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Ciclo Vital


Enviado por   •  19 de Diciembre de 2012  •  6.502 Palabras (27 Páginas)  •  549 Visitas

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EL CICLO VITAL

INFANCIA

Al nacer un nuevo “niño” es un producto prematuro e inacabado. Depende completamente de su madre o de quien toma su papel. Este tiempo es demasiado prolongado a diferencia de otras especies, por ejemplo, al nacer un caballo, este no tarda en ponerse en sus cuatro extremidades, a diferencia del ser humano, que tarda aproximadamente un año para lograrlo.

Puede suceder que durante el embarazo los estado emocionales de la medre influyan en el feto sobre su personalidad.

Durante el embarazo puede dañarse al producto si la madre sufre intoxicaciones e infecciones y no toma las precauciones adecuadas para prevenirlo, siendo de mayor riesgo durante los tres primeros meses de gestación. También se puede dañar al producto durante el parto, si este es prolongado o traumático para el bebé, la utilización de fórceps, además de que si se prolonga el parto, el niño puede sufrir hipoxia (daño cerebral debido a la falta de oxígeno).

Actualmente se distinguen dos clases de influencias conformadoras: las que actúan en forma explosiva por un periodo muy corto en ciertos momentos críticos del desarrollo y los que actúan más lenta y silenciosamente ejercidas por actitudes, signos y gestos.

Los estudios llevados a cabo por Spitz, Bowbly y Mahler entre otros, han puesto de manifiesto el carácter transaccional de la relación medre-hijo. Se deben entender como un sistema conformado donde existen, por un lado la medre y por el otro el hijo, los elementos que se afectan e influyen el uno en el otro.

En la relación medre-hujo, además de aliviar las necesidades del niño originadas por sus tensiones, la madre también provee los estímulos necesarios para el desarrollo del psiquismo infantil. El modelo de la relación es el de un circuito de retroestimulación donde el niño emite señales que son recibidas por la madre, y ella a su vez emite sañales que el niño recibe. Los problemas de la relación pueden ser por defecto de uno u otro (la madre o el hijo), por ejemplo, la madre puede experimentar al niño como si fuera parte de sí misma por un tiempo por demás prolongado, o puede retirarle su contacto y su protección antes de lo debido.

Los estudios de Spitz demuestran la importancia de las señales emitidas por la medre hacia su bebé como las tensiones musculares, el olor, el tono de voz, las expresiones faciales, etc.

Hacia el segundo y tercer mes de edad, la capacidad del niño ha madurado para poder sonreír. Enesta edad, los niños son capaces de sonreír cunado su medre u otra persona (incluso una imagen de una cara sonriente) les sonría. Cabe señalar que esta respuesta preconstruida usada en un momento dado en el desarrollo no ocurre en niños con daño cerebral o devido a una privación grave de contactos con su madre.

Por otra parte, el niño puede un buen día rehusarse a comer. Este acto provoca en la madre gran angustia sintiendo miedo y culpabilidad, tratando de resolver el problema que enfrenta en ese momento forzando al niño a comer lo que provoca mayor resistencia en él y más angustia en la madre. El niño que vomita por cualquier razón, seguirá vomitando cada vez que se le force, porque al hacerlo, descarga los significados negativos derivados de la mala relación con su madre. Muchos otros síntomas son debidos por los conflictos generados en la relación madre-hijo.

EL TRAUMA DE LA SEPARACIÓN

El nacimiento, es decir, la interrupción de la simbiosis madre-feto representa un trauma fisiológico, donde la fisiología del recién nacido experimenta cambios después de pasar por la región pélvica de la madre. Ahora tiene que ser activo para satisfacer sus necesidades como respirar, succionar y tragar. En las primeras cuatro semanas de vida, el niño es muy frágil y vulnerable, dependiendo totalmente de su madre o de quien tome su papel. Después de la segunda semana, el niño cuando está semidormido, o se esta alimentando, muestra un estado placentero. Después de la tercera y antes de la quinta semana, se presenta el efecto que se mencionó con la cara sonriente.

Cerca de la décima semana, el niño sonríe a menudo a su madre, lo que indica el establecimiento de un contacto emosional. Si la madre responde a esa sonrisa, la estimulación recíproca fomenta el establecimiento entre ambos de una relación afectiva intensa. El niño entonces, percibe a su madre como parte de sí mismo y al revés. En esta etapa de simbiosis, llamada así por Mahler, el niño se experimenta unido a su madre.

Hacia los cinco o seis años, el niño experimenta ansiedad cuando se encuentra entre personas extrañas, además llora y se agita, pero se tranquiliza al regresa a los brazos de su madre. Esta angustia de la separación es una experiencia precursora de otras experiencias angustiosas.

A partir del sexto mes el niño entra en la etapa de separación-individuación, llamada así por Mahler, que se extiende hasta el final del tercer año de vida. Se distinguen cuatro fases:

• En la primera, que va de los seis meses hasta el final del primer año, al ser separado el niño de los brazos de su madre y verse entre personas extrañas para él, llora y sufre angustia. Aparentemente el niño teme ser abandonado por su madre.

Spitz por su parte, descubre don entidades clínicas que se presentan cuando los niños son privados de su madre. Lo que él llama el “hospitalismo”, se da cuando un niño es separado de su madre por tiempos prolongados en ambientes institucionales donde es vulnerable a enfermedades. La segunda que el llamó “depresión anaclítica”, ocurre cuando a un niño se le separa por varios meses de su madre después de haber tenido una buena relación con ella que puede avanzar hacia un estadio de marasmo y retardía y a un estupor irreversible.

• La otra etapa, de practica, abarca de los 10 ó 12 hasta los 16 ó 18 meses. Lo más notable durante esta etapa se observan en los logros que ha logrado el niño en el área motriz, gracias a la maduración de su sistema nervioso. Ahora su fuente de satisfacción es el control voluntario de los músculos incluyendo los esfínteres del ano y la vejiga. En esta etapa se inicia la separación activa de la madre. El niño ensaya su dominio a la separación tapándose los ojos, ya que él como no la ve, cree que desaparece y trata de esta manera controlar su miedo.

Winnicitt hace incapié en que algunos niños desarrollan un apego intenso hacia un objeto que se vuelve muy importante para su tranquilidad y separarlo de él, le provoca angustia. Parece ser que la adhesión a este objeto transitorio le permite al niño dominar su angustia de separación. De esta forma, elobjeto “representa a su medre”.

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