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Tributos


Enviado por   •  8 de Abril de 2014  •  Prácticas o problemas  •  2.665 Palabras (11 Páginas)  •  196 Visitas

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¿Colombia se rige por un sistema o un régimen tributario?

Es necesario antes de abordar el tema, entrar a definir de forma genérica sistema y régimen:

El diccionario de la Lengua Española de la Real Academia en su vigésima segunda edición (2001), pagina 2073 define “sistema. (Del lat. Systéma y del griego…). m. Conjunto de reglas o principios sobre una materia racionalmente enlazados entre sí. II 2…”.

De igual forma define “régimen. (Del lat. Regîmen). m. Conjunto de normas que gobiernan o rigen una cosa o una actividad. II 2…”

Dentro de la organización del Estado, los tributos constituyen la fuente de financiación por excelencia de los distintos proyectos de inversión pública además de garantizar el funcionamiento del Estado, y por ello, la nueva Carta dispuso en el numeral 9 del artículo 95 “La calidad de colombiano enaltece a todos los miembros de la comunidad nacional… Toda persona está obligada a cumplir la Constitución y las leyes… Son deberes de la persona y del ciudadano: 9o) Contribuir al financiamiento de los gastos e inversiones del Estado dentro de conceptos de justicia y equidad.”

En palabras del profesor Jacobo Pérez escobar, el Estado para cumplir sus fines “ha de ejercer funciones y prestar servicios, los cuales deben redundar en beneficio de la comunidad y sus miembros. El ejercicio de estas funciones y la prestación de los servicios requeridos por la comunidad sólo pueden llevarse a cabo haciendo uso de bienes y de los recursos humanos, los cuales deben ser costeados por los miembros de la respectiva comunidad mediante una contribución señalada por el Estado o bien mediante la explotación de los bienes pertenecientes a la colectividad o al Estado…”

El principio de convocar a cada integrante de una sociedad a participar en las necesidades públicas en razón de su presumible potencia económica se remonta en su esencia a las ideas de justicia distributiva pregonada por los filósofos griegos. Lo anterior permite comprender que es primordial para el Estado moderno construir un sistema económico que le permita llegar a cumplir con sus fines esenciales, y para ello se debe apoyar ora en un sistema tributario acorde con sus necesidades macro y micro económicas y de la mano de la cultura que sus asociados han desarrollado en torno a su participación en el sostenimiento del Estado, como también y muy primordial la clase o sistema de régimen de gobierno adoptado.

¿Qué se entiende por sistema tributario?

De la mano de la definición arriba citada, que de sistema, nos brinda el diccionario de la Lengua Española, y retomando conceptos de diversos autores, se puede afirmar que un sistema tributario es un conjunto coherente de tributos coordinados entre sí y vigentes en el ordenamiento jurídico de un país en un determinado momento histórico, que atienden a una serie de principios generales y al logro de finalidades fiscales y parafiscales.

Por tal motivo, cualquier acumulación de tributos no es sistema tributario, aquí hay que hacer hincapié en el hecho de que la coherencia resulta fundamental para que esa acumulación de tributos pueda denominarse sistema.

La coherencia supone la actitud lógica y consecuente de ese colectivo tributario y su adecuación a unos principios, criterios u objetivos; la finalidad financiadora de los tributos no debería atentar contra su racionalidad.

Entonces, los impuestos deben diseñarse de forma que cumplan finalidades de redistribución de la riqueza, con criterios de progresividad en función de la capacidad económica de los contribuyentes, que sean suficientes para realizar las obras de infraestructura y beneficio social y que simultáneamente incentiven la productividad en el sector privado y sirvan también a los propósitos de estabilidad económica dentro del marco macroeconómico nacional y regional.

Aunque el objetivo primordial de los impuestos es el cubrir los gastos públicos, también se pueden utilizar para otros propósitos, tales como desalentar la producción de determinados bienes, estableciendo impuestos adicionales que elevan el precio de un producto; o para modificar la distribución de la renta, haciendo que por ejemplo, los colectivos con niveles de ingreso más elevados paguen proporcionalmente una mayor cantidad de impuestos; los tributos, el gasto público y las transferencias son las herramientas con que cuenta el Estado para llevar a cabo una política de redistribución del ingreso.

En consecuencia, los impuestos pueden ser proporcionales, progresivos o regresivos, según que las rentas altas absorban una fracción igual, mayor o menor que las rentas bajas.

Los términos progresivos o regresivos se refieren exclusivamente a las proporciones en que los impuestos recaen sobre rentas diferentes.

Otra función que le otorgan los gobiernos a los impuestos, es la de estabilizador de los ciclos económicos; así, si la actividad económica se ha reducido fuertemente, como lo vemos en la actual crisis nacional y mundial, las autoridades, pueden optar por reducir impuestos, o aumentar el gasto público para aminorar el efecto del ciclo.

En la medida en que aparecen uno o varios hilos conductores de la ordenación de los tributos, estamos en presencia de un sistema tributario. Resulta imposible la existencia de un conjunto coherente de tributos sin contradicciones.

La contradicción principal surge entre los objetivos o principios inspiradores, la cual puede deberse al reflejo de una realidad social: los distintos grupos sociales compiten en el intento de disminuir la carga que gravita sobre ellos, es una lucha abierta pero no leal, concluyendo la confrontación en compromisos que implican contradicciones.

Desde un punto de vista normativo (el deber ser), un sistema tributario es un conjunto adherente, sistemático e interrelacionado de impuestos que rige en un país en un momento determinado en el que debe cumplir ciertos requisitos para ser una estructura tributaria idónea. Así las cosas, un sistema tributario debe estar diseñado para:

1 Permitir alcanzar los objetivos de la política fiscal (máxima equidad en la asignación de los recursos de la economía y promover la estabilidad y el crecimiento económico).

2 Minimizar los costos del sistema, ya sean los que incurre el contribuyente como los de la administración fiscal (la organización estatal dedicada a la percepción y el control impositivo)

3 Lograr un rendimiento fiscal adecuado,

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