Indefensión Aprendida LA INDEFENSIÓN APRENDIDA

LA INDEFENSIÓN APRENDIDA

Reporte de Trabajo:

Experimental

Fecha: 5  de octubre de 2017

Marco Teórico

Antes de profundizar el tema, la indefensión aprendida se toma como un método para aplicar un comportamiento  que repercute en un sujeto y obtener una reacción negativa de su parte en alguna situación; por lo que se concluye que una persona con esta característica no posee el control, esto causado por algún agente detonante psicológico.

La situación que provoque o desencadene algún tipo de reacción que se pueda observar se origina desde lo más simple, ya sea a partir de un test de agilidad mental con algún tipo de intervención o ajustes, a favor o encontra dentro de la prueba, de manera que sirva como catalizador en el proceso.

Todo lo anterior en palabras del especialista:

“La Indefensión Aprendida puede manifestarse en el sujeto a través de déficits motivacionales, cognitivos o emocionales.” (Nazaret Barrio)

El análisis de los sujetos al estar expuestos a tal experimento es de suma importancia dado al punto central de cómo se desenvuelven o representan las características que se deben de apreciar a partir de la teoría, dado que el trabajo es dirigido a un grupo juvenil (en nuestro caso), en este sentido se abordan algunas normas más estrictas o más objetivas para la comprensión de dichos jóvenes

“A la indefensión se llega cuando: se expone a la víctima a peligros físicos y no se le advierte o ayuda a evitarlos, se la sobrecarga con trabajos, se le hace pasar por torpe, descuidada, ignorante etc.; la falta de afecto unido a la repetición y prolongación en el tiempo de actitudes despreciativas, acompañadas con bruscos cambios del estado de ánimo del agresor, sólo es comparable a algunas torturas.” (Miguel Lorente Acosta)

METODOLOGÍA

Objetivo: En  este experimento se quiere observar todos los cambios desde el comportamiento, la reacción, estado de ánimo, su actitud, su trato, sus reacciones, y si cambia, cómo lo va demostrando poco a poco durante todo el proceso. Los cambios que se esperan ver serán desánimo, desesperación, frustración a causa de no poder llegar a la satisfacción de superar a su “adversario” en este ejercicio.

Hipótesis y variables: Si se logra cumplir con el procedimiento al pie de la letra se tendrá una percepción de cómo se desenvuelven los sujetos, entonces se obtendrán comportamientos distintos a como se encontraban antes de nuestra intervención, tendremos en cuenta el ambiente en el que se desenvuelve la actividad por lo que recabaremos datos con cierta variedades, en cualquier caso.

Sujetos y Materiales:

Sujetos: Alumnos del plantel.

- Barbara Moreno Ramirez 5° semestre
- Miguel Cabello Jeronimo 3° semestre
- Brenda Utilla Pérez 5° semestre
- Lizeth Yesenia Pioquinto 3° semestre
- Uriel 1° semestre
- Alejandra García Pérez 3° semestre
- Estephania Tapia García 1° semestre
- A-rax Israel Figueroa Marquez 3° semestre
- Dulce Naomi Castañeda Rivas 3° semestre
- Daniel Guerrero Carmona 3° semestre
- Gabriel Cantú Espinoza 3° semestre
- Uriel Miranda Medina 5° semestre
- Leslie Ramirez Rocha 3° semestre
- Meetli Arrazola Mendiola 3° semestre
- Glenda Guzmán Juárez 3° semestre
- Leslie Cruz Aguilar 5° semestre
- Natalia Haziel Solis Escamilla 3° semestre
- Melanie Arriaga López 3° semestre
- Alan Becerra Torres 1° semestre
- Sandra Paula Ortega Castañeda 3° semestre

Materiales:
- Hojas de papel
- Lápices y plumas
- Goma
- Sacapuntas
- Cronómetro

Procedimiento:

