La publicidad y su relación con la falta constitucional en el deseo
fabián mezaTrabajo6 de Septiembre de 2021
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Facultad de ciencias sociales
Escuela de Psicología
Psicología-Cuarto año
La publicidad y su relación con la falta constitucional en el deseo
Integrantes: Fabián Meza A. - Victor Rodriguez M.
Docente: Diego Ochoa
Fecha de entrega: 18-10-2019
Índice
I. Introducción
II.Contexto político estructural/Estado del arte
.Biopolítica
.Psicopolítica
III. Problemática
.Construcción crítica del deseo contemporáneo
.Deseo funcionalidad y estructura política
IV. A. La puesta en práctica de la sobreexplotación de la falta en el deseo
.Publicidad
V. Finalidad investigativa
.Pregunta de investigación
.Objetivos
Introducción
Para iniciar el presente trabajo de investigación se vuelve pertinente mencionar que la motivación central es releer al deseo como “falta”, sobreexplotado en el contexto neoliberal, dialogando además con la publicidad como una técnica contemporánea del poder psicopolítico contemporáneo occidental.
Así es que, para favorecer a la investigación, autores como Byung-Chul Han en Psicopolítica y Foucault en Seguridad, territorio y población, darán las herramientas para pensar en primera instancia la transformación de las nuevas formas del poder y sus diversas técnicas -énfasis en la práctica-, en donde el “deseo como una incesante falta” del sujeto se transforma en la materia prima principal para las aspiraciones del capital, apelando a su sobreexplotación. Por lo que también, se busca generar crítica respecto a la arremetida publicitaria.
Así es como el énfasis en la publicidad se sitúa en su connotación de “dirección” de las masas, generando un diálogo crítico gracias a las contribuciones de Foucault en su trabajo en torno a la biopolítica con Byung-Chul Han y su psicopolítica, contribuciones que serán relacionadas constantemente para una elaboración consistente.
El deseo será narrado desde el psicoanálisis, atribuyéndole la falta como aspecto esencial y estructural, el cual en las sociedades occidentales se encuentra interconectado por lo político, a través de diversas técnicas prácticas. Especialmente se propondrá la publicidad como una técnica contemporánea, favoreciendo la cercanía a través de ejemplos.
Así es como en primera instancia se busca generar una relectura de biopolítica y psicopolítica en pos de conceptualizar las nuevas formas de control en sociedades occidentales, como Chile. A la vez, explicitar las subjetividades que traen consigo estas transformaciones y discontinuidades políticas en las masas, favoreciendo en dos aspectos, el primero se liga a una contribución por estudiar las nuevas formas prácticas del poder, como lo es la publicidad neoliberal, y en segundo lugar, se ligaría al rol del psicólogo, como futuros profesionales de la salud mental, ya que ¿no es de vital importancia tener conocimiento de cómo se despliegan las diversas técnicas de control en el deseo del sujeto en la actualidad, pudiendo relacionarlo con nuevas formas del malestar?, y asi mismo esta investigación podría favorecer a estudios sobre otros modelos económico-políticos y su relación doctrinal con la publicidad.
Contexto político estructural/Estado del arte
Contexto político estructural y Biopolítica
Michael Foucault es el autor que nos da el pie de partida para elaborar el presente trabajo, para llegar de alguna manera a pensar el poder político en la utilización del deseo y la publicidad. Cabe mencionar que para este autor al concepto biopolítica se trabaja desde diversas epistemes interpretativas, en las cuales se reconoce la arqueología, genealogía y la ética. Esta última es el periodo intelectual en el cual se genera el mayor realce del concepto biopolítica como tal en el filósofo Francés, ya que como diría Osman Choque (2019) “En el periodo ético, la atención que pone Foucault al poder va dirigido especialmente al control de la vida, es decir, la biopolítica, una forma de controlar y sobre todo cuidar la vida” (p. 22). Concepción que de alguna forma evoluciona del poder ejercido a los cuerpos individuales teorizado desde la genealogía, por lo que, más que un disciplinamiento de los cuerpos, se pensaría una de las masas y de sus vidas.
Es de esta forma que nos remitimos a lo tratado por Foucault en Seguridad, territorio y población, en el capítulo “Clase del 25 de enero de 1978” para generar una base contexto-estructural sólida para luego poder dar paso a la Biopolítica.
