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Conductas Alimentarias Dañinas

issamossa18 de Agosto de 2013

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CONTENIDO

1. La anorexia y la bulimia.

1.1. ¿Que son los trastornos alimenticios?

1.2. Definición.

1.3. Etiología.

1.4. Causas de los trastornos de alimentación.

2. Prevalencia.

2.1. ¿Quiénes los padecen?

2.2. Existen dos tipos.

2.3. Criterios según el DSM IV, para la Anorexia nerviosa.

2.4. Multifactorialidad de los trastornos de la conducta alimentaria.

2.5. Señales físicas.

2.6. Señales psico-sociales.

2.7. Los factores a los que nos referimos son los siguientes.

2.8. Manifestaciones biológicas

2.9. Manifestaciones conductuales, psicológicas y emocionales.

3. Prevención.

3.1. Pronóstico y mortalidad.

3.2. ¿Cómo detectar estos trastornos?

3.3. ¿Cómo afectan a la salud física los trastornos alimenticios?

3.4. ¿Cómo saber si estamos ante el inicio de una anorexia nerviosa?

3.5. Trastornos por atracón.

3.6. Atracones.

3.7. Posibles causas.

4. Obesidad.

4.1. Prevención primaria.

4.2. Riesgos sociales y biológicos.

4.3. Riesgos genéticos.

4.4. Riesgos congénitos.

4.4.1. Alteraciones psicológicas frecuentes.

a) Imagen corporal distorsionada.

b) Descontrol alimentario.

c) Ansiedad.

d) Manifestaciones depresivas.

f) Trastornos de la sexualidad.

4.4.2. Insatisfacciones sexuales que se pagan comiendo.

4.4.3. Miedo a relaciones sexuales que se dificultan engordando.

4.4.4. Aparición de la obesidad como respuesta a la pérdida de un ser querido.

4.4.5. Estar obeso como forma de agredir al compañero.

4.4.6. Otros problemas o conflictos psicológicos en obesos.

a) Valor simbólico de los alimentos.

b) Miedo a estar delgado.

c) La obesidad como forma de evitar situaciones deseables.

d) Desequilibrio entre satisfacciones e insatisfacciones.

e) La obesidad como forma de castigo.

f) Comer como mecanismo evasivo.

g) Necesidad de identificarse con un obeso.

h) La obesidad como forma de destrucción de la figura femenina.

i) Papel del cónyuge y de los padres en la obesidad.

5. Factores psicológicos.

5.1. Como génesis de la obesidad.

5.2. Como consecuencia de la obesidad.

La anorexia y la bulimia.

Los trastornos de la conducta alimentaria (anorexia y bulimia) son el resultado de un conjunto de factores: biológicos, psicológicos y sociales que, interactuando en una persona dada, pueden llegar a causar el trastorno el trastorno. La enfermedad no se ha dado porque los pacientes hayan hecho algo malo, sino porque han utilizado una forma peligrosa e ineficaz de solucionar sus problemas. El tratamiento consiste en buscar respuestas alternativas que les ayuden a conseguir las metas deseadas y/o solucionar los problemas que se presenten.

Se trata de enfermas (9 chicas por cada chico) que por regla general no piden de forma voluntaria ayuda en las etapas iniciales, sino que llegan a consultas especializadas cuando el proceso ya está instaurado. A esto contribuye el hecho de que la familia perciba la delgadez como algo identificable con el éxito, así como el alto rendimiento académico que suelen presentar las pacientes, con lo que la sospecha de enfermedad no existe en etapas iniciales. De hecho, no son poco frecuentes los casos detectados desde las consultas de Ginecología, donde las pacientes acuden a causa de la amenorrea, o supresión de la menstruación. Se produce también el hecho “tranquilizador”, para los padres, de la ausencia de anormalidades analíticas que pueden presentar estas pacientes hasta que no alcanzan etapas avanzadas de la enfermedad, de forma que prevalece la creencia no racional de que la escasa ingesta va acompañada de cuadros anémicos, lo cual no siempre es así y menos en una primera etapa.

No obstante en los últimos años, y en parte debido a la presión mediática, son derivados a la consulta casos incipientes, en los que se observan conductas de “coqueteo” con el peso y la comida. Un abordaje reglado deestos casos puede contribuir a la no-progresión del trastorno.

Trastornos de alimentación

Los trastornos de alimentación han existido siempre y hay descripciones de ellos en muchos relatos de la Historia. Hace ya más de 20 años, se describieron ciertas conductas como síndrome, cuadro mórbido o enfermedad, por las consecuencias dolorosas y destructivas que tienen, tanto para quienes la sufren como para sus familias. El origen del síndrome en estos trastornos del comportamiento alimentario están relacionados con la biografía personal, el contexto familiar, los acontecimientos vitales y las presiones socioculturales.

