CONFERENCIAS DE INTRODUCCIÓN AL PSICOANÁLISIS
paoesc01Resumen26 de Agosto de 2016
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Conferencias de Introducción al Psicoanálisis
Antes de hacer cualquier referencia a las conferencias dictadas por Sigmund Freud, es necesario adentrarse a su biografía. En el mundo de la psicología, es considerado como una persona quien generó importante impulso a la ciencia, específicamente al conocimiento del comportamiento humano. Por esta razón, Sigmund Freud, fue considerado como el padre de la psiquiatría moderna y como todo hombre de ciencia, estuvo rodeado de seguidores y detractores a sus teorías, situación que prevalece actualmente en el mundo científico. Sin embargo, ambas partes, coinciden y reconocen su aporte al conocimiento científico en el campo de la neurología, psiquiatría y particularmente a la nueva disciplina que él denominó psicoanálisis.
“Sigmund Freud, nació el 6 de mayo de 1856, Freiberg, Moravia dentro del imperio Austrohungaro en el continente Europeo, descendiente de padre y madre judíos, fue el mayor de seis hermanos y el único varón”, (Balán, 1991, P 8). Freud era hermanastro de dos varones mayores que él, los cuales vivían en la familia y que nacieron del primer matrimonio de su padre. Cuando Freud tenía tres años de edad la familia se mudó a Viena en busca de una mejor calidad de vida, a los diecisiete años y a pesar de las dificultades económicas por las cuales atravesaba la familia, sus padres decidieron apoyar su incorporación a la universidad de Viena, como estudiante de medicina, graduándose en el año de 1982, sus excelentes notas le ayudaron a incorporarse rápidamente al hospital General de Viena, donde se especializó en neuropatología, a la par de los servicios que ofrecía en dicho hospital, estableció su propio consultorio especializando sus servicios en desordenes nerviosos, principalmente la histeria y neurosis a través de la utilización de la hipnosis, el método catártico y la asociación libre. En el año de 1899, publicó una de las obras a decir con sus propias palabras, la más importante de su vida, “la interpretación de los sueños”, iniciando de esta manera una nueva disciplina (el psicoanálisis), medio por el cual proponía un modo diferente de entender al ser humano. Sus ideas catalogadas por él mismo como revolucionarias, lastimaron la moral de la gente europea y rápidamente recibió todo tipo de críticas e incluso rechazo a sus teorías; en septiembre de 1909, visitó por primera vez los Estados Unidos como invitado a dictar conferencias en la universidad de Massachusetts, donde percibió una aceptación a sus teoría más acogedora de parte de sus colegas y oyentes que la experimentada en Europa. Después de participar en dichas conferencias regresó a Viena fundando inmediatamente la asociación internacional de psicoanálisis junto con su colega Karl Jung, mismo con quien tendría graves desacuerdos en cuanto al tratamiento y seguimiento del psicoanálisis, motivo por el cual los llevo al rompimiento y distanciamiento entre ambos, diluyéndose así también la asociación realizada (Gay, 1989).
Los referentes en sus descubrimientos le ayudaron para integrarse en la planta docente de la universidad de Viena desde 1902 como profesor asociado, vínculo que mantuvo hasta 1933.
Con la invasión de Austria por parte del ejército Nazi , Freud como todos los judíos sufrieron graves consecuencias, en este acontecimiento, los alemanes quemaron o por lo menos así lo creyeron, todas las obras escritas del polémico Freud; el hombre del psicoanálisis no le quedó otra alternativa que salvar su vida buscando el exilio en Londres, donde finalmente murió en septiembre de 1939 víctima de una sobredosis de morfina que solicitó le aplicaran para ayudarle a partir sin dolor, el cual le aquejaba derivado del cáncer en la mandíbula que sufría desde 16 años antes de su muerte.
A Freud se le reconocen aproximadamente veintitrés obras escritas, entre las que más destacan las referentes al psicoanálisis, esto, a pesar de que los alemanes destruyeron sus libros y que incluso él mismo destruyo u ocultó obras que no han salido a la luz pero que se presume fueron escritas por Freud.
Ahora bien, durante su relación con la universidad de Viena Freud dictó una serie incontable de conferencia, sin embargo, las más destacadas fueron las dictadas en dos cursos de invierno en la propia universidad de Viena entre 1915 a 1917, ante un auditorio mixto de médicos y gente sin experiencia en la materia del psicoanálisis, la narración de dichas conferencias fueron rescatadas con la autorización de quien manejaba los derechos de dichas publicaciones en el años de 1978 que fue la primera edición al castellano por la editorial Amorrurtu editores en dos publicaciones, la primera contempla las conferencias parte uno y dos, dictadas por Freud entre 1915 y 1916 y la segunda la parte tres efectuadas entre 1916 y 1917(Freud, 1978).
