ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Edipo Rey


Enviado por   •  5 de Mayo de 2014  •  993 Palabras (4 Páginas)  •  359 Visitas

Página 1 de 4

El oráculo había vaticinado a Layo, rey de Tebas, que de él y su esposa, Yocasta, nacería un hijo que le daría muerte y se casaría después con su madre. Al nacer un hijo de dichos soberanos, su madre lo entregó a un pastor para que lo dejase morir abandonado en la montaña. Movido éste a compasión, se lo entregó a otro pastor, que se lo llevó al rey de Corinto.

Edipo creía ser hijo de Pólibo y Peribea, los reyes de Corinto. Sin embargo, sus verdaderos padres eran Layo y Yocasta, los reyes de Tebas. Debido a una profecía, su verdadero padre lo dio -al nacer- a un pastor para que lo arrojara a las aguas, pero el pastor se apiadó de Edipo y lo entregó a los reyes corintios, quienes siempre le ocultaron la verdad.

Un día, al llegar a su juventud, alguien le dijo a Edipo que no se parecía en lo más mínimo a sus supuestos padres. Como era costumbre en esos tiempos, Edipo decidió consultar al oráculo de Delfos, la ciudad donde se encontraba el templo consagrado al dios Apolo, para averiguar qué era lo que le deparaba el destino. La adivina del templo le gritó que se alejara porque su destino era matar a su padre y casarse con su madre. Como Edipo quería profundamente a quienes consideraba sus verdaderos padres, no les deseaba ningún mal, decidió abandonar a Pólibo y Peribea y dejar Corinto para siempre.

Mientras andaba a pie, de pronto, se encontró con un hombre a quien no conocía y que le ordenó que se quitara del camino para dejarle el paso. Edipo, quien solo reconocía la autoridad de sus padres y de los dioses, se negó a obedecer. El hombre avanzó entonces con su carro y Edipo, en-furecido, lo derribó del carruaje ocasionando su muerte al ser arrastrado por sus propios caballos. Ese hombre era Layo, el verdadero padre de Edipo: sin saberlo, este había cumplido una parte del oráculo.

Edipo continuó su camino, que lo conducía hacia la ciudad de Tebas, la cual estaba siendo azotada por la Esfinge, un monstruo con cabeza de mujer, cuerpo de león, cola de serpiente y alas de águila que exigía sacrificios humanos por parte de la ciudad. La Esfinge era el castigo que los dioses habían impuesto sobre la ciudad y solo la abandonaría cuando algún viajero que pasara por allí resolviera el enigma que el monstruo había planteado: "¿Qué ser, con solo una voz, tiene a veces dos pies, a veces tres, a veces cuatro y es más débil cuantos más pies tiene?". Edipo adivinó inmediatamente la respuesta: "El hombre -contestó-, porque se arrastra a gatas cuando es niño, se mantiene firmemente en sus dos pies en la juventud y se apoya en un bastón en la vejez." La Esfinge liberó entonces a la ciudad de su castigo. Agradecidos, los habitantes de Tebas aclamaron rey a Edipo, quien se casó con la reina Yocasta, su verdadera madre. Así, Edipo cumplió con la segunda profecía del oráculo.

Edipo reúne a su pueblo,

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (5.5 Kb)  
Leer 3 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com