Educación Mexicana

Reseña valorativa: Una agenda para la reorientación de la educación mexicana

No se pueden negar los progresos en la educación Mexicana, mas tampoco es posible dejar de ver los grandes problemas a los que aún nos enfrentamos. En particular estos problemas vienen de nuestras instituciones educativas, que se reflejan en estructuras educativas añejas y en formas de instrucción cuestionables. En el presente escrito revisaremos y discutiremos las opiniones de expertos que responden a una pregunta esencial: ¿Cuáles son los cambios necesarios para mejorar la educación pública de nuestro país?

Hugo Aboites, investigador de la UAM, comienza su exposición con un señalamiento muy importante: la política educativa Mexicana da muestras de ser inefectiva. Esta política esta fundamentada en el enfoque económico neocapitalista impulsado por Gortari que promueve la competición por «los recursos y lugares en la educación». Esta política es eficiente en países del primer mundo, pues los ingresos de las familias son lo suficientemente altos como para costear una educación, pero ¿qué hay de las familias Mexicanas? ¿Acaso son capaces de invertir en la educación de sus hijos sin ver peligrosamente amenazada la estabilidad económica familiar? En efecto, este rumbo hacia el cual la política educativa Mexicana está encauzado es realmente peligroso, pues tiende a reproducir las condiciones actuales de desigualdad: las familias que no pueden acceder a la educación, están condenadas a no progresar económicamente y a pertenecer, de por vida, a una clase obrera explotada. Este no es un ataque a este tipo de política educativa, sino a ella instaurada en países del tercer mundo. Aboites apunta brillantemente el problema que este enfoque, el de la competencia, trae consigo, y nos muestra cómo es que ha sido instaurada la competencia incluso entre las escuelas, que luchan por recursos entre ellas. Esto, en mi opinión, solo abrirá la brecha de las diferencias tanto entre instituciones, como entre pupilos. Estos y otros puntos que trata este investigador nos abren los ojos ante el problema educativo, y nos hacen ver que ya no solo se trata de deficiencias en la política educativa del país, sino en problemas sociales internos de gran profundidad. Las condiciones de educación actuales parecen diseñadas para una reproducción de condiciones, sin más. El mayor problema, repito, no es quizás la política económica por si misma —pues es claro que en otros países da buenos resultados—, más bien, las dificultades se encuentran en que en México no existe una competencia justa, ni entre las instituciones educativas, ni entre los estudiantes, puesto que los accesos a los recursos son desiguales.

Tanto Joel Cortés Valadez como Aboites consideran necesario realizar una actividad democrática en materia educativa; en particular, Cortés propone una apertura al dialogo con miras a resolver los problemas más relevantes en materia de educación e instrucción. Si bien el proyecto de acuerdo social mediante el dialogo que propone Cortés es muy bueno, raya un tanto en lo utópico. En las condiciones actuales del país, sobre todo aquellas de índole política, es imposible ver, al menos durante este sexenio, un proyecto de semejante alcance. Por otra parte, es más posible la creación de un diálogo entre investigadores, docentes y administrativos con miras a resolver las cuestiones más apremiantes de la educación, buscando siempre representar al pueblo Mexicano y sus necesidades. Para Cortés los problemas de más acuciante solución en el sistema educativo Mexicano son: 1.- El acuerdo político, 2.-Financiamiento, 3.-Tiempo que se dedica a la tarea educativa. Este último punto es muy controvertido dado que este investigador plantea el establecimiento de una jornada educativa de 8 horas: «6 horas matutinas y dos vespertinas para mejorar el desarrollo de capacidades artísticas, deportivas y

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