Autoconocimiento Tarea académica 2

Facultad de Psicología

Autoconocimiento

Lima, 8 de junio de 2021

Introducción:

La inteligencia emocional es un concepto definido por Mayer, citado de un estudio de Martínez, como “una habilidad para percibir, asimilar, comprender y regular las propias emociones y las de los demás, promoviendo un crecimiento emocional e intelectual. De esta manera se puede usar esta información para guiar nuestra forma de pensar y nuestro comportamiento”. Según el libro de Goleman titulado Inteligencia Emocional, que clasifica la inteligencia emocional desde distintos puntos, la capacidad de motivarse a uno mismo sería un muy buen ejemplo para lograr una estabilidad emocional plena (2014, p.1).

En otras palabras, es la capacidad de manejo de emociones, puesto que las reconocemos y aceptamos para mejorar en los sucesos que transcurren en nuestra vida cotidiana y también en la forma de entender los sentimientos de las personas.

Al respecto, según Arrabal (2018), “la inteligencia emocional bien trabajada y gestionada nos hace personas capacitadas para relacionarnos con nosotros mismos y con el resto de las personas”.

Este ensayo tiene como objetivo evidenciar mi experiencia con el tema a tratar, establecer acontecimientos de mi vida donde las apliqué, mencionar sobre aquellos aspectos donde hubo ausencia de ella y reflexionar ciertos aspectos para generar una mejora en mi ámbito profesional y más que todo personal.

Desarrollo:

Durante mi proceso donde analicé sobre la inteligencia emocional en mi vida, cabe resaltar que su ausencia comenzó cuando yo tenía 12 años, en ese momento pasé por problemas familiares, mi entorno familiar tampoco ayudaba en ese momento. Considerando que preferían no hablar de lo sucedido, optaban por omitir el tema y actuar como si no hubiera pasado nada. No sabía reaccionar ante lo que sucedía en ese entonces y comencé a guardar todo lo que me pasaba en mi interior. Sentía soledad, cólera, tristeza, frustración más que todo por no poder hablar con alguien del tema, más aún con mi propia familia. En ese tiempo fue una carga emocional más para mí ya que por otro lado presentaba otro problema que me afectaba en mi grupo social. Llegué a un punto donde me cansé de fingir que todo iba bien y la carga que llevaba conmigo por mucho tiempo colapso de una mala manera, no expresé bien la molestia que tenía e hice daño a alguien importante de mi familia con mis palabras. Me sentí mal conmigo misma y una persona insensible. También, me cerré a expresar mis sentimientos por temor a no saber expresarme de buena forma.

Por otra parte, a los 15 años, fue más que todo una etapa donde ocurrieron muchos cambios positivos en mi vida, empezó lo principal, el poder aceptarme. En el proceso de comprenderme, me di un tiempo de reflexión hacia mí misma, en el cual ahondé sobre el porqué de mis emociones y el mal control que tenía sobre ellas al momento de contar como me sentía realmente a las personas de mi familia. Caí en cuenta que principalmente me hacía daño a mí, el guardarme las cosas me llegó a dañar fisiológicamente y me desgastaba, pero puse de mi parte para mejorar, entendí que debía conocerme más para no seguir actuando de forma negativa puesto que afectaba en parte a las personas que me rodeaban y finalmente tuve el apoyo de mi familia. Al poder identificar mis sentires tuve un mejor manejo a la hora de expresarlos y me dio un mejor autocontrol en mis situaciones diarias.

Con relación a mi análisis sobre ambos acontecimientos de mi vida, estas situaciones comparten relación en el ámbito familiar, los malos momentos que pasé me sirvieron para aprender de ellos y tener un mejor crecimiento personal. Actualmente sigo en proceso de mejorar porque a medida que pasan ciertos hechos sigo aprendiendo de mis errores e intento ser consciente de lo que puedo cambiar.

Acerca de las diferencias, remarco que el primer suceso constaba de un momento triste en mi vida donde me sentía estancada, confundida por no entender a mi familia y con un sentimiento inmenso de soledad, mientras que el segundo acontecimiento actué de forma más asertiva, di prioridad a mis sentimientos, hubo una mejor regulación de mis pensamientos y autocontrol de por medio. También puedo mencionar que el primer hecho repercute en mente hasta el día de hoy, pero estoy tratando de seguir adelante.

...