Retos del envase y embalaje en la cadena logística

"Retos del envase y embalaje en la cadena logística"

A través de los años la logística se ha convertido en una parte fundamental del comercio y, es que sin duda alguna esta planificación ha adquirido el mayor peso en el transporte de las mercancías, a nivel nacional e internacional. Sin embargo, cuando hay una mala organización se presentan grandes trabas y se toman malas decisiones que llevan a pérdidas no sólo de dinero sino también de clientes, inclusive se daña la imagen de la empresa.

Una pieza clave dentro de la logística es el envase y el embalaje -sumamente importante para la carga de la mercancía-, estos son vitales para mantener y proteger el producto dependiendo de las condiciones en que se encuentren porque de estas dependen cómo será el tipo de envase y embalaje. Asimismo, juegan un papel muy importante pues además de ofrecer conservación durante el transporte ofrece seguridad. Ellos hacen que el producto tenga una buena presentación ante los consumidores o el cliente final.

Un producto no cubre el costo de su fabricación, ni genera un beneficio hasta que este llega al cliente en buenas condiciones, es decir, ni estropeado, ni maltratado, ni dañado y en un estado adecuado para cumplir el fin para el que ha sido destinado. El envase y el embalaje tienen como función primordial la de garantizar una llegada segura del producto a manos de su destinatario.

Si el producto no se encuentra en condiciones óptimas, la mercancía llegará en mal estado y el transporte será difícil, pero esto no lo es todo, de igual forma se debe emplear un buen manipuleo desde la carga en el punto de origen y hasta el punto de destino que se descarga, por lo cual deben hacerlo personas especializadas.

Hoy en día también nos encontramos con factores sociales y culturales, así como la mercadotecnia y la tecnología, que influyen en la elaboración del envase y la venta final del producto, las cuales buscan que la mercancía se entregue íntegra y con una imagen moderna. Para ello se emplean algunas técnicas; como menor peso y uso de energía hasta utilizar novedosos materiales. Por otro lado, se encuentran los consumidores (los más importantes), que en las últimas décadas se han vuelto más exigentes, pues no sólo buscan adquirir un buen producto sino también innovación en el envase.

Un producto con un envase distintivo llamará más la atención y será vendido mucho más rápido, no obstante, también se encuentran los gustos y preferencias de cada persona que son diferentes y son tan cambiantes que la industria tiene que actualizarse con más rapidez. Los cambios constantes atraerán nuevos consumidores y para que esto se logre las empresas y los vendedores se deben adaptar a las costumbres y estilos de vida que hay en todo el mundo. Como consumidores muchas veces elegimos un envase práctico, pero sin dejar de lado lo innovador, inclusive podemos comprarlo sin saber qué es lo que realmente contiene el envase.

En el mercado globalizado que estamos envueltos hay una fuerte competencia de productos, pues ya no basta que el producto sea bueno, el producto debe poseer un envase atractivo que transmita mediante este un mensaje y que incite al consumidor a comprarlo. Un punto a favor para que lo prefieran siempre será que el contenido esté en un envase biodegradable y a su vez se mantenga en buen estado.

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