Se intentará mencionar en los párrafos siguientes los contenidos más trascendentales de las primeras quince conferencias dictadas entre 1915 a 1916 que corresponden a la parte l y ll de la primera publicación de la totalidad de las conferencias de Freud.
Freud inicia en su primera conferencia reconociendo a su público como iniciadores en la materia del psicoanálisis, anticipando que los tratará como si nada supieran y necesitaran una instrucción preliminar. Deja claro lo que se debe entender por psicoanálisis, definiéndolo como “una modalidad de tratamiento médico de pacientes neuróticos” (Freud, 1978, p. 3), y en un primer plano los conduce a una contradicción a lo que habitualmente realiza la medicina cuando somete a un enfermo a una técnica médica nueva, en este escenario, Freud dice que se le trasmite al paciente plena seguridad acerca del éxito del tratamiento al cual será sujeto y se le resta importancia a las dificultadas que pudieran presentarse, en otras palabras la probabilidad del éxito radica en gran medida en el médico tratante y subraya, en el tratamiento a un neurótico bajo el psicoanálisis ocurre todo lo contrario, se le expone las dificultades del método su prolongada duración, los esfuerzos y sacrificios que cuesta y se le comenta que los resultados no se le garantizan por el simple hecho de someterlo al tratamiento, que eso depende de otros factores como la inteligencia, conducta, de su perseverancia, en este sentido se atribuye la posibilidad del éxito no solo al médico tratante sino al paciente mismo. En este primer acercamiento pareciera que Freud intentara ahuyentar a su público para no despertar el más mínimo interés por seguir su teoría con respecto al psicoanálisis e incluso se atrevió a dirigirles una amenaza para que no asistieran a una segunda disertación de sus postulados, les anticipó que si alguno desobedecía a sus advertencias y decidía adentrarse al estudio del psicoanálisis, lo único que les aseguraba era el fracaso de éxito en su vida profesional. Al leer estas palabras en la primera conferencia, de inmediato sitúa al lector, en la detección de una suprema inteligencia que posee el orador para seleccionar adeptos a su teoría, quería calidad, no cantidad. Freud sabía que con dichos pronunciamientos les lanzaba un reto directamente al inconsciente de sus oyentes y que todo aquel que realmente tenía capacidad y habilidad mental para interpretar su mensaje sería presa fácil de conducirlo a la profundización mediante el estudio del psicoanálisis. Este ejercicio denota que el conferencista practicó su teoría psicoanalítica con los oyentes de sus conferencias.
A lo largo de la primera conferencia Freud menciona las dificultades que presenta el psicoanálisis para situarse como un descubrimiento que revoluciona el conocimiento de la mente humana, reconoce que la sociedad no está preparada para recibir tal hallazgo y entre todas la dificultades que cita, se destacan dos por el énfasis en que las menciona, la primera dice que “los procesos anímicos son, en sí y por sí, inconscientes, y los procesos conscientes son apenas actos singulares y parte de la vida anímica total”(Freud, 1978, p.5). Esta aseveración sería difícil, casi imposible que la sociedad de la época la aceptara como resultado de una investigación y por lo contradictorio que sonaba con respecto a la creencia que prevalecía sobre el comportamiento de la mente humana. Un segundo hallazgo y catalogado por su autor como el más crítico del psicoanálisis que dificultaría su aceptación es la aseveración de que “mociones pulsionales que no pueden designarse sino como como sexuales, en sentido estricto y en sentido lato, desempeñan un papel enormemente grande, hasta ahora no apreciado lo suficiente, en la causación de las enfermedades nerviosas y mentales”, en estos hallazgos radica la mayor parte del rechazo al psicoanálisis por parte de una sociedad inmiscuida en reglas puritanas y cerradas o cualquier otra propuesta que contradiga su posicionamiento, es el mayor reto que tiene que enfrentar el psicoanálisis y donde el tiempo será su mejor aliado.
En la segunda, tercer y cuarta conferencia denominada los actos fallidos, Freud hace mención de un fenómeno que habitualmente se presenta en la vida de las personas, pero que hasta ese entonces no se la había prestado la atención para generar una posible explicación de su presencia, los denomina operaciones fallidas del hombre y los define como fenómenos que son muy frecuentes, conocidos y muy poco apreciados, los cuales no pueden compararse con enfermedades por la sencilla razón que también las personas sanas las padecen. Algunos ejemplos de las operaciones
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