Porque Los Semilleros De Investigación Son Buenos

En la sociedad del conocimiento estamos alejados de lo valioso que es para nuestra carrera profesional o en su defecto para la cultura general de cada uno un estudio científico en todos los aspectos es decir, la importancia tan grande que haría investigar frecuentemente, lo que trasformaría una humanidad entera y que el estudiante comprenda que investigar es un proceso unido a la formación, es por ello que la educación debe concebirse desde la integralidad, pues allí la persona recibe bases para la formación del pensamiento y el desarrollo de la sensibilidad y sociabilidad humana que le permitirán actuar ante las diversas situaciones que se le presente.

Las capacidades investigativas de los estudiantes se fortalecen solo a través de la investigación misma, del aprender – haciendo, en un ambiente de trabajo colectivo para la búsqueda de alternativas, donde prime la interdisciplinaridad, la colaboración y la armonía de trabajo en equipo, como tolerancia y el respeto a la diferencia. A su vez la universidad debe ser un espacio en donde deberían promover los semilleros de investigación como un espacio a la formación y así identificar los trabajos de grado como principal estrategia para fortalecer en los estudiantes la capacidad investigativa y así contribuir al desarrollo del conocimiento y generar impacto en el medio productivo.

La implementación de los semilleros de investigación en las universidades le generan al estudiante y docentes un aprendizaje autónomo y creativo, a plantear problemas, formular hipótesis, diseñar una buena metodología, trabajar en equipo en cualquier circunstancia y discutir los resultados de cada trabajo investigativo. Un considerable aporte al proceso de investigación es el aprendizaje basado en problemas el cual es un método donde el estudiante adquiere un conocimiento a partir de su participación en el hallazgo y la determinación del significado, este aprendizaje facilita la exploración y a su vez ayudan a ejercitar en sus integrantes la comprensión de enigmas, el cual es una base fundamental sobre la que actúa la investigación.

¿Y como aquellos semilleros de investigación llegan a funcionar en un establecimiento académico o fuera de este? Para que este modelo marche a la perfección se requiere la voluntad y disposición de dos elementos humanos: el maestro y el estudiante. El maestro como gerente de una organización que modela estructuras mentales, que genera autoestima, ética y responsabilidad, que potencia la creatividad y la innovación, y que crea y recrea conocimiento. El estudiante, quien desde el punto de vista de sus inquietudes, su predisposición y su avidez natural se cuestiona por lo que no conoce.

Una buena pedagogía dice que el estudiante no solo se debe quedar con la información que le imponen en un aula y repite lo que su docente le dice si no que debe ir en busca de nuevos retos, en la generación de espacios de reflexión que

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