Cuales son Los tiempos de la constitucion subjetiva

Los tiempos de  la constitución subjetiva

El nacimiento de un niño determina un momento fundante en su desarrollo, la salida del útero materno implicará para el pequeño un cambio espacial, temporal y orgánico marcado por su crecimiento, por su maduración  y por la herencia congénita con la que el neo nato ha advenido al mundo.

El nacimiento enfrenta a sus progenitores  frente a un hecho inenarrable e inesperado que los desborda, que no es aprehensible desde los sentidos, pues los re envían a sus propias historias subjetivas, a su propio mito familiar. Desde allí el desarrollo del recién nacido se estructura  a partir del deseo parental que, lógicamente, se instituye en un tiempo anterior  al nacimiento.

Estos nuevos padres tendrán que apropiarse del niño, pero en una nueva función  como padre (diferente y complementario al del hombre), y como madre (diferente y complementaria al de mujer). Serán los padres los que realizarán un trabajo anticipado sobre el niño. Así, el bebé se confronta desde el primer sorbo de leche materna, con un mundo simbólico y fantasmático que le proyecta éstos. La función de la familia  es dar un lugar nuevo  al recién llegado filiándolo a la cadena generacional, proyectándole ideales, valores que porta el grupo. Contrato que implica  para el hijo la función de continuar la trascendencia del grupo en una nueva generación. Devenir un humano diferente si  lo que opera es la violencia  primaria.  Contrariamente, si el espacio intersubjetivo  está regido por  la violencia secundaria, el niño será candidato  a ser tomado como objeto de proyección  de los otros y el vínculo deviene relación de objeto. Pacto donde el hijo tiene solo el destino posible de la inmovilidad, porque sus movimientos subjetivos solo podrán repetir lo proyectado por otros   sin tener permiso a crear un vuelo propio diferente.

Por el contrario si la violencia primaria o anticipatoria es la prioritaria, el grupo transmite al niño  la potencialidad vinculante  inherente a todo vínculo: capacidad, un recurso, una posibilidad para que el niño sea diferente, en los tiempos por venir en múltiples vínculos a encontrar.

El espacio intersubjetivo entre un hijo y quienes sostienen las funciones parentales, puede advenir relación de objeto o vínculo

Ahora bien, ¿Cómo hace el niño para adquirir, apropiarse de la potencialidad vinculante transmitida  por las funciones parentales?  ¿Cómo deviene humano diferente a sus progenitores?

Desarrollaremos algunos tiempos de la constitución subjetiva  del niño y el adolescente, donde va conquistando y adquiriendo la categoría de alteridad, necesaria para un desarrollo saludable de su subjetividad.

1º Tiempo (Función Madre) La primera experiencia que el infante tiene del otro se juega en los contactos, por sensaciones corporales: El encuentro originario es una experiencia donde interviene: la percepción, los movimientos, desplazamientos, aportadas por los ritmos y la experiencia que se inscribe en los procesos 1º, en los primeros sabores del encuentro fusional

Gradualmente, se apropia de ese rostro otro, significativo, el de la madre. Objeto de identificación primaria, el rostro de la madre coincide perfectamente con el campo visual inmediato, que ver y ser visto, visión y órgano de la visión se hacen indiscernibles El bebé es lo que percibe, es el rostro del otro. No hay distancia ni diferencia entre el sujeto  y el otro adherido a lo que percibe, a lo sensible. Luego, quedarán    integrados a su identidad.  Experiencia que va poco a poco delimitando y creando las categorías de extraño,  la diferencia  entre  el adentro y  afuera.

2º Tiempo: se define por la percepción del rostro del otro como otro Momento donde el bebé percibe y registra la diferencia que existe entre el rostro  de los extraños. Registrar esas diferencias  es lo que inaugura  la posibilidad  de ser él mismo diferente a la madre. Son sus primeros indicios la angustia del 8º mes (Spitz explica  dicha angustia por la pérdida del primer objeto, la madre. En cambio otros autores dicen que en este momento la identificación con la madre  cede lugar  a  una

Proyección que introduce la diferencia y la distancia  respecto de uno mismo. El mismo es diferente, un extraño respecto del otro.  Estadio del Espejo: Entre los 18 meses y los 2 años es esencial comenzar a precisar si el niño armó  o no su imagen corporal, y si puede hacer uso de ella. Sin imagen del cuerpo no hay esquema corporal posible.

...