ESTIMULACION EN EL VIENTRE
erikanto1429 de Mayo de 2015
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Relajación y comunicación
Material
• Música clásica o tranquila.
• Colchoneta.
• Silla.
Duración
30 minutos.
Desarrollo
Elija música clásica que sea de su agrado. Acuéstese sobre una colchoneta o siéntese cómodamente en una silla, y luego piense cómo es su bebé; concéntrese y escuche la música.
Se recomienda practicar la actividad durante todo el embarazo o por lo menos una vez a la semana durante los primeros meses. La constancia le hará entrar en armonioso diálogo con el bebé, por medio de la música.
Comunicación
Material
• Música clásica o tranquila.
Duración
30 minutos.
Desarrollo
Nos comunicamos con el bebé de diferentes maneras y, aunque es pequeño, él percibe si es aceptado o rechazado.
Elija una frase tierna que exprese el amor que siente por su bebé. Piénsela o dígala en voz alta y repítala con frecuencia, de modo que forme parte de la charla cotidiana que entable con su hijo.
Las afirmaciones pueden usarse en cualquier momento o cuando desee comunicarse verbal o mentalmente con el bebé.
Relajación e interiorización del cuerpo
Material
• Música clásica o tranquila.
• Colchoneta.
Duración
40 minutos.
Desarrollo
Colóquese en posición cómoda, de preferencia acostada, con ropa ligera y sin zapatos. Ahora escuche los ruidos que hay a su alrededor y poco a poco concéntrese en su respiración (por aproximadamente un minuto). Ya que conoce el ritmo de su respiración, comience a hacer inhalaciones profundas: inhale (cuente hasta tres), sostenga el aire (cuente hasta tres) y exhale. Repita dos veces más. Deje las respiraciones profundas y vuelva suavemente a su respiración normal (esto le tomará alrededor de un minuto).
Ahora imagine todo su cuerpo, como si lo viera desde arriba, poco a poco, desde la cabeza hasta llegar a los pies. Sienta cómo está presionando el suelo y trate de percibir cada dedo, uno por uno: primero los del pie derecho (por un minuto) y luego los del izquierdo (por un minuto más). Posteriormente, doble hacia adentro los dedos de los pies y manténgalos así por cinco segundos, para luego extenderlos nuevamente por cinco segundos.
Recorra mentalmente sus pies: primero las plantas y luego los empeines, sintiendo cómo pesa la tela sobre ellos y cómo la sangre hormiguea mientras los recorre; después, avance poco a poco hasta los tobillos, y advierta la presión de la tela sobre ellos. Ahora intente tocar con la punta del pie el tobillo, elevándolo hacia delante con fuerza por cinco segundos, y después estire con fuerza hacia atrás por cinco segundos más, y relájese.
Continúe el lento recorrido mental por la pierna hasta la rodilla, sintiendo la circulación de la sangre y cómo está ubicada la pierna: si está asentada o elevada.
Ahora tense los músculos desde la rodilla hasta el tobillo (por cinco segundos) y relájelos. Explore imaginariamente por la rodilla hasta los glúteos y deténgase en la cadera. Percátese del peso de las piernas presionándolas contra el suelo; contraiga desde la cadera hasta la rodilla (por cinco segundos) y relaje.
Siga la exploración mental por el abdomen hasta el pecho, percibiendo el peso de la ropa sobre ellos. Atienda el palpitar del corazón (por 20 segundos), cómo se Inflan y desinflan sus pulmones (por 20 segundos), el bombeo de la sangre hacia todo el cuerpo (por 20 segundos), y el movimiento del intestino haciendo la digestión (por 20 segundos). Continúe por toda la espalda y perciba cómo presiona el lugar donde está apoyada.
Ahora diríjase mentalmente hacia los brazos, desde el hombro hasta el codo, y note
lo liviano que es. Contraiga desde el codo hasta el hombro con fuerza (por cinco segundos). Descienda por el codo hasta la muñeca y sienta el fluir de la sangre. Ahora sólo contraiga esta parte durante cinco segundos. Concéntrese en la muñeca, en el dorso de la mano y en la palma, y preste atención a los dedos de las manos: empiece por la mano izquierda (los dedos pulgar, índice, medio, anular y meñique) y prosiga con los de la mano derecha (meñique, anular, medio, índice y pulgar). Empuñe fuerte contrayendo sólo la mano, y mantenga así por cinco segundos; al terminar, relájese y repita el procedimiento con la otra mano.
A continuación lleve su atención al cuello; luego por el mentón hacia los labios, y bordéelos; después hasta la nariz y por encima de ella para llegar a la frente, bordear los ojos y recorrer la frente de un lado a otro. Descienda por las mejillas hacia las orejas y deténgase un minuto para explorarla. Ahora contraiga los músculos de la cara con fuerza, haciendo las muecas que pueda: eleve los labios, mueva la nariz, frunza el ceño y eleve las cejas, cada movimiento durante cinco segundos; posteriormente relaje la cara.