Para el experimento comenzamos buscando diez palabras que fueran anagramas y otras nueve que no lo fueran ya que la décima de las palabras que sí son anagramas sería la décima para las que no lo son.
Al tenerlas las pasamos a diez hojas blancas los que sí son y en otras diez las nueve que no son y cómo décima para estas la última de las que sí son anagramas lo más claras posibles para no tener ningún problema por ello durante el experimento.
Al tener las hojas con los anagramas empezamos a buscar un buen lugar para efectuar la realización de los anagramas, llegamos a la biblioteca, ahí encontramos a una pareja (chico y chica) que aceptó sin problema alguno participar, dimos las instrucciones claramente, ninguno de los dos tuvo duda alguna sobre cómo deberían de responder las hojas, les dimos 20 segundos para responder el primer anagrama, lo mismo para el segundo, pero la chica (que tenía la hoja con las palabras que si tenían respuestas) los estaba resolviendo muy rápido, así que redujimos el tiempo a 15 segundos para el tercer anagrama, aquí fue donde el chico cambió su actitud ya que en efecto se le noto más presionado y un poco más acelerado, la chica continuo resolviendo igual de rapido los siguientes 3 anagramas, decidimos darles un minuto para descansar y relajarse ya que el chico empezó a presentar en su rostro un poco de molestia. Terminando este minuto les volvimos a aumentar el tiempo a 25 segundos pero la situación de los 2 anagramas próximos fue muy similar el chico empezó a mostrar gesticulaciones de enfado, para el siguiente anagrama el chico dejó de intentarlo empezó a ver la hoja de la chica empezó a mirar para otros lados y así fue el 8° y 9° anagrama para el último les decidimos dar 30 segundos (por ser la misma palabra), empezado el tiempo el chico seguía observando la hoja de la chica, dio un pequeño vistazo a su última palabra y noto que era la misma por lo que intentó por última vez responder pero de nuevo no lo consiguió, al finalizar el tiempo y preguntar si habían logrado resolver el último anagrama y escuchar que la chica negó haberlo hecho el chico soltó un pequeño suspiro. Procedimos a preguntarles cómo se sintieron mientras intentaban resolver, ella contestó que se sintió tranquila que en verdad fue muy sencillo y él después de su notoria frustración nos dijo que si lo dejo de intentar desde la 5 palabra pero aunque sí se sintió mal al final intentó hacerlo con más ganas que al principio y que se frustro más por aun asi no poder hacerlo, pero también le ayudó al final que la chica no pudiera tampoco.
Al explicarles sobre en qué consistió el experimento el chico soltó un suspiro acompañado de una sonrisa burlona, sabiendo que hizo exactamente lo que esperábamos.

