La naranja mecánica. La impune locura de la juventud
maeli1003Ensayo22 de Junio de 2022
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Prof. Jorge Faúndez Vidal Materia: Lengua y literatura Alumno: Thiago Agustín Malvezzi Curso: 4to Medio |
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| La impune locura de la juventud |
“La naranja mecánica” es un libro que desde su prólogo hasta su final te invita a recorrer la locura de un joven que encuentra en la violencia desmedida y el abuso el placer de la vida así también como en la música clásica hasta que crece. La locura está presente en la novela desde el inicio, desde la perspectiva de la juventud, potenciales adultos que no quieren someterse a las reglas o las leyes. Pero también la locura de parte del Estado, que está dispuesto a probar cualquier tratamiento por más inhumano que sea para obligar a los presos a tener una conducta adecuada que responda a los estándares sociales. “Habéis acompañado a vuestro druguito Alex allá donde ha ido, habéis sufrido con él y habéis videado algunas de las acciones más brachnas y grasñas del viejo Bogo, todas sobre vuestro viejo drugo Alex. Y todo se explicaba porque era joven”.
Su nombre justifica su contenido. Según el autor “La naranja mecánica”, es una naranja que no existe, pero que él la usa en sentido de que es dulce, que reboza de jugo pero de moralidad mecánica. Yo interpreto que la dulzura y la jugosidad de la naranja está asociado a la juventud, a la inexperiencia de aquel que empieza a explorar desde la absoluta inocencia, en este caso Alex; y lo mecánico al hecho de querer imponerle una moralidad aplicada, para que funcione como una máquina, como la sociedad espere que actúe.
Varios personajes son parte de la historia como Georgie, uno de los drugos de Alex, que aspira a ser el próximo líder de la banda. Pero que no lo logra y muere cuando Alex está en prisión. Georgie no empatiza mucho con el protagonista ni con sus actitudes autoritarias. También está Pete, otro de los drugos, aunque más racional y mediador que los demás. Más tranquilo y que logra encauzar su vida cuando Alex está preso. Brodsky es el médico que lleva adelante el tratamiento “Ludovico” con Alex. Un hombre tan o más violento que el protagonista, pero usando la violencia legitimada por el lugar que ocupaba. Parecía disfrutar lo que el tratamiento producía en el joven. No menos importante resulta Billyboy en la historia, era el líder de la banda rival de Alex. Mientras Alex está en prisión se hace policía junto con uno de sus drugos, Lerdo, cuando éste sale le dan una golpiza. Realmente, Alex se irritaba de solo verlo y así lo expresaba: “Nada más que verle el litso gordo y sonriente a Billyboy me enfermaba, y siempre despedía ese vaho de aceite muy rancio que se ha usado para freír una y otra vez”.
Esta banda de cuatro amigos tiene varios ataques delictivos y violentos, en una forma desmedida. ¿Qué los estimula aparte de la impunidad de su juventud? Su bebida favorita “la leche”. Claro que cuando pensamos en la leche, pensamos en el alimento de los bebés y la asociación con la inocencia es inevitable. Alex y sus tres amigos se juntan a tomar leche en un bar pues la venta de alcohol estaba prohibida, pero no cualquier leche, leche plus que tiene como ingredientes activos, quizás, velocentina, o drencromina, unas drogas ficticias que preparan para la violencia. Es su combustible para la ultraviolencia, de ahí el papel que cumple en la historia.
Los cuatro jóvenes drugos viven un conflicto interno, creo yo, en especial con la sociedad y con el Estado. Se puede decir que son inadaptados sociales que sobrevaloran sus formas de diversión y subestiman las consecuencias de sus acciones. Su conflicto es vivir bajo las reglas impuestas por un poder autoritario o actuar desde sus impulsos más primitivos. ¿Y ahora qué pasa, eh? Esa es la frase permanente, y ahora que sigue, nada los sacia, nada los sorprende.
“Lo importante es la elección moral. La maldad tiene que existir junto a la bondad para que pueda darse esa elección moral. La vida se sostiene gracias a la enconada oposición de entidades morales”. Esta cita es clara y define porque no funcionará a la larga el tratamiento “Ludovico”, para que haya una real elección moral deben coexistir la bondad y la maldad. Sino no sería una elección, porque no estaríamos eligiendo, para elegir necesariamente debe haber dos elecciones opuestas. Desde nuestra propia naturaleza poseemos la posibilidad de elegir como actuar pero sin posibilidades ¿qué sentido tendría?. Seríamos entonces una naranja mecánica comenta el autor en el prólogo, por fuera serás dulce pero en el interior estarás manipulado por Dios, por el Diablo o ambos si pensamos en el Estado. La maldad siempre estará allí para seducirnos y porque tendremos otra opción podremos hacer una verdadera elección moral, claro que el camino será más aburrido y difícil quizás.
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