Contruyendo Comunidad
DOLLYCP25 de Marzo de 2014
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CONSTRUYENDO COMUNIDAD
Hans Zeller Ávila
UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA – UNAD
ESCUELA DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
PROGRAMA LICENCIATURA EN FILOSOFÍA
CONTENIDO
Introducción
UNIDAD 1
LA COMUNIDAD DE INDAGACIÓN COMO ESTRATEGIA PEDAGÓGICA
1. 1 Socialización
1. 2 ¿Qué vence la comunidad de indagación?
1. 3 Ambiente de cooperación
1. 4 Colofón
UNIDAD 2
EL DIÁLOGO COMO MÉTODO
2. 1 Paradigma del diálogo
2. 2 Diálogo y comunicación
2. 3 Moral y diálogo
Bibliografía
INTRODUCCIÓN
La temática que nos reúne alrededor de este sencillo módulo tiene que ver con el análisis de las Comunidades de Indagación como espacios que posibilitan el recurso al diálogo, la participación activa, la necesidad de construir buenas razones que posibiliten un juicio acertado y otra serie de habilidades que la misma práctica irá haciendo posible que afloren en la actuación de los estudiantes involucrados.
Pero, creo yo, es el diálogo y la puesta en escena del discurso elaborado lo que realmente le imprime el carácter filosófico y lleva a la concreción de una verdadera comunidad que se agrupa con el solo deseo de avanzar y profundizar, o simplemente descubrir, las pequeñas realidades que nos rodean y configuran nuestra relación con los objetos que suscitan en nosotros el deseo de ser conocidos.
Quisiera que mentalmente retrocediéramos algunos años, y nos situáramos en un lugar donde el discurso y el uso de la Palabra configuraron la forma de vida de sus habitantes, y posibilitó un gran cambio social que se evidenció en las reformas políticas, culturales, educativas a las que respondieron las nuevas generaciones. Fue en este ambiente donde un hombre sencillo habría dicho:
Sé comprensivo conmigo, buen amigo. Me gusta aprender, y el campo y los árboles no quieren enseñarme nada, pero sí los hombres de la ciudad. Sin embargo, me parece que tú has encontrado el filtro mágico que ha de hacerme salir, pues así como los animales hambrientos los hacen marchar agitando ante ellos una rama o una fruta, tú, presentándome hojas de discursos, me harás evidentemente recorrer toda el Ática, y cualquier otro lugar que se te antoje. De momento, una vez llegado ahora aquí, no tengo, por mi parte, inconveniente en tenderme; tú, adopta la postura que creas más cómoda para leer, y lee.1
El campo y los árboles no tenían algo que decirle a Sócrates, no era en la naturaleza donde él podría encontrar el sentido de la vida Humana, o el derrotero hacia el cual deberían dirigirse los mortales mientras trasegaban esta sinuosa senda. Era en el contacto con los otros; en las discusiones a propósito de las sencilleces que la vida diaria nos presenta, el lugar del aprendizaje real, de la confrontación de ideas y conceptos, de la indagación por el saber que se quiere por sí mismo, como fin y no como medio.
Es a través del diálogo y de la comunicación de nuestros pensamientos como nos relacionamos con el mundo, y del mismo modo el mundo se relaciona con nosotros. El lenguaje ha sido el medio a través del cual transita la construcción
1 PLATÓN, Fedro, Ed. Aguilar S.A., Madrid, 1985, 230e, p. 128. La negrilla es mía.
cultural que nos reconoce como agentes de transformación, y paradigmas de cambio constante. Es el lenguaje la cualidad que nos ha convertido en personas que expresan su interioridad con relación a una exterioridad que deslumbra y llama a la interpretación.
La construcción de una comunidad que desea poner en suspensión cualquier presupuesto que la sociedad ha dado como definitivo, por el simple hecho de analizarlo y ver su pretensión de validez, solo llega a la intercomunicación a través de poner en juego una serie de construcciones dialógicas que permitan el entendimiento de los sujetos que se encuentran en dicha participación.
Esto no conlleva a una especie de logia de entendidos que no comparten su saber con sujetos ajenos a la comunidad, sino que por el contrario, genera una cultura de la comunicación y del uso del diálogo que se traduce en mejores relaciones sociales dentro de los distintos grupos sociales con los que se tiene interacción: la familia, los amigos del barrio, los demás miembros de la comunidad escolar, las relaciones afectivas, etc.
Atendiendo a esto, el presente módulo pone de manifiesto dos unidades en las que buscaremos dar desarrollo a las ideas que hemos mencionado anteriormente, y en las que podremos ahondar en torno a las especificidades del diálogo, de la comunicación, y de la construcción de una Comunidad de Indagación como estrategia pedagógica que; no solo airea la educación tradicional que anquilosa a nuestros niños y jóvenes, sino que batalla por la canalización de medios racionales que aboguen por una moralidad capaz de ser construida y expresada sin recurso a la violencia, o a la opresión y el dogmatismo.
