Supervision Efectiva
lreyes192111 de Febrero de 2015
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I. Liderar y Supervisar
La supervisión es el acto de monitorear ciertas actividades de tal manera que se realicen en forma satisfactoria. Quien supervisa, generalmente se encuentra en una situación de superioridad jerárquica, ya que tiene la capacidad o facultad de determinar si la acción supervisada es correcta o no. La supervisión se utiliza sobre todo en el ámbito de las empresas donde suele existir el puesto de supervisor. En este sentido, la supervisión es una actividad técnica y especializada cuyo fin es la utilización racional de los factores productivos. El supervisor se encarga de controlar que los trabajadores, las materias primas, las maquinarias y todos los recursos de la empresa se encuentren coordinados para contribuir al éxito de la compañía.
Se entiende como liderazgo el proceso de influir en otros y apoyarles para que trabajen con entusiasmo en el logro de objetivos comunes. También, la capacidad de tomar la iniciativa, gestionar, convocar, promover, incentivar, motivar y evaluar a un grupo o equipo. Las organizaciones ayudan a fomentar la creatividad de las personas a través de un trabajo constante, desde la identificación durante cada una de las etapas del desarrollo de su talento. La falta de liderazgo o un “management” inadecuado inciden negativamente en la moral del personal, afectando en gran medida, su desempeño profesional.
Un líder no es aquel que únicamente tiene un conocimiento o experiencia determinada. Es aquel que tiene coherencia e imparcialidad, predica con el ejemplo actuando con integridad, conoce los objetivos de la organización y departamento al que pertenece. Pero además, los líderes son personas proactivas que saben motivarse y motivar a los demás, son buenos comunicadores y excelentes oyentes. La persona que lidera un equipo debe interesarse por el crecimiento y desarrollo profesional de todos sus colaboradores.
El secreto para ser un buen supervisor y tener contentos a los empleados se basa en una serie de sencillas directrices que cuentan con un rasgo común: tratar y respetar al trabajador como el ser humano que es.
a. Da libertad al empleado y mantenlo informado en todo momento- En primer lugar, el personal necesita libertad de actuación. Si no percibe un control constante, deja volar su imaginación, y con ello surgen multitud de ideas innovadoras dentro de la empresa. Para que esto se produzca, informa continuamente a los trabajadores de las metas y propósitos de la empresa y hazles partícipes de ellos para fomentar su implicación en los proyectos.
b. Desafíales constantemente con nuevos retos- De cara al trabajo diario, motivar a los trabajadores puede ser una tarea bastante difícil. Para esto, un buen supervisor debe ser consciente de que hay trabajos dentro de la empresa más fáciles de llevar que otros.
c. Sé cercano, comparte las inquietudes de tu plantilla- Otra cosa que ayuda a la hora de crear un buen clima para trabajar es ser un supervisor accesible. A los empleados les gusta trabajar para alguien que respeten y para admirar a alguien primero deben sentirse respetados. Habla con ellos sobre temas distintos al trabajo (actualidad del día, qué tal se encuentra la familia) y muestra predisposición a ayudarles en el momento que necesiten algo.
d. Las críticas, constructivas y en privado- Pero también somos humanos, y por tanto cometemos errores. Saber gestionar el momento de informar al empleado sobre lo que ha hecho mal y cómo corregirlo es lo que convierte al supervisor estándar en un supervisor admirado.
e. Las alabanzas, en público-En el lado contrario, cuando alguien hace un buen trabajo, es muy importante que dejes que todo el mundo sea testigo del éxito del trabajador. Esto ayuda a su confianza, le anima a seguir trabajando y hace que el resto de empleados busque un reconocimiento similar.
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