Desarrollo Psicologico En El Primer año De Vida
luzramirez4 de Julio de 2012
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Desarrollo psicológico del niño durante el primer año de vida.
El primer año de vida es un periodo de grandes cambios y progresos para el desarrollo del niño, y tiene un valor especial ya que será la base que tendrá el infante para adquirir habilidades y destrezas más complejas.
En esta etapa, el niño debe recibir los mejores cuidados, atención y afecto. Debemos estar seguros de su bienestar en todas sus esferas de desarrollo: lenguaje, físico, mental y social. Es esa la razón por la cual el bebé debe asistir a todos sus controles médicos: El detectar a tiempo algunos retardos o problemas en el desarrollo psicomotriz e intervenir a temprana edad puede evitar disfunciones que requieran un arduo trabajo terapéutico que puede durar varios meses o años. Esto se debe a que el cerebro del niño posee mayor “plasticidad cerebral”, es decir tiene la capacidad de modificar de manera temporal o permanente los patrones de conexión sináptica entre las neuronas o generar conexiones nuevas, así puede recuperarse de lesiones y adquirir nuevos aprendizajes
La primera relación que el niño desarrolla con su entorno es la relacionada con la función oral-alimenticia. Esta función es la primera fuente de satisfacción, así como la primera vía de descarga de las tensiones internas del niño. La succión y el morder van a ser sus dos actividades más importantes como forma de exploración del mundo que le rodea.
El alimentar al niño con afecto y receptividad a sus necesidades lo que favorecerá su normal desarrollo psicológico. Durante la mayor parte del primer año, el lactante no puede distinguir claramente si el biberón forma parte o no del cuerpo materno. De ahí, que la lactancia artificial no pueda ser causa de alteraciones en las relaciones madre-hijo. Puesto que Inmediatamente después de nacido, el bebé tiene un período muy sensible de alerta que dura aproximadamente una hora y que permite iniciar el vínculo afectivo temprano con su madre. Si se cuenta con una madre alerta y despierta a la que se le permite sostener a su bebé en los brazos para darle la bienvenida, acariciarlo y manifestarle su amor, se aprovecha este período de sensibilidad inicial para el establecimiento de este fundamental requisito en la relación madre-hijo: el apego.La sensibilidad de la madre, influirá en la irritabilidad de éste y en su predisposición a iniciarse en la comunicación.
En este 1er año, se van a ir organizando los distintos ritmos de sueño-vigilia-alimentación; será conveniente observar esos ritmos, para poder respetar al máximo la demanda del bebé.Van a ir apareciendo toda una serie de estadios o fases que supondrán un avance, tanto cualitativo como cuantitativo en el desarrollo infantil; y cada fase no desaparecerá frente a la siguiente, sino que se prolongará en ella, se interrelacionará complejizado dicha evolución.En el 1er nivel o estadio reflejo (de 0-3 meses) ya no habrá una total dependencia biológica como en la vida fetal, en el sentido de que sus necesidades ya no serán satisfechas de forma automática .
Este 1er año constituye una etapa básica para educar y disfrutar del cuerpo; se trata de la llamada "etapa del suelo" o sensorio -motriz en la que, sobre todo a partir de los 4 meses, será el movimiento, el desplazamiento en el espacio, el que le va a hacer avanzar en su desarrollo. Favoreceremos su movilidad colocándolo acostado sobre una superficie amplia y ligeramente acolchada, que le permita ejercitar y descubrir las posibilidades de su cuerpo.
Sus emociones irán cambiando y se irán diversificando, así como la expresión de éstas sobre el cuerpo (a través del tono muscular y de la tensión). El lenguaje del cuerpo será, pues, su primer lenguaje. Estas necesidades deberán ser atendidas, sin adelantar ni retrasar demasiado su satisfacción, cuidando a la vez la relación afectiva con el niño .De aquí,
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