ENSAYO LOS COLORES QUE HAY EN MI
MONIAMAZONA25 de Octubre de 2013
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LAS EMOCIONES
Mónica Tapia M.
Universidad del Valle de México campus Lago de Guadalupe
RESUMEN
El presente ensayo tuvo por objetivo hablar del tema de las emociones a partir de un artículo a cerca de un taller de arte-terapia, llamado
“LOS COLORES QUE HAY EN MI: UNA EXPERIENCIA DE ARTE-TERAPIA EN PACIENTES ONCOLÓGICOS INFANTILES Y CUIDADORES PRIMARIOS” González R., Reyna M. & Cano R (2009) Enseñanza e investigación en psicología, vol.14, num.1, pp.77-93.
Impartido a infantes con cáncer, desde un enfoque cognitivo con el objetivo de identificar y expresar las emociones, conocer cómo se visualiza a futuro el paciente dentro de su esquema de enfermedad y la aceptación de sí mismo; esto a través de técnicas gráfico plásticas y narrativas. El taller se dividió en actividades identificadas y agrupadas de manera teórico-práctica del arte-terapia en tres tipos: arte-terapia como camino de búsqueda y expresión personal, como vía de expresión de emociones y afrontamiento y además como medio de inclusión social.
Palabras clave: Emociones; Arte-terapia; Cáncer; Infantes; Expresión; Afrontamiento; Inclusión social.
Introducción.
"Casi todo el mundo piensa que sabe qué es una emoción hasta que intenta definirla. En ese momento prácticamente nadie afirma poder entenderla" (Wenger, Jones y Jones, 1962, pg. 3).
Considero que las emociones surgen en el organismo a raíz de estímulos que reportan una variación en la estabilidad o equilibrio y nos ayudan a desencadenar un proceso para adaptarnos y se van modificando según el entorno también se modifica y nuestro archivo de experiencias juega un papel fundamental en la generación de éstas.
Las emociones coordinan procesos psicológicos como lo son la atención, la memoria, la motivación, la comunicación verbal y otros.
Hay diferentes formas de expresión humana usadas al manifestar las ideas, emociones y sentimientos, considerando los diferentes tipos de relaciones que establecemos con nosotros mismos y con los demás seres humanos y nuestro entorno en general. Mi recurso de expresión es el desarrollo de mis ideas adaptándolas para compartirlas, expresadas por medio oral, corporal o kinésica, escrito y plasmándolas de otras maneras a través de las artes incluso o sus manifestaciones, como la pintura, la música, la escultura y actividades manuales creativas y en éstas expresiones ya no es necesario explicar mis emociones pues en éstas las plasmo.
Según información del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI, 2006), en el año 2006 los tumores malignos como causa de muerte fueron la tercera, en México en la población en general. En niños de cinco a catorce años, ésta enfermedad representa la segunda causa de mortalidad, con 55.8% defunciones por leucemia y 15.8% por tumores malignos. La Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC) (2006) estima que cada año se incrementan 7mil casos de cáncer en menores de 20 años de edad. Dicha situación remite a valorar, además de un tratamiento médico oportuno, el apoyo psicológico a paciente oncológico infantil y a su cuidador primario debido al fuerte impacto emocional derivado de la enfermedad, diagnóstico, tratamiento, hospitalización y hasta el seguimiento actual. Hay una necesidad de apoyo a nivel psicológico. González R. et al. (2009).
Barrera y Manero (2007) dicen que éste apoyo permite al cuidador primario y al paciente aprender nuevas formas de cómo afrontar el problema. (Lazaruz y Folkman, 2000) hacen saber que al haber un afrontamiento centrado en la emoción pueden manifestarse efectos negativos como lo son la minimización, el distanciamiento, la evitación, la atención selectiva o la negación y otros más. Y que una manera de trabajar esto es creando programas de intervención cognitiva. (Riso, 2006).
Usan técnicas de arte-terapia donde el paciente y su cuidador compartan sus vivencias en grupo y analizando lo que sus reacciones implican y su comportamiento ante la enfermedad, permitiendo reevaluar sus experiencias dando cabida a la comunicación y relaciones con el entorno favoreciendo la inclusión social.
La verbalización y expresión de emociones en los niños es una tarea compleja mediante la determinación del número de sesiones y tiempo de intervención de esta experiencia, se propuso trabajar de inicio con la identificación de diversas emociones clasificándolas de manera sencilla y técnicas como el collage y reconocimiento de expresiones faciales, para así después pasar a la expresión de emociones personales con técnicas de arte-terapia. Se usó el modelo tradicional de clasificación con cinco emociones como lo es el enojo, la tristeza, miedo, alegría y preocupación. (Friedberg y McClure, 2005).
