costumbres. Hay una fuerte tradición marítima, por el hecho de ser una península. El transporte aéreo ha facilitado que las playas del mar Mediterráneo, especialmente las de la Costa del Sol, alberguen a millones de turistas todos los años.

Son típicos los patios en edificios y plazas públicas, donde la gente se concentra para charlar y pasar el rato. En muchas ciudades, la diversión se caracteriza por tener lugar en las terrazas al aire libre. Las tradicionales verbenas son otra manifestación cultural y social que, con la llegada de la primavera y el verano, se celebran al aire libre en muchas localidades. La presencia de fuentes, la cerámica en las tejas de los tejados y el uso decorativo de los azulejos son tradiciones heredadas de los musulmanes. El mismo idioma español constata una gran influencia árabe.

La geografía, la cultura y el clima han creado una cocina muy variada en recetas y estilos culinarios. Gran parte de esa influencia se debe a la tradición judía y morisca. El pescado es parte importante en la dieta de los españoles; La carne, no obstante, suele ser más habitual en el interior.

El arte típico que identifica a España en el mundo es el Flamenco. Se compone de dos variantes: Música y Baile. En la música, el Cante y la Guitarra ocupan el papel fundamental, aunque existen otros instrumentos (como la percusión) y acompañamientos (como las palmas). El baile es muy expresivo y cada parte del cuerpo ha de moverse de forma coordinada.

Otra tradición clásica española, y a su vez controversial, es la Fiesta Brava o los Toros. Un espectáculo muy diferente a todos los demás, en donde el torero realiza su faena a través de la lidia de un toro, que al final por lo general, acaba dándole muerte.

Existen otras muchas tradiciones en España, muchas motivadas por temas religiosos, y otras más por diversas razones; tales como: el Rocío, donde se venera a la Virgen del Rocío y en donde el folclore y alegría se mezcla con religiosidad en una curiosa y colorida combinación de flamenco; la Tomatina; la batalla de tomates más grande del mundo; y así muchas otras.

Hablando de religión, el catolicismo es tradicionalmente y con mucha diferencia, la confesión más numerosa en España. Según datos del Centro de Investigaciones Sociológicas, en 2013 un 73.1% de la población de España se considera católico. Sin embargo, la población española es actualmente poco practicante en su conjunto. Así mismo en 2013 el 23,6% de la población no se reconoce en ninguna religión (definiéndose como ateos o no creyentes). Existen también minorías islámicas, protestantes y ortodoxas, cuyo número se ha incrementado recientemente debido a la inmigración.

En cuanto a la situación laboral en España, mitos y realidades, podemos empezar a hablar un poco del contexto económico y social de dicho país en los últimos años.

El 1ro de enero de 2010 España asumió la presidencia del Consejo de la Unión Europea por seis meses. La situación era bastante diferente a la última vez que lo había hecho, en 2002. En aquel 2002, la economía española estaba en plena expansión, una expansión que duraría 14 años en donde aumentó su ingreso per cápita y logró situarse a niveles de Francia, Italia y Japón. Atraídos por esa bonanza, 4.5 millones de personas

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