ENSAYO SOBRE EL MACHISMO

Comenzaremos retomando la teoría, holístico-dinámica de Abraham Maslow Feisst 2007), quien postula que los hombres deben satisfacer sus necesidades fisiológicas, como hambre, sed o sexo, y después, las que se refieren a nuestra seguridad, como casa y trabajo, sólo entonces podemos empezar a satisfacer otro tipo de necesidades como amor, pertenencia, respeto y automatización (Feisst 2007 pág. 275).

Tal vez con un nombre diferente pero con la misma idea se mencionan las necesidades sociales, de logro, poder y afinidad (Reeve 2000), es decir que cuando hemos satisfecho las necesidades de comida y abrigo así como un techo donde dormir, se presentan otras tensiones que motivan nuestra conducta de acercamiento, como la de vivir en pareja, y es aquí donde en algunas personas buscan tener el poder sobre otras.

Hecho que podemos ver desde la secundaria cuando vemos que algunos adolescentes tratan de abusar de otros, copian sus tareas, el mismo Bullying, pues buscan personas más débiles para poder ejercer poder sobre alguien más débil.

Este tipo de conductas, se incrementan conforme aumenta la edad y es en este momento cuando aparece el tan nombrado machismo el cual se define como “conjunto de actitudes y prácticas aprendidas sexistas vejatorias u ofensivas llevadas a cabo en pro del mantenimiento de ordenes sociales en que las mujeres son sometidas o discriminadas”(Wikipedia 18.10 pm.).

Ahora bien, tendríamos que retomar y unir los criterios de Luria (2000) cuando externa que los conceptos fueron cambiando a través del tiempo, es decir lo que fue el machismo, sufrió un cambio, imperceptible, en la forma,más no el hecho como tal.

Albert Bandura (Feisst 2007), nos dice que el aprendizaje es vicario (Feisst 2007), lo que implica que conforme fueron cambiando las formas de pensar y conducirse de la sociedad mexicana, en específico, también cambiaron las conductas machistas, de forma más no de esencia.

¿Cómo entenderlo? Busquemos evidencias en nuestra cinematografía, las películas de Arturo de Córdova, por ejemplo en donde el Señor era un macho de los 30’s o tal vez los 40’s, elegante, dominante y exitoso, a quien se le tenía que hablar con respeto e incluso con miedo, que decidía la vida de su descendencia, en especial de sus hijas, para ellas, era un verdadero tirano y a su sombra, la abnegada esposa.

Otro testimonio, lo constituyen las películas de Emilio “El Indio” Fernández, un campesino inculto, un tanto osco, agresivo, pero igual de impositivo e intransigente, pues decidía no sólo la vida de sus hijos sino de su esposa, una mujer más reprimida que las anteriores y cuya existencia estaba en manos de su “amado esposo”. Él representaba a un líder sumamente respetado entre su grupo de pares.

El último ejemplo, lo constituye Germán Valdez “Tintan”, pobre, sin educación, todo un vividor, habitante de los barrios más pobres de la Ciudad de México, éste por el contrario personificaba a un mujeriego que se aprovecha de las mujeres, cuanto más, si ellas le expresan algún sentimiento amoroso y de quienes obtiene comida, pues la meta a largo y corto plazo (Reeve 2000), son las mujeres ricas y guapas. Él representa una estampa chusca del macho.

Si las películas reflejan la vida cotidiana de nuestro país, podríamos concluir, un macho en México es un hombre que no externa sentimientos amorosos, pues los considera una demostración de debilidad, mucho menos ante las personas que percibe inferiores, cuya ocupación más importante es su trabajo pero sobre todo la imagen de él y su familia ante la sociedad, es el líder del grupo familiar a quienes proporciona casa, vestido, educación y sustento, impositivo, intransigente, orgulloso, agresivo y concluiríamos, con la afirmación pero esas personas pertenecen al siglo ante pasado, ya no existen!

En efecto de los años 30’s y 50’s a la fecha han transcurrido entre 70 y 50 años, la sociedad mexicana ha evolucionado, además fueron creados conceptos nuevos, como los derechos humanos y la liberación femenina, por lo tanto, a ese tipo de hombres ya no los vemos en nuestra sociedad mexicana, implica que ¿la necesidad de poder desapareció? O sólo se transformó y son otros los patrones de conducta que identifican a nuestros machos mexicanos actuales.

Recordemos un poco, que la necesidad de poder del hombre sobre la mujer inicia en la Barbarie (Noriega Méndez 1995), al mismo tiempo que la propiedad privada posteriormente los señores feudales hicieron lo propio, para ellos era aun más importante estar seguros de que sus hijos en realidad lo eran, pues serían ellos quienes heredarían, el esfuerzo de toda su vida.

En el párrafo anterior vemos una evolución del machismo que va, del hombre primitivo a la época del feudalismo, las formas cambiaron, ya no era necesario llevarse a la mujer a rastras, ahora eran mercancía de cambio, pues llevaban una dote, los señores feudales, podían elegir a su descendencia, o sea las buscaban bonitas y con tierras o riquezas, como resultado, se hacían cada vez más poderosos y adinerados, actitud que como dice Bandura fue imitada por los demás, ya que la “actitud es una estructura cognoscitivo-emocional que canaliza la significación de los objetos y orienta el comportamiento” (Ibáñez 2004).

Aparecieron entonces los cinturones de castidad y el concepto de honra, ausentes en la en la barbarie.

Ya hacia los años 50’s, la honra era lo más importante, por causa de este concepto, las mujeres son apedreadas aun en la actualidad, despreciadas incluso por su propia familia, más por los miembros hombres, pues son ellos quienes “salva guardan”, protegen y vengan la honra” de la familia en caso necesario.

Más sin embargo las familias permanecían unidas, aun a pesar de que las mujeres “deshonradas” fueran tratadas con la punta del pie, bajo la falsa idea de la “familia

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