UNIDAD DIDÁCTICA 1
LA COMUNIDAD DE INDAGACIÓN COMO ESTRATEGIA PEDAGÓGICA
Si la pretensión es desarrollar un proyecto educativo que tenga como base un análisis filosófico de todo cuanto el niño o el joven llega a conocer, será de vital importancia buscar el mecanismo o el ambiente en el que este sujeto pueda desarrollar las habilidades que le permitan abordar las distintas problemáticas que se le vayan presentando.
Si reflexionamos por un momento sobre los ambientes en los que comúnmente se encuentra inmerso el niño, nos daremos cuenta de que realmente estos no son más que espacios en los que la curiosidad y el deseo de saber terminan siendo extirpados.
La familia, como primera medida, siendo el núcleo básico dentro del cual se van configurando todas las valoraciones y aperturas al mundo que se debe enfrentar, tiende en cierta manera a no generar mayor deseo de exploración en el nuevo sujeto que ha venido a hacer parte de ella. De este hecho somos concientes y testigos todos nosotros.
Nuestros padres y familiares cercanos, fueron haciéndonos parte de esta realidad en la que se desenvuelve nuestra existencia sin generar mayor deseo por indagar sobre los presupuestos que esta misma realidad nos ofrece. A cada pregunta de asombro que nos llevó nuestra primaria razón, fueron esgrimidas razones ya elaboradas por una sociedad que lleva su “normal” funcionamiento por bastantes lustros.
Después, vino la escuela. Este segundo hogar terminó por enseñarnos la mayor cantidad de conocimientos posibles, agrupados en pequeñas cápsulas del saber llamadas asignaturas; debidamente distribuidas en un horario diario al que asistimos un buen tiempo para adquirir un título que indicaba nuestro primer acceso al mundo del saber general. Todavía mirábamos hacia la cúspide de la montaña, y quedaba gran camino por recorrer para hacernos a más títulos, y más saber.
Sin embargo, muy pocos fueron concientes de este proceso; o mejor dicho, muy pocos aprendieron a aprender. Esta última acción es la que debe ser exigida en la educación, es la herramienta mediante la cual se generará una conciencia más crítica hacia el saber.
Las estrategias del pensamiento crítico, y el desarrollo paulatino del mismo, permiten un horizonte nuevo de comprensión de la realidad que rodea al sujeto que pretende conocer esa realidad. No es lo mismo que me digan que algo es malo, a que yo llegue a darme cuenta que eso, realmente es malo; y malo, en cuanto que me aparte de lo que me conviene y conviene a los demás.
Pero estas reflexiones solo pueden ser llevadas a cabo, si los estudiantes encuentran un ambiente en el que puedan darse a la tarea de pensar, indagar, proponer, opinar, equivocarse, escuchar a otro, aprender del otro y de sus ideas, leer y deducir, etc.
Esta propuesta pedagógica en la que se funda un proyecto como Filosofía para Niños, y a la que se le conoce como comunidad de indagación, está centrada en el cuestionamiento y la investigación que los propios niños y jóvenes son capaces de hacer a propósito de los asuntos que resultan de su interés.
Ella no es algo de lo cual nunca se haya hablado, pues algunos modelos pedagógicos (Vigotsky y Dewey) ya habían comentado sobre cómo el aprendizaje es un proceso social en el cual, a través de la imitación e interacción con otros somos capaces de construir conocimientos, sentimientos y valores que serían imposibles de adquirir en la dimensión individualizada.
Este proceso comunitario no se reduce simplemente a compartir una serie de actividades que son las que generalmente suelen realizar los estudiantes en su salón de clase, sino que invita a una indagación en la que participan todos los miembros que hacen parte de esa comunidad. Esta indagación se centra en lo cooperativo y comunicativo: cooperativo en cuanto que cada uno de los miembros aporta algún elemento reflexivo para dar cuenta de la temática, y comunicativo, porque es a través del diálogo que los miembros se aportan mutuamente las razones elaboradas.
Se indaga pues, sobre los fundamentos de todo aquello que se dice, se hace o se piensa; por lo cual se debe tener en cuenta, las razones, las pruebas, los supuestos, las consecuencias, los juegos de lenguaje, y demás elementos del proceso dialogal que en medio del grupo se van evidenciando para abordar la indagación sobre el problema a tratar.
Es posible que sobre la concreción de esta comunidad humana que busca reflexionar en torno a sentimientos, valores, gustos, saberes, etc, se ayude al desarrollo de una nueva manera de ver la educación, en la que se mejoran las cualidades que nos hacen ser humanos, verdaderos seres humanos: reflexivos, mesurados, autónomos y libres.
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