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Adolescentes Y Alcohol


Enviado por   •  4 de Septiembre de 2013  •  2.046 Palabras (9 Páginas)  •  224 Visitas

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INTRODUCCIÓN

El presente trabajo responde a una necesidad la sociedad en general. Según las encuestas de México y otros países como España y Estados Unidos, el incremento del consumo de alcohol entre los jóvenes se ha incrementado, la edad de inicio es cada vez menor, lo que genera adiciones, pues mientras más joven se consume alcohol, las probabilidades de adicción aumentan.

Los jóvenes estudiantes de la Universidad, son un grupo de riesgo, y aunque se cuentan con programas preventivos, no hay nada específico para ayudar a los padres. La familia es un factor de protección, pero los padres ignoran o no tienen las herramientas para generar factores de protección en sus hijos.

Conforme a lo anterior, la Universidad requiere de una escuela para padres que de concordancia a los programas dirigidos a los alumnos y fortaleza para la prevención del abuso del alcohol. La mayoría de papás y mamás de nuestros alumnos son personas que trabajan y no cuentan con el tiempo necesario para asistir a un curso, en este sentidos se plantea un curso a distancia aprovechando la modalidad con la que cuenta La Salle.

El curso se planea para un mes con cinco módulos, donde los padres conocerán acerca del alcohol y sus afecciones, las herramientas parentales que deben desarrollar, las necesidades de los hijos adolescentes que deben cubrir, y la alimentación como un factor preventivo. Se planearán tres encuentros, al inicio para la explicación de la plataforma, en medio donde se presentará un video, de un caso, y el último para cerrar, aclarar dudas y otorgar reconocimientos.

Considerando que una escuela para padres requiere de muchas cosas más se prevé, que se abrirán más temas, relacionados con otras drogas y temáticas en diferentes momentos.

El Diplomado en Adicciones generó el primer paso para un proyecto que seguramente ayudará a los padres de familia, por ende a los estudiantes de la universidad y sin duda un pequeño elemento que contribuirá a proteger a nuestros jóvenes en general.

ANTECEDENTES

El consumo de alcohol en nuestro país es un evento avalado culturalmente, en nuestra sociedad, el uso de alcohol es promovido y considerado como una practica aceptada en la socialización actual.

La familia juega un papel importante en la prevención, pues es el primer espacio socializador para las personas y como tal, el papel en la prevención debe ser activo a través de la acción educativa.

En las conclusiones de la Encuesta de Estudiantes sobre las Tendencias del Uso de Drogas en la Ciudad de México (2009) (Villatoro Velázquez, 2011) se habla de factores de protección, entre ellos, el trabajo con los padres, por medio de programas de parentalidad positiva, que les enseñen, de manera directa por medio del modelamiento, estrategias de interacción y disciplina con los hijos.

Un estudió en la universidad de Valencia (Pons Diez, 1998) detectó que el consumo de alcohol en los adolescentes esta significativamente relacionado con el consumo de los otros miembros de la familia, y con el uso por parte de los padres de estrategias educativas basadas principlamente en la reprobación y en la ausencia de comprensión y afecto. Concluyó que se inferia la necesidad de implicar a los padres en los procesos preventivos y además ofrecer a los hijos un modelado racional y controlado en el uso familiar de bebidas alcoholicas.

Dentro de una perspectiva socio-cultural, varios trabajos realizados expresan la idea de comprender el consumo de alcohol, diversos autores señalan que las influencias ambientales constituyen un factor preponderante para la instalación de futuros y/o precoces alcoholizas. Como principal influencia destacan la presión de los pares, la inducción del medio familiar, principalmente por parte del padre, cuando le ofrece un trago, en el intento de inducirlo a los “hábitos masculinos”. Los estudios epistemiológicos sobre el estudio de alcohol y tabaco entre los jóvenes del mundo muestran que al pasar de la infancia a la adolescencia se inician en el uso. (Ramirez Ruiz, 2005)

Los padres deben prepararse para prevenir el consumo de alcohol de sus hijos adolescentes, la ignorancia es el principal factor en contra, así como la falta de asertividad en la educación de los jóvenes. El alcohol se protege con estereotipos entre los que se pueden encontrar que: el alcohol es un alimento, el alcohol calienta, es un estimulante sexual, que facilita las relaciones sociales, previene enfermedades del corazón, abre el apetito, etc. Se cree que la familia es la primera institución transmisora de estos estereotipos, pues en ella se toman bebidas alcohólicas con frecuencia. Incluso las fiestas familiares son un pretexto para que los niños puedan beber un poco más que probar. (Vega Fuente, 1994).

