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CURSO DE TEORÍA POLÍTICA


Enviado por   •  24 de Noviembre de 2014  •  3.076 Palabras (13 Páginas)  •  225 Visitas

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ENSAYO CRÍTICO: COMUNICACIÓN - MEDIACIONES - CULTURA; UN DEBATE DE LARGO ALIENTO EN BOLIVIA

En un balance de la situación de la investigación en comunicación en Latinoamérica, realizado por Ana Carolina Escoteguy se afirma que existen cuatro grandes temáticas, las tres primeras orientadas por la teoría de la dependencia y abarca más o menos de 1970 a principios de 1980. De la cuarta área, que pasa a ser central a partir de fines de los '80 tiene como eje las formulaciones de Jesús Martín Barbero y Néstor García Canclini. Esta nueva propuesta latinoamericana surge como una respuesta a la crisis paradigmática por la que atravesaba Latinoamérica en el campo de la investigación en comunicación y propone comprender la comunicación como una cuestión de cultura contra una visión que reduce la comunicación a las explicaciones causales y funcionales.

Pensar en la comunicación - afirma Escoteguy, resumiendo al Dr. Martín Barbero - es verla como parte constitutiva de las dinámicas culturales. Sin embargo, esa mirada no pierde de vista el lugar que ocupan los medios en la configuración de la cultura contemporánea, tanto a nivel político como económico.

Medios múltiples, pocas voces. En Bolivia , como ya lo dijo Adalid Contreras, hay una gran cantidad de medios masivos de comunicación tanto en prensa, radio y televisión; no obstante, su alcance está reducido a las áreas urbana y periurbana boliviana en tanto que las áreas rurales no cuentan con el acceso a medios escritos - de prensa - ni de televisión hoy la situación ha cambiado en alguna medida pero hablaremos de ello más adelante, el medio que casi desde su incursión llegó al campo fue la radio, pero en baja escala y no a toda el área rural. También, Contreras afirma que si bien existen muchos medios de comunicación son pocos quienes tienen la condición de emisores y muchos los que actúan como receptores, de ahí su trabajo denominado medios múltiples, pocas voces.

Para tener un panorama de lo que sucede en los diarios bolivianos revisamos el trabajo de Raúl Peñaranda que logra hacer un peritaje de un promedio de los tirajes de veinticuatro periódicos de todo el país, en base a estimaciones de "Diagnóstico de la comunicación en Bolivia". Ediciones Siglo, de Raúl Rivadeneira Prada, en 1991; los participantes del taller de Periodismo Comparado de la Universidad Andina Simón Bolívar dirigido por José Márques de Melo en 1996 y las encuestas de la empresa Control y Marketing. En este trabajo mencionado afirma - Peñaranda - que en 1991 se editaban diariamente 81 000 ejemplares diarios, en 1996 99, 000 y en 1997, 103 000 periódicos diarios .

Si asumimos que Bolivia cuenta con 8' 000 000 de habitantes, que de los cuales - ya sea por edad u otros motivos - sólo saben leer 4' 000 000 y que cada ejemplar de periódico llega aproximadamente a 4 personas, es decir 412 000, concluiremos que se quedan sin acceso a las noticias diariamente alrededor de 3' 588 000 ciudadanos bolivianos.

Según Lupe Cajías la situación en cuanto a cantidad de medios no difiere mucho de las ya observadas. Muestra un total de 28 periódicos diarios; 67 canales en el área urbana, 25 canales en las provincias y 46 en trámite, haciendo un total de 138 canales de televisión en Bolivia; 186 radioemisoras en las ciudades, 108 en el campo, 103 en trámite alcanzando un total de 397 emisoras radiales en Bolivia .

Comparamos estos datos con la Guía Nacional de Medios de Comunicación 1999 y comprobamos nuevamente lo dicho hasta este momento, con un ligero incremento, en cantidad, de los todos los medios. La guía citada es un listado de todos los medios existentes en Bolivia con algunos de sus datos y organizados por departamentos (están tomados en cuenta los nueve), y nos sirve para tener un panorama general del crecimiento impresionante que ha tenido el sector .

Una arrolladora mayoría de estos medios son empresa privada y se guiarán por la lógica del mercado. El discurso empleado será parecido. Y hoy, con estos datos, vemos - nuevamente - que unos pocos emiten sus ideas y somos muchos los que las recibimos. ¿Estaremos preparados para tomar con sentido crítico los mensajes? ¿Será que debemos dejar de lado el estudio de los medios masivos y su impacto en los receptores, aunque con una lógica diferente a la clásica? ¿Será que es hora de impulsar una nueva legislación de los medios masivos en Bolivia? ¿Quiénes son propietarios de los medios de comunicación? Son temas de la comunicación de masas que no pueden ni deben ser soslayados.

Las cuestionadas políticas culturales

Demás está hablar de las políticas nacionales de la cultura ya que en Bolivia son hasta ahora inexistentes - o al menos no se las siente - por ende un divorcio entre la comunicación y la cultura es por demás evidente. Por tanto, remitámonos a una propuesta planteada por el movimiento "Para seguir sembrando, para seguir soñando" impulsado desde las sociedad civil boliviana.

Las viejas construcciones teóricas y funcionales de la cultura han estado, casi siempre, signadas por las prerrogativas de los grupos de poder, tomándolas , sin contemplaciones, como un ejercicio de prestigio y reconocimiento social para las minorías y élites políticas o empresariales. La práctica cultural del entorno, de los otros, de la cultura no oficial era cuestión folclórica, casi de museo o postal turística. Si bien el Estado nacional estatista post 52 abrió un cauce para definir lo popular, la cultura en este espectro fue polarizada nuevamente, entre lo reconocible para la lucha y aquello reconocido por el poder. Los planes de educación, alfabetización, y recuperación de las "raíces culturales", el auge indigenista, el folclorismo, la autenticidad de los propio y otros embates fueron simplemente un cartel de neón que legitimaba un nuevo Estado, pero que, como tal, no tuvo, por azares y contextos de la época, un referente de proyecto de "cultura nacional" y por lo tanto la ausencia obligada, sino intencionada, de políticas y estrategias en ese ámbito .

Según Dardo Cúneo, la cultura es un espacio de convocatoria y realización de aptitudes nacionales. La Cultura es concordia y discordia, es fusión y asimilación de diversidades. Si bien la reforma constitucional de 1994 sentó las bases para el reconocimiento de la diversidad cultural en Bolivia, no fue, no lo es tampoco, mas que una frase bonita y normativa que es rehuída y temida en los ámbitos de aplicación y de ejercicio de esa pluralidad. El estado no hace nada al respecto, sus iniciativas, amén de buenas intenciones, per aisladas y generalmente sesgadas, no son nada más que fórmulas y recetas unidireccionales de arriba hacia

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