¿Qué Es Una Estrategia?

Uno de los conceptos clave para lograr la preferencia y permanencia de una empresa en el mercado es la estrategia. Al respecto existen muchas aseveraciones sobre lo que es y lo que podría pensarse que es.

La estrategia es la creación de una posición única y valiosa que involucra un conjunto diferente de actividades, las cuales deben estar relacionadas y enlazadas entre sí, cuyo éxito depende no sólo de realizarlas bien, sino del nivel de integración que exista entre ellas. Aquí es donde radica la verdadera estrategia distintiva de una empresa y su sustentabilidad.

Toda buena idea puede ser imitada rápidamente. Actualmente, gracias a prácticas como el benchmark, muchas empresas compiten entre sí imitando e igualando conceptos como calidad en el servicio y diversidad de productos. Sin embargo, esto no genera una estrategia real, ya que únicamente se involucran en un juego en el que se homogeneizan prácticas y no se crea una ventaja competitiva que las identifique, la cual nace de un único sistema de actividades que aprovecha y compromete los valores individuales de cada actividad al servicio de la estrategia corporativa.

La estrategia competitiva, en cambio, consiste en ser diferente. Significa la selección deliberada de un conjunto de actividades distintas para entregar una mezcla única de valor, la cual debe ser flexible y evolucionar, sin perder de vista la sinergia que la integración de sus actividades genera.

La esencia de la estrategia radica en la realización distinta de las actividades, eligiendo aquello que no se hará y evitando una visión desinformada de la competencia, caer en errores organizacionales y anteponiendo el deseo de crecer.

Una vez lograda una estrategia competitiva, la administración vuelve a la tarea más sencilla de supervisar funciones independientes, mientras que la eficacia operacional determina el desempeño relativo de la organización.

La eficacia operacional es necesaria pero no suficiente. Significa realizar las mismas actividades mejor que los rivales y se refiere a un número variado de prácticas que permiten a una empresa hacer mejor uso de sus insumos, disminuyendo, por ejemplo, los defectos de los productos o desarrollando mejores productos con mayor rapidez.

Por el contrario, el posicionamiento estratégico implica realizar actividades diferentes de aquellas de los rivales, o bien realizar actividades similares de manera diferente. Las posiciones estratégicas se basan en: la variedad, las necesidades y/o en el acceso.

El concepto de frontera de la productividad surge de la suma de todas las mejores prácticas existentes en un momento dado. Cuando una empresa mejora su eficacia operacional, se acerca a la frontera. Sin embargo, esta frontera está en continua expansión a medida que se crean nuevas tecnologías y enfoques de gestión y se hacen disponibles nuevos

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