Desarrollo Infantil
ericaff22 de Septiembre de 2014
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Para otros usos de este término, véase Inteligencia (desambiguación).
La inteligencia (del latín intellegentĭa) es la capacidad de pensar, entender, asimilar, elaborar información y utilizarla para resolver problemas. El Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española define la inteligencia, entre otras acepciones, como la «capacidad para entender o comprender» y como la «capacidad para resolver problemas».1 La inteligencia parece estar ligada a otras funciones mentales como la percepción o capacidad de recibir información, y la memoria, o capacidad de almacenarla.2
Estilo de aprendizaje
Estilo de aprendizaje es el conjunto de características pedagógicas y cognitivas que suelen expresarse conjuntamente cuando una persona debe enfrentar una situación de aprendizaje; es decir, las distintas maneras en que un individuo puede aprender. Se cree que una mayoría de personas emplea un método particular de interacción, aceptación y procesado de estímulos e información. Las características sobre estilo de aprendizaje suelen formar parte de cualquier informe psicopedagógico que se elabore de un alumno y pretende dar pistas sobre las estrategias didácticas y refuerzos que son más adecuados para el niño. No hay estilos puros, del mismo modo que no hay estilos de personalidad puros: todas las personas utilizan diversos estilos de aprendizaje, aunque uno de ellos suele ser el predominante. Los estilos de aprendizaje son los rasgos cognitivos, afectivos y fisiológicos que sirven como indicadores relativamente estables, de cómo el alumno percibe interacciones y responde a su ambiente de aprendizaje.
Se llama perfil de aprendizaje a la proporción en que cada persona utiliza diversos estilos de aprendizaje.
EL término "estilos de aprendizaje", se refiere a que cada persona utiliza su propio método o estrategia a la hora de aprender. Cada persona tiene su propio estilo y estrategia particular de aprendizaje,velocidad, características y eficacia al aprender.
Componentes
Existe discrepancia entre los diferentes autores sobre los componentes que se suelen citar como parte del estilo de aprendizaje. Sin embargo, entre los que han suscitado más unanimidad nos encontramos:
Condiciones fisicoambientales del espacio y/o aula de clase: luz, temperatura, sonido.
Preferencias de contenidos, áreas y actividades, por parte del alumno.
Tipo de agrupamiento: se refiere a si el alumno trabaja mejor individualmente, en pequeño grupo, dentro de un grupo clase, etc.
Estrategias empleadas en la resolución de problemas por parte del alumno.
Los niveles de atención en una actividad nueva y/o en actividades de retroalimentación.
Los materiales que busca o requiere para solucionar algunas tareas.
Los estímulos que le resultan más positivos para la realización de las tareas de aprendizaje.
Motivación: qué tipo de trabajos le motivan e interesan más, identificando los niveles de dificultad, a quién atribuye fracasos y éxitos.
Estos son algunos factores que determinan los niveles y estilos de aprendizaje de los estudiantes en general.
Instrumentos de evaluación
Existen numerosos instrumentos pedagógicos para identificar y evaluar estilos de aprendizaje con fines educativos. Los más conocidos son:
Índice de Estilos Cognitivos de Allinson & Hayes (CSI)
Perfil Motivacional de Apter (MSP)
Instrumentos de Estilos de Aprendizaje de Dunn & Dunn model
Inventario de Enfoques y Técnicas de Estudio de Entwistle (ASSISt
Concepto de Desarrollo Infantil
El desarrollo del ser humano comienza en el momento mismo de la concepción, al dar lugar al crecimiento de un ser vivo en el seno materno. Por ello, ese desarrollo se puede - y se debe - evaluar desde antes del nacimiento, con los controles prenatales.
Entre otros métodos que nos ayudan a hacer este seguimiento está la ecografía, la cual nos permite sobre todo evaluar las variaciones en tamaño y forma del bebé. Pero el crecimiento es sólo una parte, quizá la más evidente, del complejo proceso del desarrollo humano. Ese proceso transforma a una célula, el óvulo fecundado, en una persona con increíbles capacidades y complejidad funcional.
Ese proceso tiene su punto culminante cuando se alcanza la madurez biológica, es decir, cuando el individuo adquiere la capacidad de reproducirse. Esto significa un tiempo variable de un individuo a otro, pero existen parámetros considerados normales o "esperables", que van desde los 16 y los 20 años. Antes de esa edad, es raro que las personas hayan terminado de crecer, y también lo es que sigan creciendo en la tercera década de la vida.
