¿En Que Podemos Creer?

Si el conocimiento no es conocimiento sin alguien que conoce. Si el conocimiento empírico carece de bases científicas que lo hace poco sobresaliente. Si no se puede considerar que sea conocimiento cualquier generalización sobre un tipo concreto de entidad social, sin indicar su alcance cultural. Si las creencias religiosas no son más que personas que necesitan obtener las líneas de orientación o las migajas de consolación requeridas para actuar relacionalmente antes lo inesperado; y debido a que no se debe aceptar todo lo que la ciencia dice; me pregunto… entonces ¿en que se supone que tengo que creer?

Que rápido se puede desmoronar todo lo que durante una vida se creyó, que en este caso sería nuestro entender o “conocimiento” de la vida, con unas cuantas palabras.

Culturalmente hablando está mal visto matar a una persona, pero está bien si lo haces en defensa propia. Socialmente hablando, está mal que robes, pero está bien si lo haces para darle de comer a un pobre. Culturalmente está mal que mientas, pero las “mentiras piadosas” son aceptada si se dicen para no ofender a la persona amada; todo esto lo único que me lleva a pensar es en la inmensa hipocresía en la que socialmente vivimos. Esta vida de incongruencias, de contradicciones, ambivalencias, y falsedad es lo que la mayoría de nosotros conocemos, lo que aceptamos, lo que no cuestionamos. Así que si me voy con una de las premisas de la lectura que dice que “lo que experimentamos directamente o lo que se nos dice de segunda mano sobre la mayoría de las cosas del mundo; nos llega a través del filtro de un lenguaje natural concreto, ya enmarañado de una red de significados determinados”, entonces ¿realmente no se lo sé, sino sé lo que se me ha dicho que se? No lo sé.

Pase toda la lectura tratando de analizar qué es lo que se, que realmente puedo decir y aseverar que sé; a esto fue a lo que llegue: sé que 2 + 2 son 4.

Para cualquier persona que pueda leer esto, creo que diría “no seas ridícula”, “sabes más que eso”, “que payasada es esta”; pero creo que solo se estaría viendo la parte literal de este conocimiento. Para mí este es el conocimiento más puro, irrefutable y lo que es el verdadero saber.

No porque sea una amante de las matemáticas, sino por la simplicidad, la profunda relación con la vida, por ser simplemente universal. Aquí, en china, en Marte o en el más allá, 2 + 2 siempre van ser 4. Las matemáticas es el único conocimiento que tiene verdadera certeza, tanto científica, como empírica, esotérica, social, religiosa, etc.

Y ahora, como saco del contexto ese 2 + 2 son 4 y lo aplico a lo que realmente se vive, sencillo, si tocas fuego te quemas, si te cortas sangras, si te cortan la cabeza mueres; simplicidad. Las matemáticas son lo más aceptado que tenemos por su simplicidad y paradójicamente hablando por su complejidad y, me pregunto, ¿no es así la vida? Simple y compleja, tranquila y ajetreada, buena y mal, o sea 2 + 2 son 4.

Y todo gracias a lo que se “conoce”. Honestamente me molesta mucho la postura de que lo que la sociedad acepta es lo que se le considera como conocimiento, y la razón por la que me molesta, es porque la sociedad no sabe que es lo que yo siento, como lo siento y porque lo

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