Colectivos de adolescentes en riesgo de exclusión
Dávi SánchezEnsayo4 de Noviembre de 2015
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COLECTIVOS DE
ADOLESCENTES SUSCEPTIBLES DE
EXCLUSIÓN
Sánchez Moyano, David
Psicología de la Adolescencia
Máster de Formación para el Profesorado en Secundaria y Bachillerato
ÍNDICE
A. Aproximación al fenómeno 3
- Definición 3
- Incidencia 4
- Dimensión del problema 5
B. Marco Explicativo 8
- Concepto de exclusión social 8
- La exclusión social de los jóvenes 8
C. Afrontamiento en el entorno educativo 13
- Mecanismo de detección 13
- Capacidad de intervención 14
- Instrumentos, protocolos y planes específicos 16
D. Exploración de iniciativas en marcha 21
- Institucionales 21
- Desde sectores ajenos al educativo 22
- Recursos y materiales relevantes 24
E. Valoración sintética de los aspectos aprendidos en el trabajo 25
F. Bibliografía utilizada y anexos 26
A. Aproximación al fenómeno
Definición
El concepto exclusión social se ha venido empleando en las últimas décadas en el ámbito de algunas disciplinas sociales. A pesar de la rápida divulgación del término, no existe un consenso sobre su definición ya que está relacionado con otros términos, como pobreza, desigualdad, desviación o inadaptación social, segregación, marginación. Términos afines pero que tienen su propio matiz que los diferencia.
El concepto de exclusión social incluye todos los términos anteriores, puesto que explica un fenómeno complejo que obliga a entrelazar múltiples variables en el que se integran las dimensiones: económica (pobreza, desempleo), cultural (marginación, desviación), política (ciudadanía) y social (aislamiento, segregación, etcétera). Todas estas situaciones derivan en exclusión social. No obstante, en el presente trabajo nos centraremos en su mayor parte en el análisis del factor económico como determinante para la exclusión educativa. Específicamente nos centraremos en jóvenes adolescentes, que están en peligro de exclusión educativa. La importancia del análisis radica en que la mayor parte de la inversión en educación se da en esa edad.
Ballester y Figuera proponen una definición de exclusión social: Proceso de apartamiento de los ámbitos sociales propios de la comunidad en la que se vive, con una pérdida de autonomía para conseguir los recursos necesarios para vivir, integrarse y participar en la sociedad de la que forma parte. Es decir, la exclusión social se refiere a aquellas personas que ven limitado su acceso a los derechos y oportunidades vitales fundamentales como por ejemplo la educación. La exclusión educativa abarca el hecho de que un joven no esté escolarizado o, por el contrario, sí lo esté pero el chico no aprovecha los conocimientos como debería. Todo desemboca en el fracaso escolar.
Existe un amplio abanico de investigaciones relacionadas con la exclusión social en general. Se refieren a la exclusión en la salud, educación, trabajo, aislamiento social, etc. Y en todas de ellas se investigan a colectivos de todas las edades. Pero existen menos investigaciones que se centran específicamente en la exclusión educativa de los adolescentes debido a problemas económicos. Con lo cual nuestro tema objeto de estudio sí está estudiado pero se puede profundizar más.
Incidencia
En general, existe una gran incidencia de exclusión sobre la población adolescente, ya que uno de cada cuatro jóvenes abandona los estudios sin cumplir los 18 años.
Según las cifras del Ministerio de Educación, Política Social y Deporte, del total de jóvenes que salieron de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en el curso 2008-09, el 27,7% no habían obtenido el título de Graduado en ESO (GESO), apreciándose importantes diferencias entre varones y mujeres (no había alcanzado el título de GESO el 34,5% de los varones frente al 20,6% de las mujeres). A la preocupación por esta cifra se suman los problemas a la hora de reducir el indicador de Abandono Escolar Temprano.
Este indicador es uno de los más significativos en la evaluación del logro de los objetivos académicos de la Estrategia de Política Social marcada en la Agenda Europea de Lisboa, que se sitúa en un 85% los jóvenes que deben tener la ESO, cifra que en la actualidad para España apenas rebasa el 60%. De hecho, la media de la Unión Europea en el indicador de Abandono Escolar Temprano está en torno al 17%, mientras que España se sitúa alrededor del 30% desde el año 1996, registrando así una de las tasas más elevadas, sólo superada por Portugal y Malta. Existen países en la Unión Europea con menor Producto Interior Bruto (PIB) que España, con lo cual se deduce que el problema no es por la falta de inversión en educación, sino que radica en los problemas estructurales de los centros educativos españoles, entre otros factores.
No obstante, en un análisis específico de la educación en las distintas regiones de España (ver anexo 1) se deduce que la mayoría de las comunidades autónomas que tienen un PIB per cápita inferior a la media sufren un fracaso escolar superior a la media y viceversa. La nota discordante la ponen 5 de las 17 comunidades donde su riqueza no se corresponde con las cifras de abandono escolar. Pero, siguen siendo una minoría.
Por tanto se deduce que el nivel de vida de una comunidad autónoma influye en sus resultados académicos, aunque no es determinante. Si seguimos minimizando la población, también se afirma que las familias con un alto-medio poder adquisitivo suelen tener hijos con mejores resultados escolares que las familias de clase social baja.
Dimensión del problema
Efectos directos / indirectos detectados
Los efectos directos o indirectos detectados por la exclusión en los adolescentes son numerosos. Los adolescentes se pueden considerar de los grupos más vulnerables en cuanto a riesgo de exclusión.
En general, se produce un deterioro físico y psicológico del adolescente. El deterioro físico deriva de los efectos económicos. El nivel adquisitivo, los problemas económicos o los bajos ingresos económicos de la familia son una causa importante de la exclusión social y pueden provocar un deterioro físico del adolescente, como desnutrición, mala salud o mayor mortalidad.
El deterioro psicológico se hace notar con mayor notoriedad que el deterioro físico. Dentro del nivel educativo los adolescentes en exclusión suelen sentirse al margen, impotentes y en situación de inferioridad. Esta exclusión que sufren provoca baja autoestima, depresión, baja motivación de logro, ansiedad, falta de identidad, desorientación, aumento de la agresividad y las relaciones violentas. Todos estos efectos a nivel educativo conllevan al fracaso escolar. El adolescente no acaba de encontrar su espacio en la escuela o en el instituto y finalmente no encuentra sus propios caminos de acceso a la cultura y la inserción laboral y social, rompiéndose los vínculos entre el adolescente y la sociedad y reduciéndose la participación en la vida diaria. Se crea una identidad social negativa y son estigmatizados, es decir se crea una desvalorización y percepción negativa por parte de la escuela, de los docentes y de la sociedad hacia ese adolescente. La educación en las escuelas o institutos no está preparada todavía para acoger a los colectivos adolescentes susceptibles de exclusión y como comentábamos anteriormente aparece el fracaso escolar. Debido a este fracaso el adolescente no acaba de encontrar sus propios caminos de acceso a la cultura y a la inserción laboral y social porque tiene dificultades para usar los recursos adquiridos a lo largo de su recorrido educativo o simplemente no los ha adquirido, creándose un bucle y continuando como persona excluida socialmente o en riesgo de exclusión.
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