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Ayahuasca Como Tratamiento


Enviado por   •  27 de Junio de 2015  •  2.059 Palabras (9 Páginas)  •  144 Visitas

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Por Xavier Fernández

La investigación científica de los efectos psicológicos de la ayahuasca es considerablemente reciente. Sin embargo, hoy tenemos algunas respuestas próximas a estar claras que se extraen de los estudios realizados, como por ejemplo que tras el consumo ritual y continuado de ayahuasca no se han hallado desajustes en la personalidad o en los niveles de sintomatología psicológica, constatándose un equilibrio en los niveles de síntomas psicopatológicos. Se han observado, tras el uso ritual de ayahuasca, menores grados de ansiedad, depresión, fobia, paranoia, obsesión, etc.

Por otra parte, la capacidad de la ingesta ritual de ayahuasca en el tratamiento de las adicciones es un apartado que merece especial atención, pues aunque las evidencias científicas son escasas todavía, si se ha observado que la participación como miembro de las iglesias sincréticas brasileñas es un protector contra hábitos de abuso y dependencia de drogas. Estudios cualitativos, es decir, basados en las entrevistas a los sujetos, han puesto de manifiesto que aún perteneciendo a una estructura religiosa con fuertes consignas normativas respecto a la abstinencia de drogas, parece que no se produce una substitución de la adicción a las drogas por una dependencia a la institución religiosa. Ni tampoco se sustituye la dependencia de las substancias de abuso por una adicción a la ayahuasca.

La bebida amazónica no produce una dependencia química como el caso de los estimulantes (cocaína, cafeína, anfetamina, etc.) o depresores (heroína, alcohol o sedantes de farmacia), ya que en primer lugar, la ayahuasca pertenece a una tercera gran familia de substancias psicoactivas, las incorrectamente llamadas alucinógenas o enteógenas (1). Preferible es el término visionario por producir una visión en un sentido amplio, entendida ésta como una percepción de la realidad espiritual, bajo el estado modificado de consciencia, dotando de significado al hallazgo de contenidos trascendentales, que a semejanza de los sueños, ilumina las regiones del inconsciente; tratándose con frecuencia el caso de las visiones de la ayahuasca como destellos sobre el inconsciente colectivo a toda la humanidad. Podemos reseñar el ejemplo de visiones de serpientes como un paradigma, estudiado y reconocido de visión arquetípica o colectiva con altas resonancias transculturales y por tanto presente en las culturas humanas de lugares y tiempos tan distantes como el hinduismo, los albores de la civilización humana en Mesopotamia, la poesía gallega, o la mitología amazónica, productora de los mitos de origen de las culturas indígenas ayahuasqueras. En estas leyendas se encuentra la historia de una Serpiente-Canoa (2) como la portadora de un individuo de cada una de las etnias del río amazónico Vaupés, que remontaron el curso del río hasta sus fuentes para establecer la humanidad. En segundo lugar, las plantas o substancias visionarias permiten una modificación de la consciencia –o de expansión de la misma- que al utilizarse en contextos estructurados de carácter ritual facilitan en proceso de reversión de la adicción, pues la capacidad de discernimiento aumenta, posibilitando encontrar tanto las raíces de los hábitos destructivos, como los nuevos patrones orientados hacia la salud y la realización.

La ayahuasca se emplea desde tiempos inmemoriales, pues se desconoce exactamente el origen del uso de la ayahuasca por las más de setenta tribus o etnias que la emplean en la actualidad en la cuenca amazónica. Los usos que han sido desarrollados por estos grupos humanos son muchos y muy variados, desde el facilitar la caza o el producir cohesión en la tribu, hasta la búsqueda de objetos perdidos o la comunicación con personas ausentes o muertas. Pero sin duda, el empleo más importante de la ayahuasca por parte del mundo tradicional indígena es la curación. Esta se puede facilitar de numerosas maneras, ya que la ayahuasca puede ser tomada tanto por el que sufre la enfermedad como por el paje (3), iwishin (4) o chamán que la ofrece. Incluso es posible que sólo la tome el chamán, o lo haga por separado para diagnosticar la enfermedad a través de la entrada en el estado no ordinario de consciencia que le permite ver que partes están afectadas, como funciona el proceso dañino, e incluso averiguar que remedios emplear en cada paciente -como las plantas más apropiadas a utilizar-. En estos casos, es evidente que los planteamientos descritos distan de la figura convencional del médico alopático que administra una substancia que nunca ha experimentado subjetivamente, buscando producir un efecto objetivo en el cuerpo del paciente; y sin mediar ningún proceso desarrollado de consciencia.

Los enfoques que emplean la ayahuasca ritual en la actualidad para el tratamiento de las adicciones participan o son herederos –total o parcialmente- de los empleos tradicionales de la ayahuasca por parte de los grupos indígenas, de los curanderos mestizos, o de las iglesias sincréticas brasileñas. Además, estos usos recientes de la ayahuasca, que no sólo tratan dependencias sino que facilitan procesos de crecimiento humano de expansión de la consciencia -pudiendo mejorar efectivamente otros desajustes psicológicos-, son una simbiosis entre los conocimientos tradicionales de la ayahuasca y formas occidentales de terapia y psicoterapia, como el psicoanálisis (sobre todo junguiano y freudiano), la medicina y psiquiatría occidental, así como la psicología transpersonal. El proceso que atraviesan los individuos para abandonar la dependencia y abuso de drogas a través de la ayahuasca es una búsqueda del Sí mismo (5), o de una identidad verdadera como una forma de crecimiento existencial que atraviesa límites como los propios miedos, traumas, y dificultades diversas, adentrándose en los territorios transpersonales del Ser humano, y permitiéndose una búsqueda psicoespiritual de eficacia renovada con respecto a las tentativas frustradas de la dependencia como camino de encuentro con uno mismo. De forma sencilla y clarividente Stanislav Grof, de reconocida experiencia como psicoterapeuta psiquedélico, ha escrito:

“En muchos casos, tras el anhelo por las drogas, el alcohol u otras adicciones está el anhelo por el Ser Supremo o Dios.”

De la experiencia con las aplicaciones psicoterapéuticas de la ayahuasca, puede afirmarse que el núcleo de la vivencia transformadora es una realización del potencial de autoconocimiento del Ser humano en toda su amplitud de consciencia, abriéndose el campo para la expansión más allá de la personalidad condicionada, permitiendo adentrarse en espacios trascendentales, oceánicos o transpersonales.

Si la experiencia con ayahuasca ritual es efectiva en las adicciones es por suponer una posibilidad de encuentro con uno

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