Estos trastornos están aumentando en los últimos años de una manera alarmante, especialmente entre las jóvenes con edad comprendida entre 15 y 24 años. La delgadez, se ha convertido en el ideal de belleza, la aspiración suprema para resultar atractivo o atractiva, obtener ciertos objetivos y emular a algunos personajes. La preocupación por el aspecto físico puede llegar a convertirse en una obsesión, una manía que gobierna la vida personal y social: ejercicio, dietas, masajes, cremas para adelgazar, consultas a especialistas, conversaciones monográficas…Dicha confusión social está fomentando la aparición de los trastornos de alimentación que generan graves repercusiones. Se trata de enfermedades que conllevan un tratamiento largo, que en muchos casos se convierte en enfermedades crónicas y que, incluso, pueden dar lugar a la muerte. Los trastornos de alimentación afectan principalmente a las mujeres, pues son pocos los casos entre varones.

Esta diferencia entre sexos se debe a una distinta socialización de las mujeres y los hombres, especialmente en lo relacionado con su imagen corporal. Las mujeres aprenden desde niñas que lo más importante es gustar a los demás, ser guapas y atractivas. Muchas consideran la “belleza” como su atributo más valioso y basan su autoestima en aspectos estéticos de su cuerpo, en lugar de tener en cuenta su inteligencia, habilidades o aptitudes psicológicas.

Cuidar el cuerpo se ha confundido con perder kilos. El cuerpo flaco es el modelo que se quiere imitar y cualquier aumento de peso es considerado una catástrofe perjudicial para la salud, algo así como una falta, cuyo castigo se paga en el gimnasio. ¿Cuáles son estos trastornos? Los trastornos relacionados con la alimentación más conocidos son la obesidad, la anorexia y la bulimia nerviosa. Las dos últimas son los objetivos principales de nuestro tema.

La bulimia nerviosa es un trastorno que se caracteriza por la realización de “atracones” recurrentes. Un atracón consiste en la ingesta de alimento en un corto periodo de tiempo (por ejemplo dos horas) en cantidad superior a la que la mayoría de las personas podrían ingerir en un espacio de tiempo similar en las mismas circunstancias.

Se tiene la sensación de pérdida de control sobre la ingesta del alimento (no poder parar de comer o no poder controlar el tipo o la cantidad de comida que se está ingiriendo). A continuación, se realizan conductas compensatorias inapropiadas de manera repetida, con el fin de no ganar peso, como provocación del vómito, uso de laxantes, diuréticos, enemas u otros fármacos, ayuno y ejercicio físico excesivo. La persona que la sufre tiene una preocupación excesiva por el peso y la silueta y su autoestima depende de ello.

Qué son los trastornos alimenticios

Un trastorno hace referencia a un conjunto de síntomas, conductas de riesgo y signos que puede presentarse en diferentes entidades clínicas y con distintos niveles de severidad; no se refiere a un síntoma aislado ni a una entidad específica claramente establecida. Los trastornos alimenticios se presentan cuando una persona no recibe la ingesta calórica que su cuerpo requiere para funcionar de acuerdo con su edad, estatura, ritmo de vida, etcétera.

Los principales trastornos alimenticios son la anorexia, la bulimia y la compulsión para comer, del que no hablaremos mucho aquí. La anorexia se caracteriza por una gran reducción de la ingesta de alimentos indicada para el individuo en relación con su edad, estatura y necesidades vitales. Esta disminución no responde a una falta de apetito, sino a una resistencia a comer, motivada por la preocupación excesiva por no subir de peso o por reducirlo.

En la bulimia el consumo de alimento se hace en forma de atracón, durante el cual se ingiere una gran cantidad de alimento con la sensación de pérdida de control. Son episodios de voracidad que van seguidos de un fuerte sentimiento de culpa, por lo que se recurre a medidas compensatorias inadecuadas como la autoinducción del vómito, el consumo abusivo de laxantes, diuréticos o enemas, el ejercicio excesivo y el ayuno prolongado. En la compulsión para comer se presenta el síntoma del atracón sin la conducta compensatoria.

Por ello, quien lo padece puede presentar sobrepeso. Quienes presentan anorexia o bulimia piensan casi exclusivamente en cuánto y cómo comen o en dejar de hacerlo, y están pendientes de su imagen de manera obsesiva, piensan mucho en cómo y en cómo son vistos por los otros. Detrás de estos comportamientos hay una preocupación absoluta por el peso, por no engordar, por mantener una delgadez extrema o conseguir una mayor. La imagen corporal de sí mismo está distorsionada y no corresponde a la realidad. Una misma persona puede presentar diversos comportamientos y en muchos casos es frecuente

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