Crónica Narrativa: Estrés y ansiedad

Estrés y Ansiedad

Crónicas de una estudiante ansiosa

Era Lunes en la mañana y Cayena sentía como en su cabeza se hacía un nudo, no había iniciado bien el día y ya se sentía intranquila, preocupada por todo lo que le esperaba. La semana anterior había sido un poco turbulenta, mucho estrés y pendientes en el trabajo, y una asignatura que le parecía fascínate se tornaba muy complicada. Ella sabía que era una persona muy ansiosa, por lo que debía manejar ciertos asuntos con calma para evitar hacer una crisis por cualquier circunstancia. Así que mientras el día transcurría, trataba de hacer una cosa a la vez, evitando pensar demasiado.

La mañana transcurrió mas calmada, luego en la tarde las cosas mejoraron bastante, cuando Cayena recibió a su hermana, la cual tenía tres meses fuera de casa debido a que la misma se encontraba de viaje por trabajo. Ya cuando cayó la noche ella estaba más tranquila, disfrutando de la compañía de su familia y escuchando las travesías de su hermana en aquel viaje. Estaba feliz por verla nuevamente, hasta que la embargo la preocupación; tenía muchas tareas por hacer y se sentía bloqueada, no sabía por dónde empezar ni cómo hacerlas. Como la noche ya estaba terminando, decidió irse a descansar y concluir con las labores pendientes al día siguiente.

El martes en la mañana se tornaba diferente, el ambiente estaba más tranquilo y ella había despertado con mejores ánimo que el día anterior,  en el trabajo las cosas se dieron como normalmente sucedían, mucho trabajo y cosas por hacer, aunque no demasiados como para que se sintiera turbada. Aprovecho su receso para adelantar una tarea de Lingüística General, la materia que la tenía muy tensa. La maestra de dicha asignatura tenía temple fuerte y era una persona muy exigente, le había devuelto una tarea por que entendió que no estaba correcta, lo que tenía  a Cayena bastante ansiosa porque no lograba comprender que había hecho mal.

Continuó haciendo la tarea mientras se decía a sí misma: «Tranquila, lo estamos haciendo bien». Luego de terminar su receso siguió su jornada laboral hasta que llego casa, entonces tomo un descanso, mientras platicaba con sus hermanas, tratando de relajarse un poco para estar más serena y concentrada cuando comience con su tarea. Más tarde, se dedicó a realizar esa tarea que la tenía tan estresada, la reviso con detenimiento,  siguiendo su criterio y lo que le había dicho la  profesora corrigió los errores de la misma.

Al día siguiente, ella estaba más templada, entendiendo que estaba por terminar su tarea y que iba por buen camino. Al llegar a casa, como no tenía clases ese día, se dedicó a darle los toque finales a su síntesis. Luego de terminarla, la subió a la plataforma y sintió un gran alivio, su respiración se sentía menos densa. Por lo que dispuso a comer algo para empezar con las demás asignaturas. Ya el jueves, la chica se sentía totalmente aliviada, había entregado su tarea y había adelantado las demás, era su último día de trabajo de esa semana y la esperaban tres días de descanso.

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