EDUCACION PARA TODOS-DEFICIT DE ATENCION

Una sociedad se caracteriza por estar en constante cambio, y es por ello, que el hombre debe tener la capacidad de adaptarse a éstos cambios y poder resolver los problemas que conlleva. Al hablar de educación para todos, normalmente se enfoca a terminar con la pobreza y la falta de oportunidades que existen en las comunidades alejadas de las principales ciudades. En éste escrito yo hablaré de educación, pero no de aquella que debe proporcionarse a las personas que vivan en pobreza extrema ni de la infraestructura que falta en aquellos lugares remotos, sino de aquellos que necesitan algo más que recursos económicos o infraestructura… los educandos con trastorno por déficit de atención.

Bergan, John. (1987) aseveró que” la explosión científica planteó nuevos problemas en relación con el contenido de la enseñanza. El perfeccionamiento de la tecnología impuso la necesidad de desarrollar aptitudes intelectuales que se suponía estaban genéticamente determinadas y finalmente, se advirtió la necesidad de humanizar en el proceso”. ¿Hasta dónde esto se ha logrado? ¿En qué punto deja de ser un negocio la escuela y se convierte, de manera eficaz, en un ambiente seguro y adecuado para aquellos estudiantes con capacidades diferentes? Considero que estamos a años luz de encontrar la panacea, pero algo que debe quedar muy claro, es que no se necesita tanto los recursos o los espacios físicos, en gran medida lo que se necesita es tener un cambio en la actitud, tener esa apertura para aceptar y apoyar a una persona con trastorno por déficit de atención.

Antiguamente a los niños que presentaban algún inconveniente en el aprendizaje se les excluía de las aulas, argumentando que no tenían el personal capacitado para atenderlo, y eran los típicos alumnos que, junto con sus padres, peregrinaban de una escuela a otra intentando en innumerables ocasiones encontrar un lugar en donde fueran aceptados y, hasta cierto punto, tolerados por los maestros y por sus compañeros de clase. Esto no ha cambiado mucho actualmente.

En este momento, se sabe, de acuerdo con el Manual Estadístico de Enfermedades Mentales (2000) que el trastorno de déficit de atención e hiperactividad afecta a alrededor de un 5-10 % de los niños y, aún cuando hay todo un programa de aceptación e inclusión de las personas con capacidades diferentes a las aulas, se sigue poniendo una enérgica barrera a aquellos individuos cuya manera de aprender es diferente a la mayoría de los alumnos ¿por miedo? ¿por incapacidad del maestro? ¿O simplemente por descuido?

La asociación mexicana por el déficit de atención, hiperactividad y trastornos asociados a.c., (2003). en su sitio en internet establece que el trastorno por déficit de atención, con o sin hiperactividad (TDAH) “es un trastorno de origen neurobiológico que se caracteriza por déficit de atención, impulsividad, y/o hiperactividad excesiva”. De igual manera, asegura que “el tratamiento no cura pero favorece una mejor adaptación social, académica, familiar y personal, y aborda los problemas y/o trastornos asociados con la intención de evitar que se compliquen. El doctor César Soutullo, especialista en Psiquiatría, citado por la misma asociación, hace referencia a las complicaciones subyacentes a la enfermedad, tales cómo ansiedad, trastornos de conducta, inadaptación social, consumo de sustancias, etc.

Buscando la definición de profesor, encontré en el portal de abc, que en Agosto 18, 2009 se publicó que se llama así a aquella persona que se dedica a la enseñanza de una determinada ciencia o arte. Y añade que “para desplegar la profesión de profesor resulta ser condición sin equanom poseer habilidades pedagógicas para llevar a cabo efectivamente tal menester, porque necesariamente cualquier proceso de educación implicará y supone un fenómeno socio cultural,

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