El alcohol es un protagonista de nuestra cultura, es la droga más consumida, es la droga de inicio, y no genera rechazo, ni en la familia, ni en la escuela, ni en el entorno social más próximo. Los padres deben despertar a la falta de información, porque aquí la ignorancia no es inocente, son muchos los problemas personales y sociales relacionados con el alcohol, que resulta irresponsable cerrar los ojos a lo evidente.

Se han utilizado varios enfoques para educar y persuadir a la población con el propósito de reducir los daños provocados por el alcohol, entre ellos: educación de jóvenes en el aula; campañas de información en los medios; uso de sitios de internet interactivos y promulgación de directrices sobre el consumo de alcohol; etiquetado de las bebidas alcohólicas con el contenido expresado en unidades de bebida y con advertencias; actividades escolares como parte de las iniciativas extra-académicas para las familias y como parte de proyectos de acción comunitaria; e iniciativas comunitarias destinadas a rebatir las normas que rigen el consumo y la distribución de alcohol.

Aunque la información y la persuasión son siempre atractivas como intervención para reducir los daños relacionados con el alcohol, particularmente con los jóvenes, la teoría y la práctica demuestran que tienen pocas probabilidades de conseguir un cambio de comportamiento sostenido, en un ambiente donde se reciben mensajes contradictorios en forma de material publicitario y normas sociales que fomentan el consumo de alcohol, y en el que el alcohol está fácilmente accesible.

El comité de especialistas de la Organización Mundial de la Salud en su informe 2006 sobre alcohol (Salud, 2006) observo que en general, las campañas de información pública son un antídoto poco eficaz; que la contra publicidad tiene efectos poco concluyentes; las investigaciones de evaluación sobre las advertencias sanitarias obligatorias en los recipientes de productos alcohólicos no demuestran que la exposición produzca un cambio en el comportamiento de consumo de alcohol en sí. Se consideró que hay pruebas que respaldan la combinación de intervenciones escolares y comunitarias, en parte porque las intervenciones comunitarias pueden conseguir que se restrinja el acceso de los jóvenes al alcohol. U n importante componente de los programas de acción comunitaria.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Los adolescentes se encuentran en un período crítico, de cambios físicos y psicosociales, que los condicionan a riesgos, hasta que logran adquirir y desarrollar competencias cognitivas, afectivas y sociales que les permitan llegar exitosamente a la adultez. Esta etapa esta impregnada de rebeldía, egocentrismo, cuestionamientos, inestabilidades, inseguridades, demanda de autonomía, y ante la grave exigencia de decidir (si es que así se permite) su proyecto de vida.

En busca de identidad los jóvenes se van separando de sus padres, prefiriendo a sus pares, y en esta búsqueda encuentran diferentes situaciones de riesgo, como el uso del alcohol, el tacaco u otras drogas, el inicio de relaciones sexuales, uso o asociación a grupos violentos, etc., que los pueden llevar a poner en riesgo su salud y en ocasiones hasta su vida. Lo anterior provoca situaciones conflictivas en la familia, y dependiendo de lo positivo o negativo que los adolescentes encuentren en ella, les facilitará superar esta etapa de manera adecuada y los ayudará a consolidar sus recursos y habilidades psicosociales o agravará los problemas en las diferentes esferas del desarrollo y ámbitos de actuación. (Ugarte Díaz)

La población estudiantil de la Universidad La Salle está en riesgo de tener uso y abuso de drogas, los jóvenes por su edad ya representan un sector frágil y si a esto agregamos el entorno social, inmerso de fiestas donde drogas como el alcohol y el tabaco son permitidas incluso por los padres de familia, nos encontramos ante una grave problemática.

