Antropologia De La Libertad
Enviado por IvanAyala • 15 de Mayo de 2012 • 5.722 Palabras (23 Páginas) • 665 Visitas
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Desarrollo humano
Unidad 1. La libertad: facultad inherente a todo ser humano
1.1. Los alcances de la libertad: intención, consejo y elecciones
Educación Superior Abierta y a Distancia • Primer Cuatrimestre
Antropología de la libertad1
Edgar Morín2
Abstract
La libertad es posibilidad de elección. Pero, ¿cómo es posible? El autor examina los condicionamientos
impuestos por el medio ambiente, la influencia de los genes, el marco sociológico y cultural y la constricción
de las ideas. Entre ellos pasan los caminos de la libertad. El nudo gordiano se resuelve al comprender la
íntima relación entre autonomía y dependencia. Las libertades del espíritu se conquistan, pero es necesario
que nuestra conciencia esté despierta.
Una libertad es una posibilidad de elección
Una posibilidad de elección puede ser interior, es decir, subjetivamente o mentalmente posible; es una
libertad de espíritu. Puede ser exterior, es decir, objetivamente o materialmente posible; es una libertad de
acción.
Cuantos más sean los dominios que ofrecen posibilidades de elección, más, en cada dominio, las elecciones
son numerosas y variadas, mayores son las posibilidades de libertades; cuanto más importante para su
propia existencia es el tipo de elección posible, más elevado es el nivel de libertad (elección de medio de
transporte, elección de profesión, de residencia, de vida).
A primera vista, nos parece evidente que el ser humano dispone, en condiciones favorables, de posibilidades
de libertad. Sentimos subjetivamente nuestra libertad cada vez que tenemos la ocasión de elegir entre
alternativas y tomar una decisión.
A la inversa, toda consideración objetiva de nuestra condición parece reducir la libertad a una ilusión
subjetiva; sufrimos las coacciones de nuestro medio natural al que debemos adaptarnos; estamos sometidos
por nuestro patrimonio genético que produce y sustenta sin cesar nuestra anatomía, nuestra fisiología,
nuestro cerebro y, por tanto, nuestra posibilidad de inteligencia y de consciencia; estamos sometidos por
nuestra cultura que inscribe en nuestro espíritu, desde nuestro nacimiento, sus normas, tabúes, mitos, ideas,
creencias, y estamos sujetos a nuestra sociedad que nos impone sus leyes, reglas y prohibiciones; estamos
incluso poseídos por nuestras ideas que se adueñan de nosotros cuando creemos disponer de ellas. De
este modo, somos ecológicamente dependientes y estamos genética, social, cultural e intelectualmente
sometidos. ¿Cómo podríamos disponer de libertades cuando estamos tan sometidos por todas partes?
1 Texto publicado en: GRASCE (Groupe de Recherche sur l’Adaptation, la Systémique et la Complexité Économique) (ed.), Entre systémique et complexité, chemin
faisant... Mélanges en hommage à Jean-Louis Le Moigne, PUF, París, 1999: 157-170. Traducción de José Luis Solana Ruiz, profesor de Antropología Social de la Universidad
de Jaén.
2 Edgar Morín. Filósofo y político francés, director honorario de investigaciones del CNRS de París, Francia. En su obra desarrolla la Teoría del pensamiento complejo,
misma que sostiene que la realidad es multidimensional, por lo que es sujeta al análisis de todas las áreas del conocimiento, a pesar de la especificidad de éstas. Por
ello, sus fenómenos deben ser estudiados desde su complejidad, evitando la fragmentación.
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Desarrollo humano
Unidad 1. La libertad: facultad inherente a todo ser humano
1.1. Los alcances de la libertad: intención, consejo y elecciones
Educación Superior Abierta y a Distancia • Primer Cuatrimestre
El imperio del medio
Como frecuentemente hemos dicho (cf. El método 1 y 2), nos hace falta sustituir la concepción de que el
medio exterior impone sus fatalidades a los seres vivientes por una concepción de la autonomía dependiente.
La autonomía viviente es inseparable de la autoorganización; ésta produce sus propias reglas y el ser
vivo efectúa su propio comportamiento en el seno de su ambiente. Ciertamente, una organización así
depende de determinaciones físico-químicas, pero éstas son integradas, trascendidas y utilizadas en y por
la autoorganización viviente (cf. El método 1: 108-110).
Como lo hemos expuesto igualmente en otra parte, la autonomía viviente depende de su medio exterior,
de donde extrae energía y organización. Así, no hay autonomía viviente que no sea dependiente3. Lo que
produce la autonomía produce la dependencia que produce la autonomía.
La existencia social ha dado al ser humano una autonomía considerable; los desarrollos técnicos de la
agricultura, los transportes, la industria, han constituido conquistas de autonomía mediante sojuzgamiento
de energías materiales y explotación de producciones naturales, conduciendo a una efectiva dominación de
la naturaleza, a través evidentemente de una multiplicación de dependencias y una dependencia global con
respecto a la biosfera de la
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