CULTURA DE LA DIVERSIDAD

Unos de los problemas más graves que enfrenta la sociedad son la desigualdad y discriminación porque algunos grupos sociales no logran cubrir sus necesidades básicas. La mujer, los niños, los ancianos, los inmigrantes y sobre todo los discapacitados son los más vulnerables. A veces se producen situaciones de exclusión y marginación social, esto incita a que exista la necesidad de una cultura que acepte, conozca, comprenda y más que nada respete a cada uno de los seres humanos. Creo que esta aceptación se debe iniciar en casa; con la necesidad por aceptar a cada uno de los miembros de la familia y así poder ir despejando la ignorancia y falta de sensibilidad que muestra la mayor parte de la sociedad frente a la cultura de la diversidad.

Con la realización de los reportajes pude darme cuenta que la sociedad en la que vivimos no está del todo preparada para aceptar la diversidad cultural; el concepto si se conoce, sabemos que hay persona diferentes a nosotros, que necesitan tal vez un poco de ayuda para poder tener una buena calidad de vida, pero todo se queda ahí estancado, y no se hace nada para mejorar esto. En la ciudad (ciudad Guzmán) hay muy pocas adecuaciones por las calles, esto es una limitante para que una persona viva una vida semejante a la de nosotros, ya que no tendrá tanta facilidad para poder desplazarse.

Como lo mencione anteriormente la aceptación hacia la diversidad debe de comenzar en la familia y darle continuidad en la escuela, sin importar si es pública, privada, indígena o urbana. Se debe de hacer el reconocimiento de la diversidad iniciando con el alumnado, esto obliga a la búsqueda de alternativas didácticas en la educación y en la práctica de la escuela. Desde el reconocimiento explícito del derecho que tenemos todos a la educación y de que esta se desarrolle atendiendo la igualdad de oportunidades: donde la diversidad sea un valor que enriquezca y sea positivo para cada ser humano.

Esto es una realidad con la que debemos de convivir en las escuelas y fuera de ellas, para ello debemos de comprenderla como un valor a potenciar y a promover, puesto que es donde se encuentra el respeto mutuo.

Ser maestros es sencillamente abrir espacios entre los niños y las niñas, afrontar la dimensión social y política de la misma con todos sus riesgos y consecuencias. La calidad del proceso de enseñanza y aprendizaje depende fundamentalmente de la capacidad de ajustar la intervención del docente a las variadas necesidades educativas. Exige adecuaciones didácticas para la demanda de los niños; muchos maestros ven a la diversidad como un problema y no como una ocasión para mejorar la calidad de enseñanza en las escuelas.

Para que una escuela sea inclusiva debe de:

• Satisfacer todas las necesidades presentes de los niños y de las niñas. Debe de saber despertar el deseo de vivir pero sobre todo el de aceptar a las personas tal y como son.

• Tienen que cubrir las necesidades futuras de todos los alumnos.

• Todas las escuelas se deberían de poner de acuerdo con las familias, profesorado, y comunidad en general, ya que entre todos se ha de combatir la ignorancia, el racismo y la intolerancia

La escuela no debe de ser solo un lugar para adquirir conocimientos sino para enseñar a los alumnos a resolver problemas de su vida cotidiana y de incluir la cultura de la diversidad en sus vidas. Sin duda, todas las escuelas deberían de ser inclusivas para obtener sociedad más consciente.

La cultura de la diversidad nos permite construir escuelas con una didáctica y unos profesionales de calidad. Algo que no debe de pasar por desapercibido es que, las instituciones escolares tienen que crear situaciones de aprendizaje donde las personas excepcionales adquieran la cultura a pesar de sus condiciones cognitivas y evitar que existan diferencias. El objetivo es potenciar un aprendizaje con calidad

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