PROCEDIMIENTOS PARA ESCOGER UNA EMPRESA CONSULTOTA-PROTOCOLO

INTRODUCCION

La red vial de Nicaragua, tiene especial importancia como base para el progreso y bienestar económico y social de las regiones y es un valioso patrimonio nacional que debemos cuidar y preservar para tener mejor transitabilidad satisfactoria para los usuarios que utilizan las carreteras como medio de traslado.

El Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) y el Fondo de Mantenimiento Vial (FOMAV), tienen como una de sus principales actividades, la ejecución de proyectos viales llevándolos a cabo a través de sus Direcciones Técnicas, tanto en su etapa de estudios de ingeniería y supervisión, como en la construcción de los mismos. Actúa como Organismo Contratante en todas las obras Publicas viales del país, tanto así que Nicaragua se ha visto compensada con una red vial que es soporte y base fundamental para el desarrollo agropecuario nacional, considerado como la principal fuente de riqueza del país.

Cuando se analiza el proceso de desarrollo de cualquier nación, se llega a comprobar que los planes de inversión en proyectos de infraestructura e industria, son en muchos casos derivados de actividades propias del Dueño o Ente quien representa al país y que pone en marcha estos proyectos de obras viales.

La utilización adecuada y creciente de los servicios de consultoría, permite tanto al sector publico como privado un adelanto mas acelerado y eficiente de sus programas, en conjunto con las experiencias y criterios que le proporcionan una evaluación mas racional y objetiva de los proyectos que le supervisan al Dueño de la Obra (Gobierno de Nicaragua).

Nicaragua actualmente es un país en vías de desarrollo, que depende de la cooperación que le brindan los países donantes, así como también del financiamiento a largo plazo que le ofrecen los Organismos Financieros Internacionales, como el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Los préstamos dados por dichos Organismos están destinados a dar solución a necesidades y políticas de crecimiento económico para la mitigación de la pobreza.

El prestatario, es decir el Gobierno de la República de Nicaragua a través de Instituciones como es el Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) y el Fondo de Mantenimiento Vial (FOMAV), define las prioridades, planes y políticas en el área del transporte y la construcción. También es responsable de proveer un adecuado programa de gestión y conservación vial, sino se cuenta con un programa adecuado para preservar el estado físico y técnico de las carreteras, se pierden las inversiones realizadas en la construcción de las mismos, la cual repercute en emplear mayores recursos para rehabilitar o reconstruir el camino, una vez que este se ha deteriorado por falta de mantenimiento, al igual se incrementan los costos de operación vehicular y de pasajeros.

El mantenimiento vial es el conjunto de actividades destinadas a preservar tanto a corto, mediano y largo plazo, la condición de las vías, para prevenir su degradación y lograr así prestar un servicio adecuado y permanente. Incluye todo lo necesario para conservar las condiciones de las vías, el refuerzo de su estructura, los puentes y la señalización.

ANTECEDENTES

La consultoría vial en Nicaragua, ha tenido una gran expansión desde hace 49 años dando a inicio a fines de los años 60, al incrementarse la aplicación de principios científicos y la masiva competencia en campos especializados en estudios de consultoría y supervisión de proyectos viales, esto desde entonces trajo como consecuencia la industrialización de casi todo el país.

El apoyo de financiamiento externo como, es la del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial (BM), Banco Centroamericano de Integración Económica (B.C.I.E), Agencia Internacional para el Desarrollo (A.I.D) y otros Organismos Internacionales, hacia los países de la región Centroamericana implementaron planes de superación socio-económica, lo que requirió el empleo activo y constante de servicios de supervisión de Obras de Mantenimiento Vial.

El primer paso para el desarrollo de la consultoría, se dio en el año 1964 al iniciarse a nivel Centroamericano un Estudio de Transporte, en el cual participo como asociada de una firma extranjera, una de nacionalidad costarricense, y en ese mismo año, se constituye la primera empresa consultora nacional en Nicaragua, época en la que se iniciaban trabajos de estudios de suelos y materiales por contrato, esta empresa es conocida actualmente LAMSA Ingenieros Consultores. Posteriormente, con la actitud firme del Banco Centroamericano de Integración Económica (B.C.I.E), Agencia Internacional para el Desarrollo (A.I.D) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de ayudar en forma efectiva al desarrollo de la consultoría en Centroamérica, se fueron superando problemas que tenían en ese entonces las empresas consultoras nacionales en el campo vial.

En 1968 se formo el primer Consorcio a nivel Centroamericano de firmas consultoras denominado Consorcio Centroamericano de Consultores (COCECO), para trabajos viales, conformado por tres empresas, una de origen Nicaragüense “Cisneros y Conrado Co Lda.”, otra de origen Costarricense “Baltodano-Echandi-Lara” y la ultima de origen Hondureña “Rivera Membreño-Bogran”.

En marzo de 1998 con fondos del BID y del Banco Mundial, en el Ministerio de Transporte e Infraestructura, se originó un proyecto para la creación de un organismo aplicado exclusivamente, al mantenimiento de la red vial nacional, como la solución más viable y óptima proteger, conservar y aumentar el desarrollo socio-económico de nuestro país.

JUSTIFICACION

La red vial es un patrimonio nacional, el cual es necesario: proteger, conservar, aumentar y mejorar; para apoyar el desarrollo socioeconómico de nuestro país. La actividad de mantenimiento, constituye un factor determinante que garantiza la operación satisfactoria del transporte durante la vida útil de los caminos; en sus diferentes modalidades. La ausencia de un mantenimiento preventivo y de un mantenimiento correctivo tardío, conduce a que la inversión realizada sufra una depreciación más acelerada, acortando su vida útil; obteniendo un grado de aprovechamiento menor que se traduce en una disminución

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