Cohen Imach

Cohen Imach

Ficha de Cátedra

Sobre la infancia y la niñez: La palabra infancia, se fusiono con una determinada concepción de pureza, ingenuidad e inocencia, valores esto que fueron impregnando el sentir de los adultos por lo que adquirieron calidad simbólica. La costumbre congelo a la niñez en esa imagen y fue adquiriendo la consistencia de un concepto dominante dentro del imaginario social.

Emergencia del concepto de niñez: En la actualidad “la palabra niñez adquirió calidad emblemática, en tanto su mención convoca sensibilidades, decisiones políticas y esperanzas que se enhebran en una concepción tradicional de futuro y como representantes de un porvenir, esta concepción no existió desde siempre.

La palabra infancia apareció en el siglo XIII.

Desde el siglo XV al siglo XVIII la sociedad medieval no percibió en realidad, la diferencia entre el mundo de los niños y el de los adultos y por ello, los niños eran considerados como adultos pequeños o adultos en potencia.

A lo largo de la edad media, domino en Europa occidental lo que se denomina una conciencia naturalista de la vida y del paso del tiempo. Cada uno de los miembros del grupo familiar dependía de los demás, y cumplir con la función de procrear era una responsabilidad difícil de eludir. El lugar de la mujer era esencial, en ella depositaba la continuidad de la familia y la especie.

La vida y la muerte eran momentos naturales y esperables.

El niño era concebido como un vástago del tronco comunitario. Señala Aries, era un niño público. Desde su nacimiento, lo “publico” y “privado” se hallaban entrelazados con fuerza.

Sus primeros pasos y el rito del bautismo eran también momentos fúndanles en la socialización del niño. La primera infancia era la época del aprendizaje. Tanto el padre como la madre ocupaban un lugar central en esta etapa de la educación de los hijos. Ya a los siete u ocho años los varones, acompañaban a su padre al trabajo, y las niñas quedaban con su madre y otras mujeres, aprendiendo del lugar y rol de la mujer.

Dentro de este contexto, existía poca intimidad, poco para lo privado e intimo.

A raíz de los profundos cambios sociales y económicos producidos hacia fines del siglo XIV aparecieron indicios de una nueva relación con el niño, surgió como valor la voluntad de preservar la vida del niño, voluntad que fue en aumento en el transcurso del siglo XVII.

En la ciudad renacentista se pierde esa intima relación con la “madre tierra”, lo cual trae aparejado el debilitamiento del vínculo con los antepasados.

Comenzaron a surgir contradicciones entre la necesidad de perpetuar el linaje y el deseo creciente del individuo de vivir su vida plenamente. Dentro de este escenario, el hijo pequeño será atendido, cuidado y mimado.

Era necesario preparar al niño para el mundo adulto por medio de la institución escolar.

Esta nueva concepción de la infancia fue acompañada con métodos de crianza y de educación muy severos.

En estos tiempos se observan dos tendencias: algunos padres demasiados apasionados por sus hijos, a quien lo consideran

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