Para finalizar dirija la atención a la cabeza y sienta cómo el cabello desciende con suavidad desde ella. Empiece a recorrerla lentamente desde la frente hasta la nuca (por 10 segundos). Después de este recorrido por el cuerpo, concéntrese en su respiración por dos minutos, abra los ojos antes de incorporarse y sentarse de lado.
Es recomendable compartir sus experiencias y escribir lo que más le agradó de esta sesión. Esto ayuda a que desaparezcan los sentimientos molestos y se fijen los agradables. Puede repetir esta actividad las veces que desee en el transcurso del embarazo, aunque seguramente no experimentará las mismas sensaciones.
Volver al útero
Material
• Música clásica o tranquila.
• Colchoneta.
• Imágenes del bebé en el útero.
Duración
50 minutos.
Desarrollo
Esta actividad es recomendable realizarla en pareja: la madre con el padre del bebé.
Ubíquense en un lugar tranquilo, observen las ilustraciones de las dos páginas siguientes por 20 o 30 minutos, e imagínense que están viendo a su bebé. Mantengan las sensaciones. Después, recuéstense a escuchar la música durante 15 minutos, al tiempo que se concentran en las ideas y las imágenes que surgen espontáneamente. No se esfuercen en recordar nada; sólo dejen que las imágenes fluyan con libertad. Cierren los ojos e imaginen que la música les devuelve a la tibieza y humedad del útero.
Este ejercicio puede remover recuerdos del nacimiento o vida intrauterina, así que se sugiere sólo evocar sensaciones positivas. Quizá vislumbren un color, escuchen un sonido y perciban imágenes relacionadas con flotar en el líquido amniótico, con la sensación de haber retornado al útero.
Relajación y evocación
Material
• Música clásica o tranquila.
• Colchoneta.
Duración
50 minutos.
Desarrollo
Esta actividad induce a experimentar sensaciones de tranquilidad que probablemente se acompañen de recuerdos de la vida fetal. Es recomendable realizar la actividad en pareja y dedicándole el tiempo necesario para disfrutarla.
Recostados sobre la colchoneta, cierren los ojos y hagan una o dos inhalaciones profundas; piensen que las inhalaciones les proporcionan energía y que con las exhalaciones se liberan de sentimientos negativos. Luego empiecen a concentrarse en su respiración habitual y en sus sensaciones corporales, procurando atraer a la mente sólo estas últimas.
Tomen conciencia de cada una de las partes de su cuerpo; perciban cualquier presión o dolor, y la forma en la que están colocadas.
Aún recostados y con los ojos cerrados, permitan que sus mentes viajen a la deriva (cinco minutos). Imagínense que van por la orilla de un río. Escuchen cómo golpea el agua en las rocas y el sonido rítmico del río; sientan cómo el viento acaricia con suavidad su cara. Ahora vislúmbrense girando hacia la derecha y miren el prado, en el que se encuentran margaritas, tulipanes y rosas silvestres; observen sus colores. Vean los árboles que hay más allá. El lugar es tan hermoso que deciden acostarse sobre la hierba. Elijan uno de todos los árboles y flores que están a su alrededor. Piensen que son una semilla en el interior de la planta; el lugar es húmedo, fresco y delicioso, por lo que experimentan seguridad y tranquilidad. Cada uno ve cómo su cuerpo crece dentro de la planta, y célula por célula aumenta de tamaño hasta hacerse cada vez más grande.
Poco a poco regrese cada quien a su cuerpo. Muevan primero los dedos de manos y pies, y posteriormente sientan cada una de sus partes. Cuenten hasta 10, abran los ojos y tomen conciencia del entorno (30 segundos). Al finalizar, siéntense y mantengan en su mente los recuerdos de esta experiencia.
Conversemos contigo
Material
• Música clásica o tranquila.
Duración
30 minutos.
Desarrollo
Es recomendable que los padres hablen todos los días con su bebé no nacido, aunque sea unos minutos, con un lenguaje tierno y afectuoso. Tienen que procurar no expresarse como bebés ni usar tonos duros o gritar. Asimismo, no deben inquietarse si no saben qué decirle al bebé.
Hablen con el bebé sobre su trabajo, necesidades, deseos, lo mucho que lo esperan y lo felices que se sienten de que esté con ustedes. Recuerden que también es posible comunicarse con el pensamiento, así que usen esta modalidad en lugares públicos.
Es muy importante que el padre participe tan activamente con la madre. Repitan todos los días este ejercicio.
Estás sano
Material
• Música
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