Porque fracasan los países, aplicado a colombia.

Ensayo: “porque fracasan los países”

Luis Abel González Hernández

* Mauricio García Alejo

Corporación universitaria minuto de dios

Facultad de ingeniería

Ingeniería industrial

Bogotá, Colombia

2016

*Profesor

Ensayo: “porque fracasan los países”

Qué tan complejo puede llegar a ser, responder el ¿por qué fracasan los países?, Para poder llegar a una respuesta debemos entrar a detallar y pensar en las variables que llevan a que un país fracase. Dentro del texto “por qué fracasan los países” podemos observar como en cada situación nombrada existía un conjunto de factores comunes, la desigualdad,  la cual fue una catapulta que llevo a que el pueblo y la sociedad se levantara en contra de la monarquía - reinos y todo aquel que vulnerara  los derechos de los demás o que solo pensara en el bien personal, Acemoglu y Robinson (2013); la carencia de un sistema político y jurídico limpio y la falta de disciplina.

La desigualdad mundial es la enfermedad del siglo XXI, ya que la mitad de las riquezas del planeta está en manos del uno por 100 de la población mundial; como si la riqueza fuera un pastel partido en dos y el uno por 100 más rico se apropia de una mitad mientras la otra corresponde al 99 por 100 de los habitantes del mundo (López, 2014).

En estos momentos la desigualdad en el mundo es muy preocupante, ya que la relación entre una persona rica y una persona pobre es cada vez más notoria “amplia”. La cual no solo se está encontrando en países sub desarrollados y emergentes como el nuestro, sino a su vez, aunque no lo parezca, en países desarrollados en donde el fenómeno cada vez es más notorio. Sin embargo, el fenómeno en países desarrollados  ocurre en  menor escala en comparación a los países  sub desarrollados (López, 2014).

En el caso de Colombia, la desigualdad impera en el país, según Alfredo González especialista en desarrollo humano (“Colombia”, 2014). Esta afirmación se puede comprobar, según datos del Informe sobre Desarrollo Humano que presenta el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el cual expresa que  Colombia se encuentra en el puesto 12 en mayor desigualdad del ingreso entre 168 países (“Colombia”, 2014).

Este puesto es causado a la alta desigualdad que “se ve entre géneros, acceso a la educación, a la salud, entre otros” (Colombia”, 2014), y muestra que así el país trabaje en algunos aspectos de la sociedad y del bien común, sus brechas en algunos aspectos son cada vez más amplias.

Por otro lado, otro fenómeno o factor que causa que un país emergente no se convierta en uno desarrollado, es la carencia de un sistema político y  jurídico limpio (Warren Song, 2014). Dicho factor  se asocia con las burocracias presentadas en Gran Bretaña y Francia las cuales nos dan un panorama claro de que siempre y cuando, el poder esté en manos de personas que buscan un bien común pasando por encima de los demás, no se llegara a un desarrollo (Acemoglu & Robinson, 2013)

Comparando lo que dice Warren Song con Colombia, el sistema político y jurídico no se percibe en su totalidad, como un sistema limpio. Ya que según el Barómetro de las Américas, el cual busca medir la percepción que tienen los cuidadnos sobre la democracia y las instituciones de su país, Colombia ocupa el segundo puesto, después de Venezuela, de ser el país con el mayor índice de corrupción del continente (Cantillo, 2015). Lo cual indica que cada vez sus ciudadanos se siente inconformes con sus sistema y perciben un nivel de corrupción alto en sus instituciones, lo que causa cierto impacto en el desarrollo del país (Cantillo, 2015).

Ahora bien, no solo la desigualdad y la falta de un sistema político limpio causan que un país no sea desarrollado sino también la insuficiencia en la enseñanza de valores transcendentales como lo es la disciplina. La disciplina como valor  es definida como “la capacidad de actuar ordenada y perseverantemente para conseguir un bien. Exige un orden y unos lineamientos par a poder lograr más rápidamente los objetivos deseados, soportando las molestias que esto ocasiona” (Disciplina, s.f.).

Por lo tanto, dicho valor de una u otra manera es aquel que ha permitido que algunos países alcancen el desarrollo, como es el caso de Japón. El cual ha conseguido en tres décadas  lo que otros países han intentado conseguir en seis  (Warren Song, 2014), y sin duda alguna ha sido gracias a la disciplina. Este valor ha sido tan transcendental en su cultura, que ha llegado a ser  resumida en una frase popular, que dice “tarde o temprano la disciplina vencerá la inteligencia”.

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