Divorcio y proceso de duelo en niños

Divorcio y proceso de duelo en niños.

El matrimonió considerado y visto por una gran mayoría como una “unión sagrada” y en su antecedente irrevocable hasta la muerte. Este acuerdo moral, religioso y jurídico ha visto en su acción cambios que en la actualidad permiten a alguno de los participantes o inclusive a ambos, efectuar una separación denominada como divorcio.  

El divorcio es una acto basado en una decisión llevada a cabo por dos personas o incluso por una sola (según la situación) de anular y disolver el vínculo matrimonial por circunstancias irreconciliables entre ambos que van desde una infidelidad, abandono, violencia domestica para alguno de los cónyuges o hijos (física, psicológica, entre otras). El divorcio transforma la familia nuclear un una binuclear, con dos espacios distintos que involucrara un proceso de readaptación para sus miembros, dentro de los cuales encontramos a los niños que forman parte de esta nueva etapa derivada de la anulación y separación de sus padres. Es en pocas palabras proceso complejo y en algunas ocasiones largo al que en muchas de las veces no se les da la debida atención a los cónyuges y sobre todo a los demás familiares.

Una de las funciones asignadas a las familias será la de proporcionar a sus miembros un espacio que garantice  un desarrollo en varias áreas de vida (involucrando la física, psicológica y social) mediante la vinculación afectiva. Los progenitores o figuras encargadas de la crianza con los que actores importantes en el desarrollo de este espacio para sus hijos, de esto anterior el impacto e importancia de analizar y tomar conciencia del impacto anímico que el divorcio tendrá en los pequeños y jóvenes, ya que, derivado de este paso a dar, mucha de la estabilidad afectiva y emocional en el niño se pondrán en juego por la separación de los padres.

Varios son las consecuencias que el divorcio tiene en niños y adolescentes, y muchas de estas están ligadas a factores que involucran el proceso, entre los factores latentes que pudieran derivar en problemática se encuentran los siguientes:

• El grado de conflicto: como se está dando la separación, como se ha involucrado al niño al proceso de divorcio.
• el tipo de crianza.- quien de los padres desarrollaba el mayor número de actividades con el infante, el grado de dependencia, apego.
• El impacto económico.- el desgaste que estos procesos trae a nivel económico, el cambio de vida del niño derivado de la separación.

¿Qué sucede en el niño durante este proceso?

Un suceso que trae consigo en divorcio en la vida del niño será in quiebre entre la unión que él conocía existía entre sus padres, supondrá un distanciamiento afectivo de aquel padre que salga del hogar, supondrá también en algunos casos, el alejamiento afectivo de aquel que se quedara a cuidarlo como efecto del proceso de divorcio en la pareja.

En muchos casos, el niño queda relegado a un papel secundario, a una participación pasiva que poco o nada tiene que ver el proceso. Muchas veces como adultos suponemos que este proceso es propio derivado de la responsabilidad, sin concederle al infante su personal lugar.

En un trabajo compartido por Remedios Pilar Mercado (2011) en su tesina sobre el Duelo de los hijos por el divorcio, hace mención de los papales que el niño toma en este proceso entre los que se encuentran los siguientes:

El hijo niño.  

2. El hijo “adulto”.  

3. El hijo “mensajero”.  

4. El hijo “terapeuta”.  

5. El hijo “estorbo”.  

6. El hijo “vengador”.

7. El hijo “dividido.  

8. El hijo “objeto”.

Analicemos en un siguiente apartado algunas de las características o vivencias que tiene el niño basándonos en sus etapas de vida infantil.

Recién nacido:

El niño lactante puede ir experimentando la separación por la ausencia del otro padre, sus respuestas afectivas y comportamentales involucran el llanto e irritabilidad. Debido a la unión que existe con sus padres por la necesidad y dependencia hacia ellos, los niños en esta etapa son muy sensibles y tienden a experimentar los estados de ansiedad o estrés que los padres viven durante el proceso.

Niño de 2 a 3 años de edad.

El temor al abandono puede causar retraimiento en algunos niños, miedo a explorar fuera de sus espacios de seguridad. El niño, curioso por naturaleza, experimenta temor a explorar su mundo. Puede presentarse inhibido, con actitudes de mantenerse alejado de sus padres, familiares e incluso compañeros de estancia infantil.

Niños de 3 a 5 años.

En algunos casos se puede desarrollar sentimientos de culpabilidad, en ellos se instala el pensamiento “mágico” pueden creer que el divorcio se derivó de algo que ellos hicieron “mal”. Tendencias a la soledad, necesidad de seguridad, esta etapa los niños son ampliamente apegados a los padres por lo que la separación involucra un desconocimiento de sus sus necesidades serán cubiertas.

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