INFIDELIDAD Antecedentes Históricos de la Infidelidad
lizbethplDocumentos de Investigación25 de Septiembre de 2016
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INFIDELIDAD
Antecedentes Históricos de la Infidelidad
La infidelidad es un proceso que ocurre dentro de una relación amorosa entre dos personas ya sea del mismo sexo u opuesto, como un resultado de una gran cantidad de factores que influyen sobre los diferentes aspectos sexuales, entones cada uno de ellos interactúa de manera diferente dependiendo del motivo (Allan, 2004).
Pittman (1994) plantea que la infidelidad es una defraudación, traición y violación de un convenio de la relación monogámica en la que ambos integrantes acordaron exclusividad sexual de uno a otro.
Los diferentes motivos para que se desarrolle una infidelidad femenina durante el noviazgo es por buscar una mayor excitación tanto sexual o simplemente desear más sexo. Por lo tanto la mujer desea sentirse deseada y quiere siempre capturar la atención de todo lo que está a su alrededor, asimismo desea tener una relación demasiada íntima y romántica con la otra persona que desea o simplemente busca vengarse por algún engaño. En el hombre los motivos son diferentes porque solo desea mayor excitación sexual en sus genitales , una necesidad biológica , el deseo por poseer a la mujer que ama o simplemente querer a alguien nueva con el fin de abrir nuevas experiencias en el tema del sexo (Buss, 2003).
El tema de la infidelidad a lo largo de la historia ha sido visto de maneras muy variadas para toda la sociedad, ya que la forma de pensar en las nuevas generaciones va cambiando y por lo tanto el tema de la infidelidad se ve de diferente forma (Gould, 1999).
La historia de la infidelidad se remonta a Grecia, donde Demóstenes dijo “a las amantes las mantenemos por puro placer, a las concubinas para la atención diaria de nuestra persona a las esposas para que nos proporcionen hijos legítimos y sean nuestras amas de casa”. En Atenas, Pericles dejo a su esposa y riqueza para irse con Astasia, l irse pensó que podía alcanzar la llama de sus deseos, pero no fue así. En la Antigua China la mujer manejaba todos los problemas para que su marido solo se dedicara a trabajar y si veía que no comenzaba a trabajar con ganas era porque necesitaba buscarle una esposa nueva que fuera joven. Él era quien la elegía y esto no era un sacrificio para la esposa ya que la nueva esposa estaba obligada a trabajar bajo la autoridad de la primera esposa (Weiderman, 1997).
En la Edad Media Europea a finales del siglo XIII se introdujo el amor cortes el cual era para las relaciones de los enamorados de la nobleza, defendía la base de que el matrimonio era solo un contrato civil, fuera de él se podían tener amantes a los que realmente amaban y era visto como infidelidad (Zuckerman,1979).
En las sociedades antes de la Conquista de México ya era conocido el delito de adulterio y era castigado en la cultura azteca. Nezahualcóyotl constituyo un código que establecía que si alguna mujer le era infiel a su marido y era sorprendida, ella y el amante eran apedreados (Jiménez, 2002).
Las relaciones de infidelidad en las parejas se remontan a las culturas agrícolas, con las sociedades patriarcales, quienes sostenían que el adulterio era un vicio femenino. La esposa adúltera podía ser ejecutada o mutilada, mientras que en el hombre la infidelidad se consideraba una transgresión sólo si seducía a la mujer de otro o a la hija casadera de una familia, castigándolo con la castración, la ejecución o pagando una multa. No obstante, en diferentes culturas, a los hombres les es permitido practicar la poligamia y a las mujeres no; en la sociedad azteca, a la nobleza se le permitía ser polígamo; en sociedades islámicas observamos que la poligamia no es prohibida y que incluso por ley los hombres pueden tener hasta cuatro esposas (García, Rivera, Díaz y Loving, 2008).
Ahora bien, la infidelidad actualmente se considera una de las ofensas más grandes hacia una persona. El hombre anteriormente podía ser infiel por cuestiones machistas, estando con otras mujeres ya que su pareja pedía respeto y se veía bien que el hombre fuera infiel; asimismo la mujer no podía sentir placer alguno en las relaciones sexuales y el hombre era el único que podía disfrutar, así como a el hombre también se le veía como una herramienta de reproducción y por esto mismo podía tener a la mujeres que quisiera y tener la relaciones sexuales que a él le vinieran en gana. Sin embargo una mujer que era infiel, por cualquier razón (que la mayoría era porque buscaba comprensión), podía ser castigada hasta por su propia madre, aparte de que perdía su dignidad frente a la sociedad y como tal ya no era una mujer con valor (Contreras, J. 2001).
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