Desviaciones con respecto a la meta sexual

2- Desviaciones con respecto a la meta sexual

Según Freud, la meta sexual consiste en la unión de los genitales. Lograr el coito, considerado como el alivio de la tensión sexual y la extinción temporaria de la pulsión sexual, representa la meta sexual definitiva. En contra posición, se observa las metas sexuales preliminares, consideradas como maneras intermediarias de relacionarse con el objeto sexual, que pueden llevar un placer en sí mismas y también aumentar la excitación para alcanzar la meta sexual definitiva. Una de estas son las mucosas labiales que no pertenecen al aparato sexual y más bien representan la entrada del tubo digestivo. Es ahí que aparece el término perversión y Freud explica que son o trasgresiones anatómicas, definidas por el hecho de realizar el propósito sexual con partes del cuerpo no genitales, o que son demoras en relaciones intermediarias antes de la meta final.

A – Trasgresiones anatómicas

La estimación psíquica del objeto sexual como meta deseada de la pulsión sexual no se limita solamente a los genitales sino que engloba la totalidad del cuerpo y de las sensaciones creadas. Esta sobrestimación se expende a todo el campo psíquico y se manifiesta por una ceguera lógica.

El asco juega también un papel muy importante y puede representar el obstáculo más importante a la sobrestimación amorosa del objeto sexual. Este fenómeno puede, sin embargo, ser aniquilado por la libido. Los órganos sexuales del sexo opuesto pueden también ser objeto de asco, conducta característica de los histéricos, principalmente mujeres.

Uso sexual del orificio anal

En este caso es el asco que pone a esta meta sexual el sello de la perversión. Freud precisa que el rol sexual del ano no es una particularidad de los invertidos. Las mucosas bucal y anal por sus importancias en la sexualidad deben ser tratadas y consideradas como genitales.

Sustituto inapropiado del objeto sexual

El fetichismo es la substitución del objeto sexual por una parte del cuerpo generalmente inapropiada para servir a la meta sexual normal (pie, los cabellos) o también por un objeto inanimado que mantiene una relación demostrable con la persona sexual, preferiblemente con la sexualidad de esta (prenda de vestir, ropa interior). Una cierta dosis de fetichismo es normal, particularmente en los estadios de enamoramiento en que la meta sexual normal es inalcanzable.

Se habla de patología cuando la necesidad de poseer el objeto fetiche se fija y reemplaza a la meta sexual normal, o también cuando se convierte en objeto sexual único sin ningún lazo con la persona. Muchas veces se hizo una relación entre la elección del fetiche y un “recuerdo encubridor” de la primera infancia. En ciertos casos la asociación del simbolismo condujo a un reemplazo del objeto por el fetichismo. El pie simboliza la parte genital de la mujer, la escogencia del pie como objeto fetiche se explica con base a las teorías sexuales infantiles, el pie reemplaza el pene de la mujer, cuya falta se echa fuertemente de menos. Es de notar la existencia de un placer de oler coprófilo, perdido por la represión, que va a permitir al pie sucio y maloliente poder ser elevado a la condición de fetiche, transformándose en objeto sexual.

B – Fijaciones de metas sexuales provisionales

Cuando las condiciones internas o externas no permiten la realización de la meta sexual normal, el individuo se detiene en los actos preliminares transformándose en nuevas metas sexuales. Los actos preliminares conducen generalmente a la relación sexual común, no obstante deteniéndose en un estadio preliminar al acto sexual genital, constituyendo el acto total, algunos no van más allá de estos actos preliminares y encuentran total satisfacción.

El tacto y el mirar son una fuente de excitación y de placer importante y difícilmente se pueden contar entre las perversiones.

El placer escópico (placer de mirar y de ser mirado) es cualificado de perversión cuando se limita a las partes genitales de manera exclusiva, cuando se une a la superación del asco, cuando rechaza la meta sexual en vez de prepararla. El exhibicionista es la vía activa del placer escópico, es mostrar sus partes genitales con la esperanza de poder ver las de otra persona. La meta sexual se presenta en forma activa y pasiva. El sentimiento de vergüenza va en oposición del placer escópico.

Sadismo

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