La ignorancia en torno a drogas como el alcohol es un factor que favorece su aceptación e incluso promoción en fiestas, reuniones, celebraciones, centros nocturnos con barra libre, etcétera, los padres se presentan flexibles, y el alcohol es vendido a menores en tiendas donde incluso desde los días jueves y viernes ya presentan ofertas, promociones o “paquetes” de alcohol.

Según la Encuesta de Estudiantes de 2009 (Villatoro Velázquez, 2011) el 71.4 % de los adolescentes ha consumido alcohol alguna vez en su vida, (tanto hombres como mujeres), respecto a los estudiantes de educación media superior, hay un porcentaje de un 55.3 %. En cuanto al consumo de alcohol por edad, se observa que el porcentaje de adolescentes que tienen 18 años o más es de 89.9 %. Los resultados globales para la ciudad de México indican que 23.3 % de los estudiantes consumen cinco copas o más por ocasión de consumo, al menos una vez al mes.

Los factores de protección son situaciones o características que aumentan la probabilidad de que un individuo no se inicie en el consumo de drogas.

Un factor que favorece las adicciones es el tener una familia disfuncional, donde hay conflictos y violencia, desorganización, falta de cohesión, aislamiento, estrés, desinformación respecto al consumo de alcohol, falta de disciplina y supervisión, elevados niveles de exigencias, mientras que al contrario, un factor protector y preventivo es el de una familia funcional. Las buenas relaciones con padres y/o cuidadores, vínculos afectivos, atención.

La prevención debe comenzar en casa, evitando así el abuso de alcohol y por ende de otras drogas. No todos los padres de familia tienen los recursos necesarios para realizar la prevención desde el hogar, y los modelos de información y prevención desde la escuela están dirigidos a los alumnos, así la cadena de la protección cuenta con un eslabón roto, porque lo que los jóvenes escuchan en la escuela, no lo fortalecen en casa, y en ocasiones pueden generarse contradicciones en la educación, es por esto que se plantea un taller que ayude a trabajar las competencias parentales positivas, donde los padres estén adecuadamente informados de los daños que produce el abuso del alcohol y la manera en que deben manejar la dinámica familiar respecto al tema para evitar que los jóvenes caigan en abuso de esta droga.

JUSTIFICACIÓN

Trabajar con los padres de familia es de lo poco que se hace en los niveles educativos medio superior y superior, dando por entendido que es con los alumnos directamente donde se pueden lograr más objetivos. Como lo demuestran las diferentes encuestas de adicciones en el mundo, no solo en México, los padres, o bien la familia sea esta uniparental, biparental o formada de una manera distinta, es un elemento protector de estos jóvenes que pertenecen a una población que esta en riego.

Al ser el alcohol una droga permitida en nuestra sociedad, los padres ignoran el grave daño que provoca en los adolescentes y jóvenes, incluso es “bien visto” e incluso promovido el uso de esta droga en diferentes situaciones sociales. Así este grupo de riesgo va aprendiendo que “beber esta bien”.

Es cierto que esto no sucede en todas las familias, como también se demuestra en las encuestas la familia es un factor que protege, y los jóvenes que no han caído en el abuso o dependencia del alcohol, se lo deben, en parte, a su familia, a las acciones que ejercieron los padres sobre ellos.

¿Qué acciones son las que realizan las familias protectoras? Esta es la pregunta que se va a analizar y la cual nos servirá como eje para mostrar a las familias, que es lo adecuado, que no lo es, y cuales son las acciones que deben tomar respecto al tema. Los padres de familia deben adquirir los conceptos básicos relacionados con el consumo de alcohol, facilitar la comprensión de la problemática asociada al consumo de alcohol, implementar acciones preventivas en el hogar respecto al consumo de alcohol y proporcionar habilidades y recursos educativos relacionados con la adquisición y desarrollo de habilidades tendentes a la resolución de conflictos.

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