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Taller de emprendimiento y su desarrollo en la actualidad


Enviado por   •  24 de Septiembre de 2015  •  Resúmenes  •  1.830 Palabras (8 Páginas)  •  159 Visitas

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UNIVERSIDAD ADVENTISTA DE CHILE

Ingeniería y Negocios

Ingeniería Comercial

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Trabajo de Investigación

Presentación de tres casos de Emprendimiento, incluyendo las claves de éxito.

Presentado en cumplimiento parcial de la asignatura:

Taller de emprendimiento y conducta del consumidor.

Por

Marcelo Cerda Ponce

Enrique Rodríguez

Profesor:

Juan Francisco Poblete

Chillan, 28 de Mayo de 2015

Índice de contenidos

Resumen…………………………………………………………………………Pág: 1

Introducción……………………………………………………………………..Pág: 2

Introducción

En la siguiente investigación daremos a conocer los puntos clave para que estos tres emprendedores llegaron al éxito. Con la finalidad de dar a conocer de qué forma se pudieron desarrollar de una buena manera en todos los ámbitos para si llegar a ser unos grandes emprendedores  

 Guillermo Colgate

William (Guillermo) Colgate fue un empresario inglés. Nació el 25 de enero de 1783 en la localidad de Hollingbourn, en Kent,Reino Unido. Hijo de Robert y Sarah. Colgate falleció el 25 de marzo de 1857.”Obtenido de: http://es.wikipedia.org/wiki/William_Colgate

Teniendo dieciséis se vio obligado a salir de la casa paterna por ser estos demasiados pobres para sostenerlo. Así que empacó con todas sus posesiones materiales en un lío, mientras viajaba, para establecerse en el negocio como fabricante de jabón en Nueva York.

Cuando el chico de campo llegó a la gran ciudad, se encontró con lo duro de conseguir trabajo. Prodigaba una fuerte fe en Dios, por lo que estaba determinado a volver un diezmo honesto de cada dólar que ganara.

Guillermo trabajaba en la fábrica de jabón en Nueva York y cuando recibió su primer salario apartó el diezmo para el Señor. Pocos años después, sus patrones murieron y le dejaron dueño del establecimiento, y ya siendo dueño de la fábrica se dedicó a fabricar jabón de la mejor calidad y tamaño. Instruyó a su contador que abriera una cuenta para el Señor y depositara allí la décima parte de todas las entradas.

El empresario prosperó e instruyó a su contador de libros a abrir una cuenta para el Señor y acreditar un décimo de todos sus ingresos. El negocio creció milagrosamente. El honesto propietario empezó a dedicar dos décimos de sus ganancias; y entonces tres décimos, cuatro décimos; y finalmente, cinco décimos. Parecía como si sus ventas aumentaran en proporción a su generosidad, pronto su marca de jabón llego a ser una palabra en las casas a través del mundo. Descubrió la fórmula del Jabón, de la crema dental, y luego, con los detergentes se hizo millonario. Y él, y sus hijos, y ahora sus nietos, cumpliendo el juramento hecho, al hacer las cuentas de los negocios en sus fábricas de todo el mundo, le dan al Señor la décima parte de sus ganancias.

El difunto William Colgate fue este hombre quien Dios prosperó a cambio de la fidelidad a su Hacedor. Mientras que esta historia no es escrita con el objeto de la publicidad de los productos Colgate, está relacionada porque ilustran tan bien las bendiciones que acompañan el pago fiel de un diezmo honesto.

Es conocido por ser el fundador de la empresa Colgate, en 1806, que luego se fusionaría con Palmolive-Peet, para luego terminar siendo Colgate-Palmolive.

La Universidad Colgate lleva su apellido en reconocimiento a su labor como benefactor de la institución.

Además ayudó a organizar varias sociedades Biblicas, inclusive la American Bible Society (1816), y contribuyo ampliamente a la institución que llamó luego Colgate University. En 1911, Colgate comienza su programa de educación oral para niños, distribuyendo cremas y cepillos gratis en las escuelas primarias. Así mismo, empezó la repartición de muestras a los higienistas dentales para que ellos enseñen la forma correcta del cepillado. Hace más de 30 años participa en la asociación no lucrativa de Estrellas Colgate para apoyar a niños de escasos recursos en su desarrollo físico, mediante el deporte y educación en Higiene y salud así como apoyarlos en aspectos como computación; adicionalmente se imparten clases de manualidades y otros oficios a las madres de los niños que participan en este programa. Cabe señalar que esta Institución ubicada en el sur de la ciudad de México, ha preparado a importantes atletas representativos del deporte mexicano, ganadores de medallas y premios en competencias internacionales además de contar entre sus más destacados alumnos al corredor Juan Barrios, quien represento a México en las Olimpiadas. Colgate-Palmolive proporciona ayuda gratuita sobre la educación en la higiene bucal y personal en diversas comunidades a nivel mundial desde hace más de 40 años.” Obtenido de: https://tomaslopeze.wordpress.com/2011/04/08/su-apellido-colgate-su-nombre-william-era-un-nino-muy-pobre/

John D. Rockefeller

John Davison Rockefeller nació en Richford, (Nueva York), el 8 de julio de 1839, en una familia de clase media descendiente de inmigrantes alemanes  llegados a Estados Unidos en 1733. Su madre, Eliza, era una mujer muy organizada y dedicada a atender a su familia y su padre, William Avery Rockefeller, quien no fue modelo de fidelidad conyugal ni ejemplo para sus seis hijos. Alejado del seno familiar por largos periodos, cuando volvía sus bolsillos por lo general estaban llenos de dinero e increíblemente volvía cargado de regalos para su mujer y sus hijos. Mucho más tarde, John descubriría que su padre no era más que un impostor, que visitaba las reservas indígenas vendiéndoles a sus moradores toda suerte de objetos y posteriormente fue mucho más rentable la venta de productos farmacéuticos, que vendía como panacea para el cáncer.

 “Obtenido de: http://es.wikipedia.org/wiki/John_D._Rockefeller

John Davison desde muy joven demostró ser inteligente y aplicado. Se mudó con su familia a Ohio, Cleveland, donde su padre había conseguido una mejor oportunidad de trabajo. Ahí estudió en varios colegios públicos.

Ya desde muy joven Rockefeller mostraba gran interés por los negocios. De hecho, recolectaba piedras para pintarlas y luego venderlas a sus compañeros, cuyos pagos depositaba en un frasco azul, que el mismo denominó más tarde como su primera “caja fuerte”, que guardaba celosamente en su habitación, logrando, a la larga, amasar la pequeña fortuna de US$ 50, que para la época representaba una suma de dinero considerable. Rockefeller alega que fue entonces cuando pudo aprender una de las lecciones más valiosas de su vida, cuando un día un amigo de su padre fue a su casa a pedirle al mismo, un préstamo para saldar un par de deudas que estaban a punto de vencer. Su padre no tenía el dinero, pero él sí, y acordó prestárselo con un interés del 7%. Rockefeller posteriormente se sorprendería cuando tras un año recibió una suma monetaria muy superior a la que había dado originalmente, así él estableció la máxima de su vida:

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