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El Ammor Las Mujeres Y La Muerte


Enviado por   •  9 de Abril de 2013  •  1.929 Palabras (8 Páginas)  •  317 Visitas

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Este libro, es una recopilación de ensayos sobre estos temas, de Schopenhauer, la edición que yo obtuve pertenece a los clásicos de la filosofía, editada por Fontana y lo compré en la librería Libroria de las Mercedes en Caracas.

Desde el punto de vista feminista, no suma ningún elemento interesante, ni digno de estudiar, sino que todo lo contrario, le resta a una época y lo único que aporta son muestras de la situación insostenible y de desigualdad de la mujer para el siglo XVIII.

Pero para comenzar con la descripción del libro, quiero primero referirme a la relación de Schopenhauer con las mujeres, debido a que, por lo que reportan sus biografías, fue un hijo no querido por su madre y tuvo un solo amor sentimental, que además fue no correspondido. Esto, aunado a su particular pesimismo, nos puede hacer entender, el porqué apoyará a la sentencia de Napoleón I, de que “las mujeres no tienen categoría”. Dejándonos en menos de lo que pudimos haber sido consideradas en la filosofía griega, en la que por lo menos teníamos la misma categoría que los esclavos. Esa independencia femenina, que le dio el separarse de su madre a temprana edad y la no correspondencia de una mujer en el amor, marcaron el sarcasmo con el que posteriormente se refería a todas las demás, y posiblemente, la condición pesimista ante la vida, en la que el sufrimiento es lo único realmente existente, mientras que la felicidad y la actitud positiva son antinaturales.

El autor de la voluntad como representación, de alguna manera tiene explicación a la voluntad de vivir, por cuanto ese deseo sobrenatural de permanecer en un mundo lleno de defectos e imperfecciones, es una actitud más que positiva, masoquista.

Es importante referirme al aspecto de que el título no fue pensado por el autor, debido a que se trata de una recopilación de ensayos titulados de manera separada, el amor, las mujeres, la muerte. No siendo de ninguna manera una relación de lo que es el amor en relación a las mujeres ni las mujeres en relación a la muerte. Para Schopenhauer las mujeres no somos culpables de nada, ni siquiera de las desgracias masculinas y por eso apoya a Napoleón I, “no tenemos categoría”, y pensar en que las mujeres somos culpables de los males de un hombre sería mucho otorgarnos, para él, solo tenemos la función del hogar, de los hijos y pensar en derechos para nosotras es una tontería porque no sabemos ni siquiera pensar, al punto que no se nos puede permitir ni siquiera leer poesía.

Con este preámbulo, comienzo a describir los principales ensayos del libro, “el amor” para Schopenhauer es la pura representación de la voluntad de vivir, y esta voluntad, es la razón misma de vivir, pero que no explica por sí sola esta voluntad. Sin embargo, el amor es considerado por él, como un acto primitivo de reproducción y conservación de la especie, en la que la pasión denota su existencia, pero la misma desaparece con la consumación misma de la pasión y esto se debe a que una vez obtenidos los amantes el resultado de su relación ante la humanidad, y haber aportado los hijos que permitirán la continuidad de la existencia, ya la pasión puede desaparecer.

Así mismo, el amor es un disfraz de esa pasión, que se figura en pinturas, se escribe en versos, se representa en novelas, pero no es tal, debido a que esa voluntad de amar termina con la consumación misma del amor, y esto no es más que un espejismo de la suprema felicidad, que hace que los amantes se busquen unos a otros con las características que permitirán que la especie vaya en mejoría, con la unión de mujeres bellas con hombres fuertes, o bajas con hombres altos, de hombres inteligentes con mujeres graciosas, y que por esto la preferencia de los seres por sujetos sanos.

Sin embargo, esa alucinación que se produce en un hombre al ver a una mujer de su gusto, experimenta una desilusión y desengaño al satisfacer la pasión, y es solo la especie la que se satisface de esa pasión pasajera con la reproducción de los hijos. Por eso, la fidelidad es un mal invento, debido a que los hombres pueden procrear muchos hijos, mientras que las mujeres no y por otra parte, cuando muere la pasión por una mujer, puede despertar en otra, que por inventar cosas como el matrimonio y la fidelidad se ve reprimida la voluntad misma, de vivir.

Para el autor, el amor apasionado no es considerado como lo era en su época, un pecado, es más bien la voluntad de vivir, la voluntad innata de la especie, capaz de hacer que hombres y mujeres se profesen un amor eterno capaz de llevarlos a perder el deseo de vivir y por ende a la muerte, tal como Romeo y Julieta. Pero esa decisión de dejarlo todo por amor, no es un sentimiento que provenga del corazón y menos de la razón, sino del instinto de la especie por perpetuarse.

Después del amor, se presenta el ensayo relacionado con las mujeres, en la que el autor desata toda su pesimista pluma y por que no, todo su rencor hacia un genero del que no ha sido correspondido. En el que inicia diciendo textualmente “Solo al contemplar a una mujer podemos comprobar que no está destinada ni a los trabajos de la inteligencia, ni a los grandes trabajos materiales. Paga su deuda de la vida no solo con la acción, sino con el sufrimiento, los dolores de parto y las inquietudes que le proporcionan los hijos en su infancia; además tiene que obedecer al marido… su vida no está hecha para grandes esfuerzos ni para las penas o los placeres excesivos. (p.57)

Así continua, afirmando sin derecho a duda que las mujeres somos faltas de inteligencia y que solo somos aptas para

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