Para la segunda presentación del experimento encontramos un grupo de cuatro amigos, nos acercamos con un poco de informalidad para no romper el ánimo que ya tenían,, ninguno de ellos se negó, les dimos dos hojas con solución a dos y otras dos sin solución a la otra pareja, después de dar las instrucciones y que no hubiera dudas, comenzamos con el tiempo para la primer palabra (les dimos 20 segundos) terminado el tiempo del primero y del segundo, vimos que solo uno había encontrado solución de las dos, ninguno de los demás pudo responder alguna por lo que les tomamos en esta ocasión 30 segundos, esto ayudó mucho al chico que no podía responder las que tenían solución y descubrimos que el tiempo sí le alcanzaba para encontrar la respuesta pero no la escribía por falta de tiempo, dimos la aclaración que aunque ya haya acabado el tiempo si sólo les faltaba escribirla lo podían hacer, entonces fue cuando él aceptó con la cabeza, seguimos dando así los siguientes anagramas, y desde el anagrama 6 notamos que los chicos con la hoja que no tenía solución se vieron al mismo tiempo y empezaron a divagar hacia los mismos lados, y así siguieron durante los siguientes tres anagramas llegando por último al décimo que decidimos no aumentar el tiempo y lo mantuvimos en 30 segundos a diferencia de los primeros Pero los chicos aun con los 30 segundos, a partir de los 15 segundos uno dejó la hoja y el lápiz y dejo de intentarlo definitivamente el otro chico lo siguió intentando pero dejó la pluma por igual en la mesa, mientras que los otros dos chicos con las hojas que si tenían solución uno logró contestar a los 17 segundos y el otro a los 22 segundos, terminados los 30 segundos procedimos a realizarles las preguntas de cómo se sintieron, si lograron responder el último y si lo dejaron de intentar los chicos con respuestas nos dijeron que les pareció sencillo y que si lograron responder, mientras que los otros dos chicos solo dijeron que estuvieron muy complicadas las palabras y que si lo dejaron de intentar pero no se dieron cuenta desde cual lo hicieron. Les explicamos la realidad del experimento y los dos chicos sin respuestas empezaron a reírse y uno dijo que en un momento llegó a creer que no tenía solución ninguna.
Después pasamos a otro lugar a buscar otras personas y llegamos a "Pastos" en este lugar encontramos otro grupo de 4 personas (3 chicos y una chica) cuando nos acercamos a preguntarles si nos podían ayudar los 3 chicos no dijeron nada pero la chica aceptó por ellos. Les dimos a dos chicos las hojas sin solución y al otro chico y la chica las hojas con solución. Al ver que en este lugar podian presentar más facilidad de distracción comenzamos por darles 30 segundos para el primero y ver si el tiempo en este ambiente era igual que dentro de la biblioteca o si cambiaba. En el primer anagrama la chica y el chico respondieron casi a los 10 segundos, los otros dos chicos vieron detalladamente cada una de las letras, en el segundo anagrama mantuvimos el tiempo y en este se tardaron un poco más de los 20 segundos pero si lograron responder, mismos que los otros chicos seguían con la misma paciencia buscando una solución, redujimos el tiempo a 20 segundos para aplicar un poco más de presión, los anagramas 4, 5 y 6 fueron muy similares, la chica y el chico lograron responder todos, pero los chicos sin solución seguían buscando e intentando sin detenerse hasta que nosotros les indicabamos el final del tiempo, el anagrama 7 y 8 a diferencia de lo aplicado en la biblioteca los chicos con solución lograron responder sin problema, pero los que no tenían solución sorprendentemente no presentaron un cambio grande, seguían intentando, sin parar, encontrar una solución. Para el 9° anagrama fue cuando algo cambió en uno de los chicos sin solución ya que dejó su lápiz y nos preguntó que si sus anagramas tenían solución por lo que los chicos  con solución antes de que dijéramos algo le respondieron que si, todos tenían respuestas que estaban muy sencillos, entonces este chico volvió a su hoja mientras que el otro chico sin solución seguía entrado en su hoja como si ya lo hubiera hecho personal, para el décimo anagrama el chico que había preguntado ya no lo vimos con la misma intromisión en la palabra aunque seguía revisando todas las posibles respuestas pero tampoco logró responder, el otro chico sin solución si logro encontrar la respuesta de esta, por lo que nos dimos cuenta que no lo dejo de intentar realmente, los chicos con solución no lograron encontrar la respuesta de este último, al hacerles las mismas preguntas los chicos con solución y el que logró responder el último nos dijeron que fue muy agradable buscar las respuestas, determinaron que es un buen ejercicio mental, mientras que el otro solo nos dijo que si cambio su actitud desde el anagrama 6 pero que no lo dejo de intentar, cuando les explicamos el experimento y las trampas que había, el mismo chico que había preguntado nos dijo que funcionó muy bien esa forma de trabajarlo ya que el sintió que enserio si tenían solución pero la desesperación lo llevó a preguntar por ello.

En este mismo lugar aplicamos 2 veces más los anagramas a dos parejas distintas que presentaron el mismo comportamiento solo que en una pareja fue la chica y en otra fue el chico, sus parejas correspondientes lograron responder todos los anagramas mientras que ellos no pudieron responder uno solo y lo dejaron de intentar y se frustraron en el 7° y 8° anagrama.

Decidimos ir a buscar más personas pero en un lugar distinto y llegamos a un edificio afuera de un salón una pareja de amigos estaban sentados descansando, nos acercamos con cortesía para ver si nos querían y podían ayudar a lo que ninguno se negó.
Procedimos a darles una hoja a cada quien y empezamos dándoles 25 segundos ya que consideramos que en este punto había un intermedio entre biblioteca y "pastos", al empezar con el tiempo cada uno empezó a ocupar sus métodos para encontrar la respuesta, el chico de la hoja con soluciones no logró responder y así pasó con los siguientes 2 anagramas por lo que en él que no tenía solución no pasó nada, en el 4° anagrama fue cuando el chico de la hoja con soluciones comenzó a responderlas muy rápidamente incluso con el tiempo empezó a responder muy rápidamente, lo suficiente para que pudiera responder el primero y el segundo, por esta razón decidimos reducir el tiempo a 20 segundos pero la reducción de tiempo no afectó al que tenía la hoja con soluciones pues seguía respondiendo velozmente, mientras que al otro si le afecto, se empezó a notar que si sintió más presionado, así llegamos a el 8° anagrama no hubo cambios muy notables, así que en este preguntamos cómo se sentían si querían un minuto de descanso y el chico sin solución aceptó de inmediato, para pasado el minuto continuamos a presentar el 9° y el 10° que hubo un poco más de tranquilidad en  el chico pero no tuvo características que no hayamos visto antes.

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