Pero el desarrollo humano no sólo involucra el crecimiento visible. Si vemos al desarrollo como ese camino desde la concepción hasta la adultez, reconoceremos dos grupos de fenómenos:
• Cuantitativos: dados por el aumento del tamaño corporal, debido al proceso de reproducción celular, que incrementa sostenidamente el crecimiento del número de células que componen los diferentes tejidos del organismo.
• Cualitativos: a los cuales podemos también definir como de "complejización", al ir apareciendo funciones que antes no existían. La más clara de ellas es la de reproducción, pero en el plano neurológico también hay cambios dramáticos. Estos procesos se refieren al desarrollo de capacidades latentes, que se irán despertando y ajustando a su debido tiempo. Cuando un bebé nace, por ejemplo, no puede caminar. Pero al año de vida ya puede hacerlo
El desarrollo, por último, es el producto de la interfase de dos grandes grupos de fenómenos:
• Intrínsecos: la herencia, el genoma, lo cual se hereda de los padres, y constituye lo orgánico propio, incluyendo el funcionamiento del sistema endocrino, etc.
• Extrínsecos: los elementos del ambiente en que crece y se desarrolla el individuo, en su interacción con él. Aquí entran un inmenso número de factores como la alimentación, los estímulos, la alfabetización, el grupo circundante, etc. Las cuestiones afectivas forman parte importante de ellos, y de hecho existe el Síndrome de Privación Emocional, por el cual se altera enormemente el normal desarrollo físico y psicológico del niño
Leer más: http://www.monografias.com/trabajos35/areas-preescolar/areas-preescolar.shtml#ixzz3Dt49Ndrd
Capítulo 2: Áreas del Desarrollo: Concepto y Aspectos Fundamentales
Área Motora:
Como ya se menciono el desarrollo del niño ocurre en forma secuencial, esto quiere decir que una habilidad ayuda a que surja otra. Es progresivo, siempre se van acumulando las funciones simples primero, y después la más complejas. Todas las partes del sistema nervioso actúan en forma coordinada para facilitar el desarrollo; cada área de desarrollo interactúa con las otras para que ocurra una evolución ordenada de la habilidades. La dirección que sigue el desarrollo motor es de arriba hacia abajo, es decir, primero controla la cabeza, después el tronco. Va apareciendo del centro del cuerpo hacia afuera, pues primero controla los hombros y al final la función de los dedos de la mano.
Para describir el desarrollo del movimiento se divide en motor grueso y motor fino. El área motora gruesa tiene que ver con los cambios de posición del cuerpo y la capacidad de mantener el equilibrio. La motora fina se relaciona con los movimientos finos coordinados entre ojos y manos.
Desarrollo motor grueso
Hernández(Pág. 19 s.a) define la motora gruesa como:
"la habilidad que el niño va adquiriendo, para mover armoniosamente los músculos de su cuerpo, y mantener el equilibrio, además de adquirir agilidad, fuerza y velocidad en sus movimientos. El ritmo de evolución varia de un sujeto a otro, de acuerdo con la madurez del sistema nervioso, su carga genética, su temperamento básico y la estimulación ambiental"
Es decir el movimiento de los músculos grandes del ser humano. Lo primero que debe sostener es la cabeza, después sentarse sin apoyo, más tarde equilibrarse en sus cuatro extremidades al gatear y por último, alrededor del año de edad, pararse y caminar. La capacidad de caminar en posición erecta es una respuesta a una serie de conductas sensoriales y motoras dirigidas a vencer la fuerza de gravedad. Trabajar contra la fuerza de gravedad requiere de esfuerzo, por lo que el niño fácilmente se fatiga y se niega.
La primera capacidad que el niño debe desarrollar es sostener la cabeza. La postura ideal para que esta función aparezca es con el niño boca abajo, apoyando su cuerpo en los brazos y enderezando la cabeza y la parte superior del tronco, la expresión de una cara u objetos llamativos para motivar al niño a que voltee la cabeza y se enderece.
Una vez que el niño puede mantener la cabeza erecta y sostenerse sobre sus brazos, el niño debe aprender a darse vueltas, los movimientos de gateo y el caminar requieren de movimientos parciales de rotación del cuerpo, que sean independientes entre los hombros y la cadera y al mismo tiempo que estén sincronizados. Para desarrollar esta habilidad se debe colocar al niño de espaldas en una superficie firme, llamando la atención del niño haga que voltee su cabeza hacia un lado, ayudándole a que levante el brazo hacia el cual mira por encima de su cabeza, doble la
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