Constitución Subjetiva
isa_mrmEnsayo15 de Octubre de 2021
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Constitución Subjetiva
Marisa y Ricardo Rodulfo- «Clínica Psicoanalítica en Niños y Adolescentes»
El niño y el adolescente se están constituyendo como sujetos. Se describirán a continuación los momentos por los cuales se atraviesa para llegar a dicha constitución.
Para describir estos aspectos, desde la clínica, se recurre a la estructuración del sujeto temprano y su articulación con dos momentos fundamentales: el Narcisismo y el Edipo
En un Primer momento
Esta necesidad de un gran Otro, del Otro primordial, del lugar primero de las funciones como disparador de la constitución subjetiva, es uno de los puntos centrales del Psicoanálisis actual. Allí donde M. Klein sostiene: en el principio está la fantasía, Winnicott va a anunciar: en el principio está la función materna, los bebés no existen. A partir de la red de significantes es donde el cuerpo del niño, se ve capturado en las redes del deseo del Otro.
Este cuerpo, primordialmente desamparado tomado a su cargo por la ley de alianza(simbiosis) es escamoteado por el lenguaje y será recibido como cuerpo del sujeto a través de la primera mediación significante. Esta intervención viene a poner remedio a la FALTA DE SER, imposibilidad de autosustentarse en lo biológico. La FALTA DE SER es uno de los mitos que el Psicoanálisis descubre en su camino: el de Narciso
NARCISISMO
1° TIEMPO: El sujeto está en el Otro primordial, «es» en el Otro. El niño se estructura como una continuidad sin fisuras mientras que el adulto debe aceptar ser agujereado para que el pequeño extraiga de él, los significantes necesarios a su crecimiento.
2°TIEMPO: EL pequeño en este segundo momento empieza a verse como otro. Sostenido en los brazos de la madre interrogará su mirada justamente para saber que debe ver allí. La mirada de la madre lo autoriza a verse.
3°TIEMPO: El niño se angustia en presencia de lo extraño, lo que explicará por la ausencia materna que caracterizó como del octavo mes (Spitz) No se trata sólo de la ausencia de la madre. En este mundo primero, en que todo es madre, la introducción en la simbolización de algo como extraño, es una verdadera crisis de des-ser en ese proto-ser.
FORT DA
No es un simple juego…
Esta acción parece facilitarle al niño, el soportar sin angustia o con un margen tolerable de ella, la partida de la madre.
Mediante esta actividad vuelve suyo, algo que en sus inicios sufrió pasivamente, a lo cual parece ligarse en gran medida el plus de goce que tal actividad reditúa al niño.
Tiende a predominar el arrojar fuera sobre el atraer hacia sí, lo cual Freud lo asocia a la venganza fantaseada con respecto a un objeto primario de amor abandonante
Toda la secuencia en su conjunto, extrañamente insiste en repetirse, más allá del carácter inicialmente displacentero de la vivencia como tal.
La significación de este juego, parece proliferar y desplazarse, acabando por llevarse a cabo, aún en presencia de la madre y aún sobre el cuerpo mismo del niño en su imagen especular.
El jugar que caracteriza al fort-da implica liberarse de un encierro, poder producir un espacio más allá. En este juego, no es que el niño lance afuera, sino que el acto de arrojar afuera, produce simultáneamente un adentro y afuera, un cerca y un lejos, un antes y un después. Oposiciones todas inexistentes en lo especular anterior. Ahora la primacía ojo-boca va a ceder su lugar a mano-ojo, éste último será el momento de la constitución del sujeto
Adolescencia
Desde M. Klein es caracterizado por sus especiales dificultades. La palabra adolescencia va a aparecer en el idioma alemán a partir de la inauguración del psicoanálisis, la pubertad queda reinscripta de esta manera como una profunda metamorfosis en la estructura. Reposicionamientos ligados a cambios hormonales, a transformaciones operadas a nivel del esquema corporal, como a todas las funciones de marcaje a nivel de los mitos que signarán el proceso adolescente.
En la adolescencia, la vida imaginativa está muy limitada(en relación a la infancia), de acuerdo con la poderosa tendencia a la represión que es característica de esta edad, y si los comparamos con los adultos su YO no está aún desarrollado. Adolescente que adolesce, pena, enferma y sufre. Pero, ¿de que padece el adolescente sino de su misma adolescencia? Sin olvidar que todo este lenguaje de la falta de ser, como esencia de la adolescencia ,es el lenguaje del adultocéntrico
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