Y debido al interés en mejorar el ajuste emocional y atender las necesidades psicológica se realizó una modalidad curso-taller denominado “los colores que hay en mi” para lograr identificar, analizar, comprender y facilitar el flujo de las emociones mencionadas, desde un enfoque cognitivo haciendo uso de técnicas artísticas y graficas además de narrativas y de reprocesamiento cognitivo, ya que el arte-terapia brinda un acompañamiento terapéutico de aquellos que tienen dificultades emocionales, sociales o físicas (Klein, 2006).
Councill (2003) dice de esto que esta técnica de terapia permite atenuar el sufrimiento y solucionar problemas psicológicos, favoreciendo la intervención con pacientes infantiles en situación de hospitalización y su familia implicada en este proceso generando confianza, el conocimiento de la enfermedad, el autoconocimiento, el aprendizaje y el ajuste emocional para afrontar la enfermedad, la hospitalización y los tratamientos.
Esta terapia ha sido usada desde los años 50 siendo sus pioneras Edith Kramer desde el arte y Margaret Naumburg desde el psicoanálisis, apuntan que las técnicas basadas en el arte tienen propiedades curativas del proceso creativo que no necesitan de la verbalización (Nickerson, 1988) pues el arte se ocupa como medio para la expresión facilitando el flujo de emociones y experiencia de manera espontánea las que no pueden ser fácilmente verbalizadas y que requieren representarse a través de las creaciones obtenidas mediante las diversas expresiones de artes.
Martínez (2002) dice que esta terapia da resultados favorables y que dentro de todos los conocimientos que le conforman considera los ámbitos educativo, psicológico, y artístico para rehabilitar diferentes padecimientos psíquicos facilitando la expresión y manejo de las emociones , el aprendizaje de habilidades de afrontamiento, disminuyendo el dolor y mejorando la comunicación y promoviendo la relajación ajustando las emociones en pacientes con enfermedades crónicas, degenerativas y con perturbaciones psicológicas (Ávila, s.f.; Río, 2006; Gutiérrez, 2000; Nickerson, 1988; Pain y Jarreau, 1995; Pineda, 2005; Polo, 2003; Rico, 2004).
Objetivos específicos de la terapia, tiene tres fases.
Fase 1. Identificación de emociones principales para intervenir en ellas: alegría, tristeza, miedo, enojo y preocupación.
Fase 2. Expresión se buscó que el paciente y el cuidador primario expresaran emociones experimentadas a partir de haber recibido el diagnóstico y que hicieran consciente las maneras de afrontamiento vividas para permitir el aprendizaje de formas de adaptación para enfrentar las situaciones estresantes y la enfermedad.
Fase 3. Templete a futuro, aquí es deseable identificar las aspiraciones que el niño tenía a futuro y cómo es que se visualizaba y desearía ser, además de buscar que él y el cuidador exploraran la emoción de la esperanza y su lugar seguro de anclaje que les apoyará en los momentos difíciles de enfermedad. González R. et al. (2009).
Véase metodología y resultado en el artículo.
Se puede decir según los resultados que el objetivo se cumplió, se agrupan tres tipos de casos según el impacto del taller en los participantes y los fines del arte-terapia: arte-terapia como un sendero alimentado de búsqueda personal, arte-terapia como expresión emocional y maneras de afrontamiento y arte-terapia como reunión y comunicación encausada a la inclusión social. Estos tipos pueden tener diferencias según los recursos propios de los individuos y la disposición para el trabajo grupal y personal. González R. et al. (2009).
Según Mariano Chóliz, (2005) nos dice que las emociones tienen una función social. Una de las principales es facilitar la aparición de las conductas apropiadas, el externar las emociones permite a los demás predecir el comportamiento asociado con éstas, lo cual tiene valor en los procesos de relacionarse interpersonalmente y nos cita a Izard (1989) que destaca varias funciones sociales de las emociones, como el facilitar la interacción social, controlar la conducta de los otros, permitir la comunicación de estados afectivos, o incitar a la conducta Prosocial. Hay emociones como la felicidad que favorecen los vínculos sociales y relaciones interpersonales pero la ira puede generar repuestas de evitación o de confrontación. De cualquier forma, la expresión
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