ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Conducta De Comer


Enviado por   •  14 de Octubre de 2013  •  527 Palabras (3 Páginas)  •  285 Visitas

Página 1 de 3

COMER O NO COMER

La alteración del apetito suele ser otro de los síntomas de la depresión. A unos lo que les sucede es que tienen pérdidas alarmantes de peso y a otros se les descontrola la necesidad de ingesta. Este doble posibilidad coincide con el efecto de la ansiedad sobre el apetito, quitándolo o exacerbándolo.

Cuando lo que experimentamos es pérdida de apetencia, la tentación es rechazar la comida, especialmente si tiene apariencia de copiosa o energética. La comida, por añadidura, es como un símbolo de amor a uno mismo (por lo que comer tiene de autocuidado) y también de ese amor universal que se traduce en ``estar presentable'', ``tener buen aspecto'' para alagar y agradar la vista de los demás.

Obviamente, la depresión es un agonista del amor, lo enfría y reduce a una mínima dimensión.

Cuando hay una pérdida de peso preocupante se deben tomar medidas correctoras, y en vez de esperar a recuperar el hambre para asumir las costumbres habituales, como alternativa provisional conviene hacer ingesta de pequeñas dosis de alimentos (un vaso de leche, una fruta, un yogourt, una pequeña ración) cada dos o tres horas, hasta comprobar que el peso se mantiene. Si este plan se acompaña de ejercicio físico (que aumentará la demanda de nutrientes) la estabilización será mucho más rápida y eficaz.

En el caso opuesto, el de que se despierta una voracidad insaciable, el descontrol se ve favorecido por la indiferencia por el aspecto físico, por la falta de autoestima, que aumenta a su vez perdiendo la figura, contribuyendo con ello al apocamiento y aumentando el deseo de aislamiento para no ser vistos de esa guisa ni arriesgarse a que fueran conocidas nuestras debilidades impresentables.

Ideas que pueden ayudar a mejorar el control son las de ``prevenir la debilidad'', anticiparse suprimiendo las tentaciones, analizando las ocasiones en las que se estimula más el furor por comer y buscando remedios y argucias para no caer. Si la dificultad es el aumento de la ansiedad en determinadas horas del día hemos de utilizar formas más inocuas de relajación (por ejemplo música apaciguadora, ver películas reconfortantes, pasear, leer, etc.). Si podemos contar con alguna ayuda externa sin que ello cause incomodidad o situaciones problemáticas, puede ser útil pedir vigilancia y control para el acceso a la comida (poner un candado el la nevera, supervisar la cantidad de alimentos, aparecer a ciertos intervalos para comprobar la situación, etc.)

En algunas ocasiones especiales comer o no comer puede ser un método indirecto de fastidiar a un ser querido ante el cual estamos resentidos o reprochantes. Al no comer lo angustiamos o comiendo más de la cuenta le privamos de ``don de amor'' que es la estética. Claro está, estas formas pasivas de agresión pueden tener el efecto de perjudicarnos

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (3.2 Kb)  
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com