En este texto, el autor nos da los indicios de la praxis de la biopolítica en el siglo XVIII, ejemplificando la vuelta desde el disciplinamiento que se otorgaba y practicaba en las sociedades monárquicas y feudales -énfasis en el territorio-, en donde la normación era la técnica por excelencia, con objetivos hacia la creación de normas, para luego dividir lo normal y lo anormal de una sociedad, y desde ahí efectuar el control. Sin embargo, el autor a través de la viruela como enfermedad endémica de aquella época y sus tratamientos como la virualización y la vacuna, da los indicios de una nueva forma de control de la población, una preocupación más bien por la seguridad de la ciudad, respecto a esto Foucault (1978) dirá que:
Ahora al contrario, habrá un señalamiento de lo normal y anormal, un señalamiento de las diferente curvas de normalidad, y la operación de normalización consistiría en hacer interactuar esas diferentes atribuciones de normalidad y procurar que las desfavorables se asimilen a las más favorables (p.83).
Ahora bien, al buscar la seguridad, o la mantención de la ciudad, buscando expandir o proteger, el foco también se asegura en que el poder, o sea que los que gobiernan la ciudad se legitimen por parte de las masas. A esto Foucault le da una vuelta interesante, pues da cuenta que esta nueva forma del poder ya no estaría supeditado por la relación súbdito-soberano, sino más bien en la relación recíproca de los que gobiernan y la población, a lo cual Foucault (1978) dirá qué según los fisiócratas la técnica ahora se enfoca en que la realidad anule los problemas de la ciudad, o sea como nos muestra en el texto antes nombrado, que la viruela se enfrenten con la viruela, dando paso a una política ligada a procesos naturales o físicos. Por ende, el gobierno se vuelve necesario para la población, pues es el ente que protege, y no prohíbe “Se trata de poner de relieve cierto nivel en que la acción de quienes gobiernan es necesaria y suficiente” (Foucault, 1978, p.87).
En este mismo sentido se muestra el paso de un soberano en forma de panóptico el cual todo controla para así conservar el poder y el territorio a un gobierno que añade a sus técnicas de seguridad de la población formas de actuar en las masas, una forma de control implícito en pos de solucionar los problemas de la ciudad.
Sumado a esto, podemos ver el paso que ocurre en el siglo XVII en donde la población era supeditada a generar fortunas, a través de disciplinamientos y sumisión al poder de turno, pues es aquello lo que mantendrá las riquezas del territorio, a esto se le denominaba el mercantilismo, el cual da énfasis en la población como generadora de riquezas y mano de obra, esto interconectado con lo político y social, ya que como se mencionó con anterioridad, estaban en la relación constante súbdito-soberano, en donde las técnicas disciplinarias, ya sea prohibiciones y límites eran los rasgos característicos que hacían funcionar a la población y el poder. Los fisiócratas, del siglo XVIII Y XIX darán un vuelco esencial en esta forma de expresión del poder, pues el énfasis ya no era en el “deber hacer”, sino que el punto central será tomar en cuenta la naturalidad de los sujetos, teniendo en cuenta las distintas variables que determinan que un sujeto sea un sujeto, ya no visualizándolo como un simple dato estadístico, fuerza productiva y sometido, sumándole algo más.
Esta nueva forma de gobierno, entonces, buscará influir en aquellos procesos variables de los sujetos, de las masas, lo cual genere el bienestar y la seguridad de la población. De esta forma la técnica cambia, para Foucault (1978) “no obtener la obediencia de los súbditos a la voluntad del soberano, sino influir sobre cosas aparentemente alejadas de la población, pero que, según hacen saber el cálculo, el análisis y la reflexión, pueden actuar en concreto sobre ella” (p.95).
Es desde este lugar en que el deseo se entrecruza con lo político, o sea:
La naturalidad del deseo marca la población y la técnica gubernamental puede penetrarlo- ese deseo, por razones a las cuales será preciso volver y que constituyen uno de los elementos teóricos más importantes de todo sistema, es tal que, si se lo deja actuar y siempre que se lo deje actuar, dentro de los límites y en virtud de una serie de relaciones y conexiones, redundará en suma en el interés general de la población (Foucault, 1978, p. 96).
Al sujeto de la población ya no se le posiciona como subyugado al poder del soberano, sino más bien el deseo será el foco esencial de esta nueva expresión del poder político-económico. Respecto a esto Foucault menciona que si bien muchas veces el deseo no daría cuenta del verdadero interés del sujeto, la producción de aquel deseo y el inter juego que llevan a cabo las técnicas políticas traería una sumisión voluntaria que favorece a la población y sus gobernantes. Según esto dirá que “esto marca al mismo tiempo la naturalidad de la población y la artificialidad posible de los medios que se instrumentarán para manejarla” (Foucault, 1978, p. 96). Ahora bien, el trabajo del gobierno se centra en cómo darle espacio al deseo del sujeto, más que a someterlo. De esta manera, la población sería la base inicial para toda modificación política, económica y social y que aún en la actualidad los problemas de la ciudad producen nuevos saberes, “Surgimiento de la población como correlato de poder y objeto de saber” (Foucault, 1978, p.108).
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